Parecía que la obra de Francesc Capdevila se iba minimizando y haciendo cada vez más cartoonesca, como si Max estuviera buscando la esencia mínima del arte secuencial, cuando ha llegado a las librerías esta nueva novela gráfica que vuelve a los tiempos de “Vapor” (2012) o la excelente “Hechos, dichos, ocurrencias y andanzas de Bardín el Superrealista” (2006), obras de más calado filosófico surrealista. El mismo Max comenta para “La Vanguardia” que “hacía muchos años que tenía en la cabeza hacer la típica historia del viaje iniciático pero subvirtiéndola, pensando en la literatura antigua, los mitos o la Odisea. Es un género que se ha ido agarrotando, se ha codificado mucho y ahora es una plantilla muy masticada donde se entra, se cambian cuatro elementos y ya está. También quería subvertir que todos estos viajes iniciáticos acaban bien. El personaje va atravesando pruebas, va creciendo, se va encontrando a sí mismo y llega a la meta que sea”. Si “Rey Carbón” (2018) y “Fiuuu & Grac” (2021) eran ejercicios de narración secuencial minimalistas en blanco y negro, con “Qué”, Max vuelve al color con una obra muy relacionada con aquel libelo pandémico que publicó en 2020, “Manifiestamente anormal (Panfleto y catarsis)”, donde podemos rastrear las quejas del personaje protagonista de esta nueva obra.
El protagonista de “Qué” está desencantado e inicia un viaje para descubrir la ciudad turca de Trapisonda, la joya de la antigua Bizancio. Por el camino se encontrará con personajes extraños como si se tratara de una historia de Homero. Hasta se encontrará con él mismo que vuelve de su viaje andando a Turquía. En realidad, el protagonista no se mueve casi nunca del espacio visual del lector, ocupando casi siempre la parte central de la splash page donde Max desarrolla la historia en un viaje puramente horizontal, de izquierda a derecha, rompiendo con el movimiento infinito que había desarrollado en “Fiuuu & Grac”.
Significa esto que “Qué” es un paso atrás en la obra del autor. Para nada. Dudo mucho que Max pudiera encontrar más material minimalista para seguir haciendo obras como “Rey Carbón” y “Fiuuu & Grac”, obras que eran, sobre todo, forma (arte) envolviendo un fondo (historia) muy minimal. Seamos francos, Max no podría seguir haciendo diez obras experimentales de movimiento más, sería aburrido para sus lectores y para él. Que vuelva el Max más filosófico y divertido es una buena noticia también. Eso sí, tenemos que valorar que “Qué” es un divertimento que no supera obras anteriores de un autor sobresaliente desde la década de los ochenta.
Aunque yo este comentando la versión castellana de este cómic publicado por Salamandra Graphic, “Qué” se creó para el Premi Finestres de Còmic en Català que organiza la Llibrería Finestres de Barcelona y publica la Editorial Finestres, una interesante editorial que esta publicando excelentes novelas gráficas en catalán incluso antes de que se publiquen en castellano. Era la primera edición de este premio valorado en 25.000 euros. Claro, si se presenta un maestro, cómo no iba a ganar.
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