Flores rojas
ComicsYoshiharu Tsuge

Flores rojas

8 / 10
Joan S. Luna — 12-09-2022
Empresa — Gallo Nero

La editorial Gallo Nero continúa con su loable labor de recuperar los trabajos de uno de los mangakas más personales y particulares de la historia, Yoshiharu Tsuge. Debemos agradecérselo, y mucho. Porque podrían haberse contentado con publicar ese clásico llamado “El hombre sin talento” y sentirse ya orgullosos de lo logrado. Pero no, han preferido continuar con la aventura, una aventura arriesgada dicho sea de paso, y descubrirle al público español más inquieto un universo que quizás no sea para todos los lectores, pero que si somos uno de ellos vamos a disfrutar muchísimo. Luego llegó “La mujer de al lado”, más tarde el referencial “Nejishiki” y ahora la compilación de catorce historias “Flores rojas”.

No hace falta volver a su vida, aunque esta impregnase su obra, pero resulta imposible evitar hablar de desesperanza, de la tristeza que pesa como una losa sobre sus personajes y de la cara oculta de una sociedad que se mueve parsimoniosa como hormigas cargando semillas aunque sin saber hacia dónde.

Como colección de historias cortas –publicadas originalmente en la segunda mitad de los sesenta– que es, “Flores rojas” es un mosaico de personajes realmente misterioso, en el que lo simbólico se entrelaza más que nunca con la tradición nipona y la forma de entender el mundo de un Japón de posguerra atrapado entre la necesidad de evolucionar y el magnetismo irracional del mundo rural, entre la modernidad y lo anquilosado de los roles sociales de cada uno de sus protagonistas. Y una vez más, Tsuge consigue que sintamos ternura por todos ellos, no importa si son unos buscavidas, unos vagabundos desesperados, una pareja llena de dudas o un dibujante de manga. Porque les entendemos, les vemos lidiar torpemente con ese mundo que hay ahí fuera y para el que nadie nos preparó. Sirvan como ejemplo historias la autobiográfica “Chiiko” o “Relato de una playa”.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.