The Beatles: Let It Be
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The Beatles: Let It Be

8 / 10
Raúl Julián. — 21-06-2024
Empresa — Disney +
Fotografía — Cartel de la película

Del trazo firme de Peter Jackson surgió “The Beatles. Get Back” (Disney +, 21), serie documental traducida en bacanal en toda regla para cualquier fanático del universo Beatle. Cerca de quinientos minutos de metraje repartidos a lo largo de tres capítulos resultado de comprimir las más de cincuenta y cinco horas registradas originalmente en 1969 por Michael Lindsay-Hogg para el film “The Beatles: Let It Be” (70) estrenado al año siguiente. Ahora, en sentido inverso, la misma plataforma oferta la película original que, convenientemente realzada por el equipo de Jackson, vuelve a estar disponible por primera vez en cinco décadas. Una remasterización bien medida, que ha tenido la consideración y buen gusto de respetar el formato original de grano retro, en el que resulta ser uno de los atractivos palpables de la cinta.

Ese aspecto pretérito que transporta al espectador al frío y gris Londres de finales de los sesenta es, de hecho, una de las jugosas virtudes del producto, con un sinfín de cigarrillos y la estética del momento (latente en los propios Beatles y en todo el equipo de Apple) sumándose como co-protagonistas. Curiosamente, el tiempo parece haber hecho justicia al revalorizar el título en cuestión, algo ignorado e incluso denigrado en su momento. El metraje funciona como impagable documento de época, ofertando la consabida oportunidad de introducirse en los ensayos del grupo y demás entresijos de John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr mientras trabajan y componen lo que después serían los discos “Abbey Road” (Apple, 69) y “Let It Be” (Apple, 70). Si “The Beatles. Get Back” era para los acérrimos una orgía visual y sonora, el ahora recuperado “The Beatles: Let It Be” resultará un dulce caramelo, además de a todas luces más aconsejable para los menos iniciados o fans no tan ardorosos.

Una referencia accesible y fácil de manejar que, igualmente, deja conversaciones para el recuerdo y, ante todo, interpretaciones en directo de numerosos temas que compondrían los mencionados álbumes. Incluyendo, por supuesto, aquel histórico concierto en la azotea de Apple el 30 de enero de 1969, con el que finaliza una cinta que se abre con una (algo anecdótica) charla entre los propios Peter Jackson y Michael Lindsay-Hogg. Se unían así pasado y presente, cerrando un círculo bíblico y orgásmico para los beatlemaníacos. Una intensidad, la generada por el cuarteto de Liverpool, que, lejos de apaciguarse, continúa al alza, tal y como demuestra la euforia y alta demanda propiciada por las dos fechas madrileñas anunciadas por Paul McCartney para el próximo mes de diciembre.

 

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