Desde 2002, el festival urbano Bilboloop se centra en proyectar el sonido de bandas locales, nacionales e internacionales no incluidas en los circuitos mainstream y/o comerciales de festivales y conciertos. En veintidós ediciones, Bilboloop ha acogido en sus tablas a bandas de dilatada trayectoria actual como El Columpio Asesino, Crystal Fighters, Maika Makovski, La Bienquerida, Hinds, Le Boom o Los Punsetes. Pero siempre apuntando al talento local con bandas como Empty Files, Unclose, Sonic Trash, Cecilia Payne, Las Selvas o Silitia, por poner algunos ejemplos.
La vanguardia del rock y la electrónica son su materia prima y en 2024 los bizkainos Silkat y los franceses Oh Non actuaban en directo el 12 de octubre en la sala Azkena junto Marlon Random en el Ambigú. El próximo 29 de noviembre PPJ, Echoes&Voices y TBC cerraran la segunda jornada del festival. Esta crónica recoge lo acontecido el sábado 12 de octubre, después de que Marlon Random desplegara su sesión electrónica en el Ambigú bilbaíno.
La sala Azkena estaba casi llena y dividida físicamente. Silkat subió al escenario con un buen backline que intercambiaron a nivel de cuerdas durante todo el concierto. Sin set list. Esta banda tiene publicados dos sencillos, pero desplegaron en Bilboloop un buen arsenal de melodías asentadas entre el post rock, el post punk, el sludge y el alternativo con buenas bases en los parches manteniéndonos en vilo corte a corte. Crearon una siniestralidad sonora muy apropiada tanto en las líneas de bajo como en los estridentes riffs guitarreros. En lo vocal, como ya comenté en otros textos, el acercamiento al timbre de Robert Smith captó nuestra atención de manera sublime. La técnica vocal del cantante mezcla falsetes con bajos muy profundos y eso no es fácil.
Nos alegramos al escuchar “Cut cut cut”, uno de sus sencillos publicados pero quisimos reconocer otros como “Cute” y “Dots” mientras se apañaban con “Red velvet”. Fue complicado diferenciar cada corte pero en conjunto, calentaron de manera magnífica la sala con las atmósferas oscuras que proporcionaban los pedales contrastando con el rollo bailongo que se encargó de aportar el público. Cerraron el bolo de manera circular con los mismos efectos atmosféricos sonoros del pedal de bajo con el que empezaron.
En el público, personas muy altas admiraban el espectáculo. Eran los franceses Oh Non que tras Silkat subieron al escenario con un vestuario entre colores brillantes y oscuros, entre lo gipsy y lo rococó. Escogieron la atmósfera sónica de pedales también para empezar así que todo el espectáculo quedó muy homogéneo. En este caso, la voz de Diane Helayel también participó en la atmósfera. Hablemos de Helayel, la encargada de guiar vocalmente toda la trama melódica con unas referencias descaradamente apelativas a Nina Hagen y en ocasiones reminiscencias bluseras cuyo timbre se acercó peligrosamente al de Gwen Stefani. Con esto quiero demostrar el sonido ecléctico y lleno de matices de esta banda.
Tras escuchar sludges con aporte vocal entre rasgado y limpio entendimos la importancia de su backline ya que a la carga instrumental habitual se introdujeron sonidos de saxo, sintetizador y teclado. Esta banda también tiene publicada una escueta discografía que rellenaron el sábado en Bilboloop. Escuchamos el sencillo “Les filles des films” con un público embelesado por sonidos complejos guiados por una voz onomatopéyica cargada de efectos. “Moi Franglaise” cambió un poco el registro y detectamos esa connotación blusera, con alma, que tiene esta banda.
En español, confiesan que no saben apenas el idioma pero a nuestro juicio se hicieron entender bastante bien: «La próxima canción trata sobre dos personas que no se conocen», refiriéndose al corte “Je te connais plus”, una bossa nova con gritos muy libres, no suscritos en el tono pero perfectos por ello, buenas entradas de saxo y control perfecto del delay vocal que sobrevoló todo el espectáculo. Se bajaron al barro para hacer sludges llenos de alma que mezclaron con beats elaborados de batería y finales experimentales de distorsión y kaos.
Con problemas en el vocabulario contaron que invocarían al salón. Si, al salón. Entendimos perfectamente el título “Pour le salon” (es una canción no incluida en su recién estrenado Ep) y la intervención del saxo fue lineal y muy baja hasta que se agudizó cambiando la dinámica del tema. A Helayel se le desenchufó el micro pero muy agobiada consiguió meterlo en línea a tiempo. Durante todo el bolo esperamos que la tocaran y por fín, al final del espectáculo sonó “Bourdon”, un temazo con punteos californianos, más bien a lo Morricone, con carga de auto tune y sonido de maquinitas espaciales. Ella le dio al swing con las piernas y los efectos de audio fueron lo más.
Después de advertir que “Bourdon” era el último tema, al finalizar se quedaron unos segundos esperando a que el público les pidiera más pero no fue así. Se encendieron las luces de la sala y la primera jornada de Bilboloop 2024 terminó con buen sabor de boca y con la satisfacción de haber conocido los sonidos más vanguardistas que la organización nos pudo ofrecer. Una delicia.
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