Mind MGMT Edición pirata
ComicsMatt Kindt Con David Rubín, Farel Dalrymple, Jill Thompson Y Matt Lesniewski.

Mind MGMT Edición pirata

7 / 10
José Martínez Ros — 03-02-2025
Empresa — Astiberri

La publicación de este cómic por Astiberri llena de extrañeza. No porque la edición tenga en sí ningún problema: la edición viene cargada de extras, y es excelente. Lo que la hace de verdad raro es que nos hallamos ante una especie de epílogo/posible reinicio de una de los mejores títulos del cómic norteamericano de las últimas décadas… que permanece del todo inédito en España. A pesar de este hecho, la historia se sigue casi sin dificultades y, por su contexto, deducimos buena parte de la información que necesitamos para avanzar por ella. Pero no deja de ser una ocurrencia bastante singular. Esperemos que sea una especie de prueba, un modo de familiarizar al lector con el mundo de “Mind MGMT”, y que, a lo largo de 2025, se comience a publicar la serie “madre”.

“Mind MGMT” se publicó originalmente entre 2012 y 2015; y hay pocas dudas de que se trata de la obra más ambiciosa de Matt Kindt, al que ya conocemos de sobra por obras como “Super Spy”, “Revolver”, “Fear Case” o “Ether” (además de un sinfín de trabajos alimenticios para los dos gigantes del medio, Marvel y DC, e incluso su coautoría en un tebeo de Keanu Reeves). Pertenece a un subgénero que hizo furor entre finales de los setenta y comienzos de los ochenta: el que mezcla el thriller conspiranoico y el espionaje con los poderes psíquicos; es decir, es un descendiente remoto de películas como “La Furia” de Brian de Palma y “Scanners” de David Cronenberg, y de novelas como “Ojos de fuego” y “La zona muerta” de Stephen King.

En el mundo de que nos describe “Mind MGMT”, ciertas personas tienen poderes de diferente índole (a veces tan aparentemente nimios como poder ver quince minutos en el futuro). Estas son buscadas y reclutadas por la organización que le da nombre a la obra con unos fines que se nos van revelando paulatinamente. Por supuesto, también existían diversas fuerzas que se oponían a esta y el argumento escalaba hasta una complejidad y densidad muy notable. El cómic original se iniciaba con una masacre en la ciudad africana de Zanzíbar, provocada por un agente de Mind MGMT que perdió el control de sus poderes (muy probablemente como homenaje al clásico de la ci-fi “Todo sobre Zanzíbar”). Unos años más tarde llegaría este “bootleg”, traducido en esta ocasión como “edición pirata”, puesto que así es como se denomina a las grabaciones no oficiales de una banda o músico.

Nos cuenta que hubo cuatro supervivientes, cuatro huérfanos que sobrevivieron a la matanza instigada por ese agente renegado de Mind MGMT. Después de un tiempo de inactividad, la agencia ha renacido de sus cenizas debido a una amenaza que se cierne sobre toda la humanidad -y que es algo que digamos que pertenece a la más estricta actualidad social y política de nuestro mundo-. Así que, tras descubrir que esos cuatro adolescentes tienen poderes, son psíquicos natos, su nueva directora decide que los necesita. Lo que viene a continuación, a lo largo de cuatro números, es la clásica historia de ”reclutamiento, entrenamiento y primera misión” de un superequipo. Aunque el modo de contarla de Kindt no tiene nada de tópico, sino que se las arregla para introducir un buen número de giros surrealistas y personajes un tanto disparatados (mostrando que, tal vez, el superequipo más estrambótico de toda la historia del cómic superheroico, la maravillosa “Doom Patrol” de Grant Morrison fue otra influencia importante). Después de todo, buena parte de la trama gira en torno a la capacidad de alterar la percepción de la realidad y de hacernos vivir en algún tipo de ficción…

Hay dos diferencias importantes respecta la primera “Mind MGMT”. Una muy obvia es que, en aquel caso, Kindt se encargó también del dibujo, lo que contribuía a la excentricidad de la obra, puesto que posee un estilo nada canónico, mientras que aquí contamos con un artista distinto para cada número, entre ellos la gran Jill Thompson y el español David Rubín. La segunda es que se trata de una obra mucho más desenfadada y luminosa. El elenco de personajes de la primera serie estaba compuesto por un buen número de personajes traumatizados, deprimidos, con profundas heridas emocionales, quienes además vivían en un mundo sustentado en la mentira y la traición.

Sin embargo, los jóvenes protagonistas de esta ”edición pirata” tienen una actitud mucho más optimista. Creen que el mal que los acecha –y que nos acecha a todos más allá de las viñetas– puede ser derrotado. Esperemos que tengan razón.

 

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