Primera incursión en el mundo del cómic de Antonio Zurera, respetadísimo director de cine, productor y animador nacido en Córdoba, “La ciénaga” se nos presenta como un proyecto realmente titánico. De dibujo generoso y rico en detalles, esta epopeya épica (valga la redundancia) es una maravilla tanto en lo visual como en lo argumental y por la complejidad de una trabajada trama que evidencia todo el talento de Zurera.
Básicamente, la historia se podría resumir en que el reino de Palantia se ha quedado sin soberano y hay que buscar un heredero/a, pero algunos se esconden en la ciénaga, unas pantanosas tierras inhóspitas a las que son desterrados los repudiados por la sociedad: “En este infierno donde nos arrojaron para que muriésemos pasto de la miseria y de las enfermedades…. Hace doscientos años que la justicia se deshace de quien no le gusta arrojándolo a este basurero. Generaciones enteras de condenados lucharon y murieron para hacer de este infierno un lugar donde vivir.. ¡O al menos sobrevivir!”.
Zurera nos invita a adentrarnos en un universo mágico formado por distintas tribus animales –los pandas, los cuervos, los dragones-tigre, los devoradores de cadáveres o las amazonas–. Una fábula oscura y cruda que gana enteros no solamente por el trabajadísimo arte de Zurera sino por la paleta de colores empleada por el mangaka Hiroyuki Ooshima. Y no podemos obviar el destacar la grandiosa capacidad de Zurera para crear increíbles ilustraciones a página completa como las de las páginas sesenta y tres o la cien.
“La guerra es la mayor de las desgracias porque en ella pagamos con nuestras vidas y haciendas el precio de la codicia y el orgullo de los poderosos” razonan dos campesinos mientras que contemplan el fragor de la batalla por el trono de Palantia. Solamente nos faltaría conocer el desenlace, pero Zurera nos deja a medias y con muchísimas ganas de conocer el final de la historia.
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