Astronave es una editorial dedicada al público infantil y juvenil que ha dando grandes pasos adelante gracias a los títulos con los que nos ha ido obsequiando a lo largo de su todavía breve, pero muy interesante trayectoria. Vale, sí, “Snapdragon” es, en esencia, un cómic destinado al público infantil y juvenil. Si estas dos frases les suenan reduccionistas, piensen en los grandes momentos que han pasado con muchas películas de animación supuestamente infantiles o con muchos tebeos juveniles, y vuelvan al principio de este texto hasta que eso deje de suponerles algún prejuicio. Porque nadie debería tomarse una obra así como algo menor.
“Snapdragon” es un cómic precioso, sincero y lleno de amor, protagonizado por personajes entrañables y capaz de transmitir una tolerancia que debería extenderse sobre todo el globo terráqueo. En su universo se combinan desde una joven protagonista que está descubriendo el mundo a pasos agigantados hasta mujeres heridas con las vidas que les ha tocado vivir, pero que acaban recuperando las ilusiones perdidas. El mal también hace acto de presencia, claro está, pero Kat Leyh, una de las responsables de la no menos recomendable “Leñadoras”, logra aplastarlo en una historia más compleja de lo que parece y en la que la magia y el suspense –en pequeñas y justas dosis– se combinan con un alud de momentos emotivos entre sonrisas y lágrimas.
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