El listón estaba muy alto con “Estamos todas bien” y con todo lo que supuso en la carrera de Penyas, con lo que todo el mundo hubiera aceptado sin rechistar lo más mínimo que “Todo bajo el sol”, la nueva obra de Ana Penyas, no alcanzara las mismas cotas de inspiración o un resultado a la altura de su predecesora, pero es de agradecer que nos equivocásemos. Y no podemos imaginar cuánto. Porque nos hemos equivocado no un poco, vamos, sino mucho.
Porque “Todo bajo el sol” es un cómic capaz de analizar con suma precisión lo que este país –Levante en particular– ha vivido desde finales de los sesenta en cuanto a la especulación urbanística y la gentrificación. Y por mucho que el paso del tiempo y el escenario resulten fundamentales en esta historia, Penyas no deja para nada desamparados a sus personajes. Pero la vida no siempre es amable con sus protagonistas, y eso Penyas no sólo lo sabe sino que consigue que estos lo asuman en sus vidas como si fuesen personas reales de carne y hueso superadas por los acontecimientos que van cambiando el mundo que les rodea poco a poco y sin piedad.
La dedicatoria de la propia autora no puede ser más clara y reveladora: “A quienes tuvieron que abandonar su lugar y a quienes se quedaron como extraños en su propia tierra”. Un resumen perfecto de lo que vamos a encontrarnos en las siguientes páginas, unas páginas en las que la acción y los escenarios en los que estos se desarrolla se entrelazan para contarnos mucho, muchísimo, entre líneas.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.