Buen pase
ConciertosAlejo Stivel

Buen pase

7 / 10
Paco Jiménez — 17-02-2025
Empresa — Moon Project
Fecha — 14 febrero, 2025
Sala — Sala B / CAEM, Salamanca
Fotografía — Andrés Grande

Podría, perfectamente, Alejo Stivel quedarse en su casa cobrando la pensión de jubilado y mirando la vida pasar como cualquiera de su edad, en lugar de embarcarse en los rigores y exigencias de una gira. La primera en solitario desde que empezó su carrera y que, a buen seguro, será agotadora –haciendo doblete, además, con la presentación de su libro– y farragosa. Y de acuerdo que el componente económico esté ahí, pero no parece ser lo principal ni lo único que lo mueva. Se trata de amar lo que se hace.

Y de ahí el mérito inmenso que tiene lo que vimos en una Sala B del CAEM menos llena de lo que merecía (si bien es verdad que luego no importó), ante una audiencia que sabía perfectamente lo que iba a ver y que, sobre todo, ha crecido con las canciones y el hacer de una leyenda de la música, como resulta ser el protagonista en cuestión. Guardián del legado de los efímeros e influyentes Tequila y productor de alto calado, la lista de discos que han pasado por sus manos da dos vueltas a la manzana, luciendo además como superviviente nato de los excesos y desmesuras asociados a la militancia en el lado mas oscuro de la escena y, afortunadamente, ganador en la lucha contra ese pésimo enemigo llamado cáncer.

Disipó la preocupación fundamental acerca de su propio estado y del de su voz al ritmo de ese estándar inmortal que es “Rock And Roll en la Plaza del Pueblo” y, rodeado de su E. Street Band particular que le da aire suficiente (Julián Kanevsky y Javier Quintana a las guitarras, Leo Vacas al bajo, Adrián Cheriff a la batería y Mauricio Mietta al teclado), Alejo Stivel se pulió un pase lleno de nostalgia, es cierto, pero también de grandes momentos. Revisó el cancionero de su banda, empalmó el principio con la nunca suficientemente ponderada “Matrícula de honor” y, a lo largo de la noche, recurrió a grandes nombres –Silvio Rodríguez, Moris, Charlie García– sin rubor, hasta que casi pareció que esas canciones eran suyas.

Fue liberador verle en “Mr. Jones” y “El barco”, y aunque lógicamente parecía encontrarse mas a gusto en los medios tiempos (el empalme de “A tus Pies” con “Ojalá” o la traslación de “Ni Una Menos” valdrían de ejemplo), lo que lució inolvidable fue la recuperación de temas de Tequila (el puro funk de ”Quiero Besarte”, el bailongo “Dime que me quieres” o “Yo Era Un Animal”). La parte final fue el sumun con “Necesito un trago”, “Me vuelvo loco” y la celebérrima “Salta”, con bajada a la olla incluida del protagonista y la totalidad del publico cantando y bailando, en lo que fue un pase más que correcto. Y eso, a estas alturas, es mucho decir.

La noche la habían abierto los locales Old Virginia de forma brillante. Hizo la banda lo único que debía en una fiesta que no era suya: ir al turrón sin parones ni tonterías, aprovechando de sobra una oportunidad tan buena. Presididos por la guitarra de Justo Mar se destaparon con un puñado de temas de Rock con mayúsculas que merecen, cuando menos, no perder de vista los próximos pasos que den en el futuro.

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