Esta crónica, por motivos obvios, empieza por el final. Redrum. Aerolíneas Federales y Los Nikis, sobre un escenario, a pleno pulmón, jaleando "Mi video no tiene mando a distancia", en una adaptación de The Buggles, con su radio star asesinada y todo eso. Fiesta, que a veces es de lo que se trata. Antes, los hermanos Costas, Miguel y Rosa, al frente de Aerolíneas, habían paseado sus grandes éxitos de ayer ("Soy una punk" o "No sé ligar") y sus nuevos temas de hoy, de su álbum de reciente creación, "@AAFF#715" ("Telephone zombie", "La canción que no escribí"…). Todo ello, después de que parte del respetable se ausentara tras la actuación del "grupo sorpresa’, anteriormente conocido como Los Nikis.
Las apariciones de los cuatro de Santo Domingo son con cuentagotas, casi con la misma frecuencia que el Halley (aunque las hay y ¿las habrá?), y se anuncian siempre de manera subliminal. Pero sus fans, que más que legión son religión, se las saben todas. Esta ocasión también se la supieron. Abarrotaron la sala para escuchar cantar, puño en alto, a Mario Vaquerizo, invitado (sí) sorpresa, "El Imperio contraataca", mientras Emilio se despeñaba entre sudores y móviles. O para ver al comandante Joaquín ejecutar su "aerolínea" de bajo como si no tuviera "npi" de tocar, mientras la infancia cantaba "Ernesto". Por no hablar de los discretos Arturo y Rafa, uno con su Rickenbacker haciendo la intro de "La fiesta medieval"; el otro, parcheando cual Tommy Ramone, como no podía ser de otra forma, en la siniestralizada "Rock en Samil". Es probable que los periféricos de Algete no vuelvan a tocar nunca más. O sí. Mientras tanto, siempre podremos ir a Benidorm. A esperar.
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