Son las seis de la tarde de un viernes 14 de enero y la Sala Cool de Madrid abre sus puertas para acoger a una multitud ansiosa, que lleva tiempo con la fecha marcada con rojo pasión en el calendario imantado de la nevera. El día en el que Alizzz presentará por fin “Tiene que haber algo más” (Whoa/Warner, 21), su flamante álbum debut como solista. Una hora temprana, muy poco habitual, es la fijada para el inicio del primero de los dos pases en los que el productor catalán ha colgado desde hace días el cartel de “no hay entradas”. Algo ciertamente esperado si tenemos en cuenta la acogida que ha tenido su disco. (4º mejor álbum del año según esta misma publicación).
Las ganas de este directo eran más que notables entre los asistentes, incluso desde antes de entrar al interior de la sala. Tan solo había que comprobar la larga fila de personas que esperaba paciente a que el reloj marcara la hora y que, una vez dentro, mantenían esa misma expectación ocupando hasta el último rincón del garito. Minutos antes de la hora estimada, el nombre de Alizzz se iluminó en la pantalla del escenario, provocando una primera oleada de entregados aullidos por parte del público. Era la antesala a la salida ordenada al escenario de los miembros de la banda, es decir, de Rodrigo Hernández a la batería, Ferran Gisbert a la guitarra, Lluís Borrel al bajo y Mario Coloma a los teclados y sintetizadores. Por último, mientras comenzaba a sonar “Fatal”, lo hacía también el propio Cristian.
El quinteto recorrió el álbum de principio a fin, interpretando las diez canciones que lo conforman con un sonido y una ejecución impecable, creando una atmósfera repleta de euforia que no dejó de crecer tema tras tema. Una sensación de bola de nieve que se convierte en alud emocional, apoyada en una iluminación muy precisa que jugaba a favor de conseguir que nos sumergiéramos en el mundo que nos proponía cada canción, haciendo sus letras también nuestras y viviéndolas como si no hubiera un mañana. Como si solo existiera ese instante de trance hipnótico en el que estábamos inmersos.
La gran sorpresa de la tarde llegó con la versión de “Antes de morirme”, tema popularizado por C.Tangana y Rosalía que compuso y produjo el propio Alizzz en 2016. Cuando la gente no podía estar más arriba, Amaia Romero irrumpió corriendo en el escenario para unirse a Cristian e interpretarla juntos. La amistad y complicidad entre ambos fue más que palpable como se pudo comprobar también en “El Encuentro”, momento en el que el suelo de la sala tembló de nuevo ante un público que no paró de bailar, saltar y dejarse la voz.
Tras aproximadamente cuarenta y cinco minutos, el concierto llegaba a su fin con “Ya no siento nada”. Acababa así un directo que supo a poco y que pasó a la velocidad de la luz. Sin embargo, solo hizo falta menos de una hora para saber que la trayectoria de Alizzz como solista e intérprete, acaba de fulminar la línea de salida de una larga y prometedora carrera.
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