Que los Allah-Las tocaran ayer en la sala Dabadaba de Donosti fue una de esas casualidades que la vida nos regala muy de vez en cuando. Tras su paso por el Ebrovisión, teóricamente su única actuación en el estado, el grupo californiano tenía una fecha suelta antes de un concierto en Burdeos y decidieron hacer una parada técnica en Euskadi de varios días que supuso su actuación de ayer. La feliz casualidad resultó en lo que para un servidor es, de lejos, el mejor concierto que han ofrecido por estos lares.
Porque con un sonido espectacular (estuvieron casi dos horas de prueba de sonido), un público entregado que abarrotó el Dabadaba y un set list de enmarcar, Miles Michaud y sus muchachos ofrecieron un concierto redondo se mire por donde se mire.
Banda peculiar donde las haya, los Allah-Las han sido a veces criticados por tener directos irregulares y no plasmar sobre el escenario la originalidad de su repertorio. Nada de eso ocurrió ayer. Arrancando con una atronadora Busman’s holiday, los californianos dieron un buen repaso a sus excelentes dos LPs además de versionear a los Human Expression con "Calm me down". Gemas como "Buffalo Nickel", "501-415", "No Voodoo", "Catalina", "Artifact", "Catamaran" o "Sandy" llevaron al éxtasis a todos los que tuvimos la fortuna de asistir ayer a un concierto memorable. Tal fue la conexión público/banda que a mitad de concierto Michaud rompió una de las cuerdas de su guitarra, lo que provocó que el resto de la banda se marcara un instrumental para enmarcar mientras el guitarra/cantante reparaba su instrumento. Sin duda la guinda a una actuación que los presentes ayer tardaremos tiempo en olvidar.
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