Sí, sí y sí, este es el terror que todos esperamos ver en una sala de cine. Y es que hacía tiempo que no disfrutaba tanto de una cinta del género en una gran pantalla. Si bien el tráiler que sirvió de avance se acercaba peligrosamente a “Verdad o reto”, la comercial –y mediocre– cinta de Jeff Wadlow, dentro de sus convencionalismos “Smile” se acerca al terror más autoral de cintas como la sobradamente reconocida “It Follows”, revelándose como una de las sorpresas del año.
La historia que se nos cuenta en “Smile” se resume básicamente en su título: una psicóloga (una espectacular Sosie Bacon) que no está pasando precisamente por su mejor momento se encuentra con diferentes personas que le sonríen de una manera perturbadora. Tras dicho gesto ocurren oscuras situaciones. La película sigue la investigación de la protagonista para descubrir qué ente o maldición la persigue.
Bajo este manto de terror comercial subyace una mirada a la salud mental y a los traumas del pasado, mostrando a una persona con ansiedad y heridas sin cerrar de una manera bastante realista, ampliando los límites del género, apoyándose en buenas dosis de humor negro para dotar de personalidad propia a la cinta.
El resultado en un debut notable por parte de Parker Finn, plagado de sonrisas a la Joker y con una mirada a la salud mental con reminiscencias a “Saint Maud”, que consigue subrayar su nombre de cara a que podamos confiar en su futuro.
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