Aunque su origen con Indar Trabes está en las versiones y las verbenas, lo que más o menos a día de hoy serían los grupos-tributo, Itoiz acabaría siendo el primer grupo euskaldun que llegó a públicos variados. Primero desde un folk-rock sinfónico setentero, y más tarde con clara influencia de la new wave británica de grupos como The Police, cuando se dió el cambio de paradigma en medio mundo, punk mediante. Sin embargo el carácter exigente y siempre particular de su líder y mentor Juan Carlos Pérez (más poético y religioso, que político en una época tan absolutamente politizada), cortó de raíz la trayectoria del grupo en pleno éxito, para nunca más reincidir en glorias pasadas, ni atascarse en la nostalgia. La historia dió de 1974 a 1988, si contamos desde sus primeros pasos versioneros, para después iniciar Juan Carlos una carrera en solitario de songwritter eléctrico que no alcanzó la trascendencia esperada, y más tarde olvidarse totalmente de la música popular, centrándose en la composición de obras sinfónicas y óperas, la última "Saturraran", estrenada recientemente en el Teatro Arriaga con libreto de Kirmen Uribe, además de su polémico paso por Musikene.
Se presenta ahora en el marco de Zinebi y pronto en el Festival de Gijón (y a finales de enero en salas) un documental a cargo de Larraitz Zuazo, Ainhoa Andraka y Zuri Goikoetxea, "Itoiz udako sesioak", que si algo tiene es que escapa de cualquier relato lineal, cronológico y convencional sobre la obra y milagros de la banda en cuestión. La historia se vehicula en torno al propio protagonista y sus reflexiones y silencios actuales, sólo o acompañado de Bernardo Atxaga (todo un acierto su ensoñación disfrazada de partida de ajedrez), el técnico de sonido José Lastra, con quien rastrea viejas grabaciones en una cinta que empieza a desquebrajarse por el paso del tiempo, o algunos de sus viejos compañeros: la camaradería y confidencias con Foisis Gárate, los reproches atrasados de cuando la disolución de Jimmi Arrabit con un Juan Carlos serio y expectante, la declaración de responsabilidad de Jean Marie Ecay en el giro musical del grupo hacia el pop que algunos vieron como una traición, o Antton Fernández reivindicando su ninguneado origén eibarrés y el apoyo económico de su madre en el arranque del grupo. O el propio asombro de Juan Carlos a sus palabras y voces de cuando "Ezekiel" a sus pretenciosos y tiernos 21 años. También la duda de grabar "Lau teilatu", a la postre su mayor éxito a todos los niveles, por la singularidad lírica y musical de la canción; no es rock no es sinfónico y no se inmiscuye en la realidad social del país. Es decir la síntesis perfecta de lo que fue y representó Itoiz.
No cabe duda que esa segunda vida del grupo asociado a un pop más asequible y comercial, ha sido siempre el campo de batalla mental de su líder, como aquí queda reflejado, y que bien podemos ratificar quienes le hemos conocido, charlado y entrevistado en distintas ocasiones. A todo ello se añaden imágenes de archivo, tanto animadas como fotografías, algunas inéditas, que a muchos recordarán su juventud. Impagable, en ese sentido, la entrevista de Kaki Arkarazo en ETB, cuando en la televisión pública se hablaba de música con los músicos.
Pero la sorpresa del documental viene de su parte ficcionada. Jóvenes actores que simulan la propia adolescencia de Juan Carlos Pérez en Mutriku, un chaval de padres gallegos que ya desde el coro y las clases de guitarra, con el crucifijo a un palmo, sueña con formar una banda de rock en euskera. Y ahí se suceden desde sus primeras lecciones de música, al debut de Indar Trabes en la sala Venezia de Mutriku o su primera composición propia, el disco-forum de Matxitxa (luego representante de los más destacados músicos vascos de la época) sobre Emerson, Lake & Palmer, o la manera en que "invita" a su amigo Foisis para que se encargue de tocar el bajo. Como remate final "Itoiz udako sesioak" nos ofrece la grabación en los estudios Tío Pete de Urduliz de la canción "Lanbrora", del disco de 1982 "Alkolea", de lo que podría ser una versión actual de Itoiz con músicos que formaron parte de la banda en distintas ocasiones, como Germán Ors a la guitarra, Antton Fernández a los teclados, Foisis al bajo, Jimmi Arrabit a la batería y por supuesto Juan Carlos Pérez, como guitarra y voz.
La anécdota de las "sesiones del verano del 74", que titula la película, la dejamos para que la descubras en la pantalla.
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