Entre Parkas y Harringtons
ConciertosEbroclub

Entre Parkas y Harringtons

9 / 10
Juan Antonio Álvarez — 08-04-2025
Fecha — 04 abril, 2025
Sala — La Fábrica de Tornillos
Fotografía — Stuart MacDonald

El fin de semana del 4 y 5 de abril la ciudad ferroviaria de Miranda de Ebro se convirtió en un fantástico remedo del mítico programa “Soul Train “ con la celebración del XV festival Ebroclub, organizado por la Asociación Amigos de Rafael Izquierdo (Ebrovisión).

Con el sobrenombre de “sixties weekend”, la actividad comenzó el viernes 4 en la sala local de La Fábrica de Tornillos a lo grande, pues los neerlandeses Mooon pusieron el nivel altísimo desde el principio, con su rock psicodélico perfectamente ejecutado que atrapó a los primeros asistentes al festival. La banda de los hermanos deJong sorprendió a pesar de alguna dificultad técnica con el bajo perfectamente solventada en directo. Entre banda y banda tuvimos la habitual y esperada sesión de DJ's especialistas en los sonidos más destacados de los años 60 y 70, que no dejaron que el ambiente decayese después del primer bolo de la noche.

“Buenas noches, gente misteriosa” fue el saludo de Bart Davenport al frente de los reunidos The Loved Ones, mítica banda de referencia en la escena mod norteamericana. Blues, soul, r&b, garage...lo que les pusieran por delante a los californianos. Sonido impecable y una actitud escénica especial para estas cuatro bestias que dieron, a decir de muchos, uno de los mejores conciertos de la historia del festival. Con su “You better do right” del 94 y la versión de Spencer Davis Group “Somebody help me” lo rompieron. Antes de despedirse tuvieron tiempo incluso de desearnos una feliz navidad. Después de lo visto aquí, su nuevo álbum tras tantos años de silencio, y producido por el gran Nick Waterhouse se antoja imprescindible.

Y cuando aún no habíamos acabado de procesar semejante espectáculo, aparecieron sobre las tablas los muy queridos y habituales por aquí Lie Detectors . Sin hacer prisioneros desde el principio, los giputxis siguen a su bola ofreciendo un show repleto de energía y actitud. La habitual interacción con el público de su inmaculado cantante (por aquello de su clásico terno blanco impoluto) fue constante. ¿El tema de la noche? Como no podía ser otro, el entusiasmo se desató con su clásico “Megatón ye-ye". Además, en esta ocasión contaron con la colaboración en un momento del concierto del gran y ubicuo Igu Allnighter, que, aunque su garganta no pasaba por su mejor momento, le dio ese toque blusero que tan bien maneja el gasteiztarra.

La mañana del sábado es para las dos ruedas, pero no en plan Moto GP. La habitual “Scooter run” llenó las carreteras de la comarca mirandesa de Vespas y similares, con final en el centro de la ciudad para disfrutar de las sesiones gastronómicas con los sonidos que los diferentes “alldayers” ofrecían en varios locales hosteleros. Para hacer la digestión de los manjares culinarios que ofrece la ciudad, nos acercamos hasta la Plaza de la Constitución donde los bilbaínos The Cherry Boopers, acompañados por la potente voz de Patricia Reckless, demostraron estar más engrasados que el Athletic del 84. Pusieron el lugar patas arriba con su soul interpretado con verdadera maestría, y nos dejaron enfilados para lo que quedaba de tarde-noche.

Ya en el recinto principal, y desde las brumas de La Coruña, Fogbound se demostraron lisérgicos en su propuesta, con ecos variados de pop e influencias contemporáneas. Destacamos la presencia y actitud de su teclista que lograba envolver y rematar el sonido de la banda. Una petición en forma de pancarta de unas fans de la banda no ablandó el corazón de los gallegos, pues no interpretaron el tema requerido en la misma.

Squire fueron los siguientes en subir al escenario. Empezaron con “Get ready to go”, siguieron con “It´s a mod mod world” y ya la feligresía mod presente en la sala no podía estar más extasiada con la presencia de esta seminal banda británica. Cuando parecía que la monotonía se iba a apoderar del bolo, los británicos subieron un punto más su propuesta y terminaron por todo lo alto. Pop de manual y sin alardes ni estridencias para dejar un buen sabor de boca en su paso por el festival.

Y con el nivel que habíamos disfrutado en esta edición, el final no podemos más que tildarlo de APOTEOSICO. La de Nueva Orleans, afincada en Londres, Acantha Lang, con el soporte de una banda espectacular pero discreta en su presencia, y también solvente a la hora de arreglar algún problema técnico con su guitarrista, reventó el local y al público a base de soul sudoroso y r&b primigenio y auténtico. Consiguió conectar desde el principio y poner a bailar y participar a un público más que entregado. Fueron varias las versiones que nos regaló, donde destacamos el amor que destilaba su voz al interpretar el tema “ Grandma´s hands” del incomparable Bill Withers.

Así terminó, a lo grande, una edición más de Ebroclub. Masiva asistencia los dos días, sin tiempo para aburrirse, y visto lo visto este año (y los anteriores), vamos descontando los días para el 2026, siempre confiando, porque nunca nos fallan, en el criterio de la Asociación de Amigos de Rafael Izquierdo.

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