Hace exactamente cuarenta años Daniel Pennac escribió una novela sobre la emigración, el maltrato animal, la destrucción de la selva y la caza indiscriminada que sacudió a media Francia. Ahora Mathieu Sapin hace una adaptación gráfica dirigida a niños y niñas a partir de ocho años, con un estilo de dibujo acorde con la edad del público objetivo de esta historia. Es más, el propio dibujante lo reconoce en el anejo: “Me gusta contar cosas un poco duras con un trazo ligero”.
Pues sí, la historia de “El ojo del lobo” es un poco dura: en un zoológico de París se encuentran un niño negro y un lobo tuerto de color azul, sí, color azul como el agua helada bajo un cielo puro. A través de los ojos, cada uno descubre la vida del otro: el pasado traumático del lobo (capítulo 2), la odisea sufrida por el niño (capítulo 3), hasta su encuentro en el zoo de El Otro Mundo (capítulo 4). El lobo tiene pensamientos y habla, y el resto de animales también.
Este álbum de gran formato publicado por Astiberri cumple su misión a la perfección e invita a buscar el libro original de Pennac, cuya moraleja es muy directa: para lo que hay que ver en este mundo lleno de dolor y de desgracias, mejor cerrar los ojos. O, como mínimo, mantener cerrado uno de los dos hasta que encuentres algo o a alguien que merezca la pena conocer para abrir los dos ojos de nuevo.
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