Baños Pleamar
ComicsIsaac Sánchez

Baños Pleamar

7 / 10
Quim Pérez — 26-08-2022
Empresa — Dolmen

Isaac Sánchez nació en Badalona en 1983 y el dato biográfico tiene su relevancia pues en esta novela gráfica aborda su infancia de los primeros años noventa. Concretamente, la época en la que su familia tuvo un negocio de bar-restaurante y piscina en la playa de Badalona. Después de publicar otros títulos con argumentos de género, el también Youtuber y monologista conocido como Loulogio da un salto adelante y logra su mejor obra hasta el momento.

Nos relata cómo funciona el negocio familiar de Baños Pleamar en verano, con paellas, mejillones y sangrías a destajo. Luego, con el invierno, el negocio de temporada baja la persiana y asistimos a las relaciones entre los personajes. Un padre que dejó una vida como cantante para formar una familia, un hermano mayor aspirante a dibujante de cómic que trabaja en una fábrica, unas hermanas camareras del restaurante y con novios poco recomendables, y una madre ex-monja y ahora jefa de cocina que está siempre preocupada por el dinero. Ah, y el propio Isaac, un crío que lo observa todo desde la inocencia infantil de quién todavía no ha cumplido los diez años.

Isaac Sánchez tiene un gran oído para los diálogos, suenan auténticos; el lector no podrá evitar musitarlos en voz baja. Además, no se recrea en mostrar el habla, sinó que ésta es siempre funcional. También tiene una gran capacidad para crear escenas bien trabajadas, en las que consigue transmitir emociones claras dentro de una trama que siempre se antoja interesante, con una narrativa propia del cómic y no adaptada del séptimo arte. Buen dibujo y narración gráfica: dinámicas, detallistas y expresivas. Cada capítulo, que oscila entre las cinco y las diez páginas de extensión, viene introducido por una foto del álbum familiar. Anécdotas a troche y moche, episodios que nos hacen entender mejor a los protagonistas o que nos presentan este universo chiringuito-playero peculiar en el que Isaac se crió. Hay mucho, muchísimo, de catarsis personal en este cómic, como confiesa su autor al final en un sí-pero-no que confunde más que aclara.

Lo que le falta a Isaac Sánchez es armar mejor la novela gráfica. Los capítulos son magníficos, con sus dosis justas de humor, excentricidad y emociones; pero el conjunto cojea. Cojea porqué no sabemos quién es el narrador, al principio es el propio edificio, luego es Isaac, luego parece ser la familia y hacia el final es el propio autor en la actualidad. Da la impresión, que en cada momento el Isaac-historietista ha escogido lo que más le convenía para tocar la fibra de los lectores. En este mismo sentido, tampoco queda claro quién ostenta el protagonismo del relato: ¿Los Baños? ¿Isaac? ¿La familia como un grupo coral de personajes?¿La mirada nostálgica de Isaac-adulto sobre su infancia?. Son demasiadas variaciones. Aunque una vez leído, el personaje que se erige como referente indiscutible es el padre, el señor Andrés, el Chuck Norris de Badalona. En resumen, “Baños Pleamar” es una sentida rememoración de la figura paterna.

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