Inframundo

Tochaco de los que nos encantan a los devoradores de novela gráfica el que nos presenta el historietista Pep Brocal, curtido autor que hace dos años nos sorprendió nuevamente con el recomendable “Cosmonauta”.

La idea es plantearnos y reconocer lo duro que es salir de tu zona de confort. Para eso nos introducimos en la vida de Amalia, una mujer que, desencantada del amor, decide heredar el puesto de trabajo de su madre, que no es otro que el de portera de su edificio. Ella cree que allí se sentirá bien, y que las preocupaciones destacarán por su ausencia. Pero se equivoca. Especialmente porque no tardará en aparecer en su vida un extraño personaje cuya misión es llevarse en una maleta las almas de aquellas personas que se han alienado de la sociedad. En este caso, su objetivo es el vecino del ático. Una casualidad lleva al gato de nuestra protagonista a meterse en la maleta del susodicho, y esta emprenderá un viaje al inframundo, el universo de los sin alma, en busca de recuperar su mascota. Una sinopsis tan original como brillante que acaba planteándonos la búsqueda que cada uno puede realizar de su yo interior. Un descenso a los abismos para provocar un renacimiento. Un cómic que trasciende el género para convertirse en algo mucho más sustancial. Y es que enfrentarse a uno mismo nunca es tarea fácil y agradable, aunque aquí sea una magnífica manera de pasar un buen rato.