Esta crónica empieza como un chiste: ¿cómo meteríais a cinco músicos, un piano, un contrabajo y una batería en un escenario minúsculo? Pues más o menos del mismo modo que se consiguió que entrara todo el público que terminó por abarrotar el local. Chebú celebraban su quinto aniversario como banda, y lo hacían en el Pub Rvbicon, que es como decir que se encontraban en casa y en familia.
Cualquier ocasión es buena para disfrutar de la música esta banda, siempre delicada y elegante; pero esta también daba pie para hacer balance de cómo han cambiado a lo largo de estos años. En este sentido, es evidente que su repertorio se ha diversificado y se ha robustecido. Se aprecia, por ejemplo, en las versiones que tocan: ya no solo prima la languidez, sino que también hay interpretaciones planteadas de forma más física, como la de “These Boots Are Made for Walking” de Nancy Sinatra.
De todas formas, ahora el protagonismo ha pasado a las composiciones propias, que han crecido en número y las ejecutan con mayor sofisticación. De hecho, el concierto ha servido para presentar como quinto miembro al recién incorporado guitarrista Iván Velasco; con esta formación el conjunto gana en versatilidad, lo que les permite tanto añadir más capas y matices al sonido (como hicieron en “Los pájaros no lloran” o en “Oír tu voz”) como dejarlo en la desnudez del piano y la voz (“La tristeza”). Por otro lado, el conjunto también ha ganado en la medida en que Yenia ha ido perdiendo su timidez escénica. Por fin se la ve cómoda en el escenario, lo que se traduce en que ahora cuenta con una mayor capacidad expresiva tanto en su voz como en la forma en que se mueve ante el micrófono.
Todos estos avances han cristalizado en varios temas inéditos que presentaron. Habrá que recordar títulos como “Bizarre”, “Mysterious Moon” o “KTO?”, que anuncian un futuro próximo de lo más prometedor.
El concierto se alargó hasta que al grupo ya no le quedaban más canciones que tocar (el público eufórico no les dejaba bajarse del escenario) y alguien les subió dos tartas con velas. Todas estas son muestras de afecto bien merecidas: hay mucho que celebrar en el pasado, en el presente y en el porvenir de Chebú.
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