Andoain emerge

Dieciséis años lleva el Andoaingo Rock Jaildia aportando programas de indudable label rockero a la localidad gipuzkoana. Desde la tienda de discos y promotora Bloody Mary y el ayuntamiento aumentan ahora la apuesta si cabe, con un cartel valiente que pretende una renovación de la escena en base a jóvenes grupos emergentes y que en muchos casos están en el sentir de los tiempos actuales. Hay también ahí una labor educativa y/o divulgativa tan necesaria como urgente, si no queremos que el universo del rock se vea en nuestro país como algo desfasado y sólo para viejos. En la sala Dabadaba de Donosti, muchas veces arriesgando y perdiendo dinero, están también en esa complicada y muchas veces incomprendida actitud.

Traer a Andoain a una banda como Goat Girl (foto encabezado) es toda una declaración de intenciones. El trío femenino del sur de Londres, cuarteto en escena con el añadido de un teclista, acaba de dar a conocer su tercer álbum, “Bellow the waste”, publicado por el histórico sello Rough Trade, alabado por la crítica especializada internacional por la gran riqueza de ideas desplegladas, donde han reconocido influencia hasta de Steve Reich. Y en su directo no hay la mínima concesión, finas y rugosas según el momento, explorando sonidos introspectivos y fascinantes, pero que desde luego no buscan complacer con ritmos fáciles. Lo que podría ser de raíz, un rock garagero postpunk se convierte mágicamente en un refinado, sutil y también disonante noise pop que en realidad huye de esas y de cualquier otra acotación. La banda se gana el silencio y el respeto de un público no elegido, que quizá no conozca sus discos y que en la medianoche espere otra cosa. Como alguien escribió a propósito de su anterior álbum, esta es la música pop moderna propiamente dicha, feroz e inteligente en sus exploraciones, desafiante y fresca en su tono. La primera parte del set concentra sus temas más reconocibles (magníficos “Ride around” o “Motorway”), dejando para el final lo más oscuro e intrincado de un set que probablemente aún tengan que equilibrar y/o depurar, en ausencia de arreglos orquestales y la dificultad de reproducir las texturas y collages de sus sobresalientes grabaciones.

Todo lo contrario ocurre con el fin de fiesta propuesto por el quintento mixto Tramhaus. Los de Rotterdam convierten la plaza en una animada pista de baile con un estilizado, directo y atractivo postpunk tan canónico como enérgico y entretenido. Dos guitarras, bajo, batería y un cantante desgarbado que contagia la euforia de unos ritmos ágiles y contundentes que les han llevado ya a varios festivales de renombre (incluido el Primavera Sound de Barcelona), sin ni siquiera haber debutado con un primer álbum que no publicarán hasta setiembre, pero que ya conoce numerosos adelantos y eps. Desde luego su directo les encumbra y deja un muy sabor de boca cuando el reloj se acerca a las dos de la madrugada.

Howling Jaws

Antes de todo esto, pudimos también disfrutar a los franceses Howlin' Jaws, un power trío parisino claramente endedudado en el rock clásico de los 60/70. Son jóvenes pero sus referencias musicales, estéticas, e incluso la manera de desenvolverse en escena remiten a otra época. Suman tres álbumes, el último más psicodelia, pero aquí se centran sobre todo en directrices rocanroleras, siendo su versión del famoso “Down, down” de Status Quo lo más celebrado por un público que a esa hora (poco más de las ocho de la tarde) ya llena la plaza. Los siguientes en aparecer se llaman The Bug Club, un trío galés con un punto alocado y cierta variedad rítmica (y vocal, se simultanean el guitarrista y la bajista) en canciones cortas, punzantes y juguetonas, para casi al final presentar su nuevo single “Quality pins”, una especie de acelerado trabalenguas punk. Su mayor atractivo quizá sea la manera que electrifican melodías de inspiración casero-garagera con ese espíritu que ha hecho que se les compare con The Moldy Peaches o The Modern Lovers.

The Bug Club

Además de estos cuatro grupos, el festival conoció antes en ese mismo escenario de la plaza Nafarroa las actuaciones tempranas de los destacados locales Ithaca y Pinpilinpussies. Y el escenario Aperitif, las de Amorante, Indabe y Munlet plays Devo. Larga vida al ejemplar festival de Andoain.