A Miguel Ángel Blanca lo conocemos por ser el lastimero cantante de Manos de Topo, el bajista de Salvaje Montoya o un interesante guionista y director cinematográfico (co-autor del documental ganador del premio In-Edit 2014 “Un lloc on caure mort” o director de la extraña y adictiva “La extranjera”), pero desconocíamos su faceta de guionista de cómic. Se estrena con “La importancia de ser rosa”. Pero no ha ejercido de guionista ad hoc: la autora de Barcelona Núria Inés-Tinta Fina ha convertido una historia de Blanca en una novela gráfica extraña que, como el autor Juanjo Saez confirmar en el prólogo, recoge excelentemente el estilo narrativo visual que siempre ha impregnado las letras de Blanca para Manos de Topo.
Núria Inés es una artista especializada en arte y narración gráfica que ha trabajado en proyectos como Zemos98 y #4raons o como miembro del Colectivo Julio, pero los aficionados a la música la recordarán por sus relatos gráficos Voyeur de Romería para la revista Nativa.
“La importancia de ser rosa” es la primera novela gráfica de ambos autores. Para los fans de las letras surrealistas, negras y ‘románticas’ de Blanca ya saben perfectamente lo que se van a encontrar: un relato a medio camino entre el surrealismo y la tragicomedia que adquiere un tono mucho más surreal y minimalista gracias al grafismo de trazo grueso de Inés. El cómic cuenta la historia de un triste oficinista enamorado de una chica que se encuentra cada día en el autobús que acabará casándose con la díscola hija de su jefe, un pollo que siempre está dando la matraca con Noam Chomsky.
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