La sala La Nau –“nave” en catalán– se convirtió el pasado viernes en una nave espacial que nos llevó al universo musical del dúo Aiala. Capitaneado por Jara Aiala a la voz e Isaïes Albert a la guitarra y los sintetizadores, el público viajó alrededor del sistema solar de la mano de las canciones del grupo barcelonés.
El concierto, dentro del Cruïlla de Tardor, sirvió como presentación del álbum debut de Aiala, titulado “Nothing Less Than Art” (New Beats, 19). El dúo ha relacionado la estética de cada uno de los temas de este trabajo con un planeta y un color, de manera que la noche empezó acercando al público a un júpiter rosado a través del tema “In Trouble”, interpretado a dúo de voz y sintetizadores.
Esta expedición no solo nos llevó por los planetas del sistema solar, sino también a visitar una gran variedad de sonoridades y estilos. Con raíces claramente procedentes de la música negra, los temas propios de “Nothing Less Than Art” fluctúan entre el blues, el soul, el funk y el rock e incluso se acercan puntualmente al trap.
Después de la presentación, subieron al escenario Celia del Barco (teclados y coros) y Massià (batería), a la vez que Isaïes Albert se pasaba a la guitarra para acabar de dar forma a la tripulación. El formato cuarteto, aunque no pudo igualar la producción del álbum, benefició claramente los temas interpretados a continuación, que poco a poco hicieron que el público entrara en órbita, acercándose más al escenario y moviéndose al ritmo soul de temas como “Even Thinking”.
A continuación, sonó la única canción en castellano incluida en el disco, “Quiero sentirme iluminada”, compuesto originalmente por La Kinky Beat y que, dado su título, está emparejada en esta propuesta artística con el Sol. Este tema interpeló rápidamente al público que incluso se animó a corear alguna de las frases rapeadas con estilo por Jara. Como la mayoría de canciones del álbum, contiene un mensaje feminista potente pero sin caer en tópicos o formas reiterativas en un momento en que –muy necesariamente– el feminismo impregna muchas propuestas musicales, pero a veces lo hace sin aportar nada nuevo. No es el caso de Aiala, que construye temas de sonoridad y letras elegantes y frescas.
El concierto incluyó también algunas versiones que demuestran la variedad de influencias del grupo. Sonaron desde “Hotel California” de Eagles hasta “Tears Dry On Their Own” de Amy Winehouse, pasando por “Mother’s Daughter” de Miley Cyrus o “When Doves Cry” de Prince.
Jara Aiala, de solo veintidós años, demostró así que conoce bien su voz, con unos graves que le permitieron interpretar con éxito los mencionados clásicos y una presencia escénica sorprendente, reforzada por el llamativo conjunto rosa que lució, inspirado en el mítico vestido de Marylin Monroe en “Gentlemen Prefer Blondes” (Howard Hawks, 1953).
Tras un cambio de vestuario, canciones impregnadas de funk como “Make A Good Face” llenaron La Nau de ritmo, con notables solos de guitarra de Isaïes Albert. El tema propio “Listen” o la versión de “Juice” de Lizzo conformaron una última parte del concierto con el público cada vez más y más convencido con la propuesta.
“In Trouble” volvió a sonar ya en los bises, esta vez con batería y guitarra y con una mayor entrega de los asistentes que, ya completamente dentro del viaje espacial, bailaron los ritmos soul del tema. Este íntimo viaje espacial terminó en la luna rojiza y reivindicativa del tema “Red Temple”, que Jara Aiala dedicó a todas las mujeres de su vida.
A través de este viaje cósmico fue como el dueto Aiala presentó “Nothing Less Than Art”, una propuesta que no suena estrictamente clásica, pero que sí retiene buena parte de la elegancia de géneros como el blues o el funk y los combina de forma hábil pero nada forzada para formar una sonoridad personal que está solo en su fase inicial. Es seguro que esta efectiva mezcla de estilos seguirá progresando para formar la particular constelación musical de Aiala.
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