Vengo a tocarte el corazón

Cuando entrevisté hace poco a Angel Olsen me dijo que creía haberse vuelto adicta a la música más lenta, algo que ya se notaba escuchando su último trabajo, el excelente "Big Time", y que ayer se confirmó en directo en La Riviera, sacando oro de su maravillosa voz en los medios tiempos, incluido ese broche final con la versión del “Without You” de Badfinger que hizo estremecerse de emoción a todo el público allí presente.

Un público que no fue todo lo numeroso que merece una artista de este calibre, ocupando apenas la mitad del aforo, algo que tampoco pareció importar mucho a una Olsen que dio un gran concierto, acompañada por una numerosa banda de seis personas, en un concierto que se centró fundamentalmente en "Big Time", tocando siete de las diez canciones de este último disco. Una elección totalmente acertada en mi opinión ya que es en esos medios tiempos cercanos al country donde la gran protagonista de la noche, su voz, brillaba con una intensidad todavía mayor.

Y es que, como decía al principio, Olsen está en un momento en el que el cuerpo le pide música lenta e intensa, así que hubo poco tiempo de verla empuñar su guitarra eléctrica y rebuscar entre su faceta más indie y guitarrera con piezas como “Forgiven/Forgotten” o “Hi-Five”. Pero no se olvidó de la brillante “Shut Up Kiss Me” una canción tan buena que no podía faltar y fue coreada por todos los asistentes.

Pero los momentos más brillantes del concierto llegaron con las partes más íntimas en las que su voz se convertía en el más hermoso de los instrumentos, quizás mi momento favorito fue la colosal interpretación de “Go Home” que pareció transformar por un momento La Riviera en el Bang Bang Bar de Twin Peaks. Otro de los mejores momentos llegó a continuación con la maravillosa “Sister” de My Woman, cuya interpretación mandó escalofríos por la espina dorsal de este cronista.

Se despidió provisionalmente con la emocionante “Chance” de "All Mirrors", otra increíble demostración del poder de su voz, para volver finalmente y rematar con ese “Without You” que popularizó Harry Nilsson y que confirmó que Olsen debe ser la cantante más expresiva de su generación. Solo llevaba trece canciones y una hora y media en el escenario pero era el broche perfecto. Para poder superarlo hubiera necesitado a su amiga Sharon Van Etten a su lado para poder interpretar la gloriosa “Like I Used To”, pero eso ya no lo pudimos tener. Tampoco importó mucho, sobre todo tras escuchar una voz capaz de tocarte el corazón de semejante manera.