Nadie

Si la espera para “John Wick 4” se te está haciendo muy larga, estás de suerte. “Nadie” es la película ideal para que te olvides por un momento de la saga protagonizada por Keanu Reeves. Protagonizada por Bob Odenkirk, quien aspira con este filme a ser el próximo héroe “adulto” al más puro estilo Liam Neeson, “Nadie” supone el gran comienzo de lo que da la impresión de ser una saga. Así lo hacen presagiar las cifras obtenidas en la taquilla internacional y las excelentes críticas que ha ido cosechando desde su estreno.

La película nos presenta la historia de Hutch Mansell, el cabeza de una familia que sufre un robo durante la noche. En el trascurso del atraco, decide no defender a su familia, provocando rechazo y malestar de sus hijos y su mujer hacia él, algo que desembocará en una ira interna que le llevará a destapar su cara y su pasado más oscuros.

La cinta está dirigida por el director y cantante Ilya Naishuller, conocido por su sorprendente debut cinematográfico “Hardcore Henry” (15), una película –convertida ya en una obra de culto– grabada en primera persona, en un constante plano subjetivo, como si de un videojuego se tratase, mezclando dosis de parkour y sangre a partes iguales. Su parecido con “John Wick” no es una casualidad ya que ambas comparten el mismo productor, Derek Kolstad, con lo que quién sabe si algún día viviremos un crossover en el que aparezcan ambos personajes.

Podríamos decir que el casting de la película posiblemente sea su mayor acierto. Bob Odenkirk encaja a la perfección en su papel, interpretando a un hombre maduro de vida rutinaria, sin grandes estímulos tanto en su vida como en su estancado matrimonio. Odenkirk se muestra frío y sin rasgos de emoción durante todo el día, algo que le ayuda a crear un personaje enigmático, lleno de remordimientos y secretos, sin el sentido del humor que mostró en su papel de Saul Goodman tanto en “Breaking Bad” como en el spin-off “Better Call Saul”.

A él debemos sumarle un plantel de secundarios de lujo: la gran Connie Nielsen, el rapero RZA y Christopher Lloyd –como padre de Hutch–, que aporta la mayor carga cómica y gamberra de toda la cinta.
Y no podemos olvidarnos de dos escenas de acción en particular, que destacan por encima del resto del minutaje: la escena del autobús (vista parcialmente en los traileres; con una coreografía francamente espectacular en un espacio muy pequeño) y la “batalla final” en un almacén (los minutos más sangrientos de la película; que nos recuerda a esa cueva/ratonera llena de trampas que John Rambo preparaba al final de “Last Blood”).

En definitiva, “Nadie” es una de esas películas por las que merece la pena ir al cine en estos momentos. Noventa minutos rápidos, efectivos, con muy buen ritmo y que suponen todo un divertimento.