Tres meses después de la aparición de su primer disco -“Mer De Noms”- y finalizada su gira como teloneros de Nine Inch Nails, A Perfect Circle encabezan por fin sus propios conciertos. Para asistir a uno de ellos nos desplazamos hasta el National de Washington DC, un local en la línea del barcelonés Zeleste y que se llenaría a rebosar para la ocasión. Antes de la actuación, una desconcertante entrada con dos chicas sentadas en una mesa y simulando jugar una partida de strip-poker. Cuando a una de ellas le tocó quitarse el sujetador, se apagaron las luces, abandonaron el escenario y llegó el turno de que el carismático vocalista de Tool, Maynard James Keenan, con su torno desnudo y luciendo una larga melena rubia, copase todo el protagonismo. Porque no cabe duda de que Keenan, gracias a su incomparable voz y su enigmática presencia, resulta ser el mayor atractivo de A Perfect Circle. De hecho, en directo, desplegó todo su potencial y capacidad de liderazgo hasta eclipsar incluso al guitarrista y productor Billy Howerdel (aunque recordemos que él es el auténtico creador del proyecto y el compositor de la música). A la batería, Josh Freese, de Vandals, quién no bastante contento por participar en la grabación de lo que serán la nueva obra de Guns’n’Roses se ha atrevido a publicar un trabajo en solitario en el que participan músicos de la talla de Stone Gossard y el propio HowerdelCompletando la formación estaban el ex-Failure Troy Van Leeuwen y la bajista Paz Lenchantin. Así, los cinco repasaron durante poco más de una hora su disco de debut, de principio a fin, sin bises y dejando para el final el single “Judith”. Así pues, una propuesta sólida y capaz de recrear en directo unas atmósferas con una profundidad incluso mayor que la conseguida en estudio.
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