De naturaleza violenta
Cine - Series / Chris Nash

De naturaleza violenta

7 / 10
Fran González — 05-08-2024
Empresa — Shudder
Fotografía — Cartel de la película

Desde que en los años ochenta nuestras peores pesadillas comenzaran a materializarse por culpa de Freddy Krueger y a su vez diversos asesinos de culto como Michael Myers, Jason Voorhees o Leatherface se convirtieran en estandartes del cine de terror, el slasher ha sido una pieza indispensable y recurrente en el género hasta ganarse los elogios y horrores del espectador a partes iguales.

Sujeto a mil vueltas de tuerca y reinvenciones posibles, pero siempre manteniendo un patrón común en su línea (hacernos sentir como una presa más en las macabras y crueles garras de sus villanos protagonistas), el slasher ha logrado sobrevivir a su manido y trillado discurso, y aún cuarenta años después de su origen éste continúa sorprendiéndonos con volantazos tan ingeniosos como el que Chris Nash nos propone en su particular “De naturaleza violenta”; un ambicioso juego de espejos en el que, para variar, nos invita a ponemos en los zapatos del asesino.

Para dar forma a la arriesgada condición de la cinta, el cineasta canadiense se vale de recursos técnicos valientes e inteligentes como la presentación de su enigmático protagonista en un POV (similar al de un videojuego), la exposición de ciertos acontecimientos fuera de plano o la irrelevancia en cámara de sus respectivas víctimas, limitadas a figurar en escorzo y grandes planos generales donde rara vez tenemos acceso a una descripción detallada de ellas. Sin duda, una perspectiva relativamente insólita con la que se persigue ahondar en las motivaciones y raíces de este sobrehumano y escalofriante ser, aunque pronto veremos que el concepto del film también evidenciará algunas lagunas.

Como consecuencia de esta apuesta, la película abandona ese ritmo frenético tan característico de un slasher canónico en favor de rellenar metraje con eternas caminatas y prolongados silencios que con temple jugarán con la paciencia del público al tiempo que ilustrarán el cometido de este sádico criminal: no dejar títere con cabeza. A cambio de renunciar a la anticipación y al factor sorpresa, eso sí, la película no defrauda y nos brinda una llamativa colección de ocurrentes matanzas que convencerán con creces a los amantes del cine más sanguinolento.

Consciente de que confiarlo todo en el punto de vista del asesino termina por resultar limitado para la narrativa y el desarrollo de ésta no puede sostenerse por más tiempo a través de escenas en off y planos voyerísticos, la película acaba traicionando su prerrogativa original y cierra sus últimos veinte minutos invirtiendo el foco. Un retorno al lenguaje clásico en el que se le entrega a la superviviente la competencia de decir la última palabra y con la que, de alguna manera, también conseguimos poner luz a modo de corolario a esa naturaleza violenta de nuestro protagonista.

“De naturaleza violenta” es un win-win para todo tipo de espectadores. Quienes busquen disfrutar con los lugares comunes del género tendrán el kit completo con cabañas en el bosque, jovencitos potencialmente odiosos y hasta una final girl de turno; quienes por el contrario deseen ver una historia diferente que logra crecer más allá del hecho de presentarnos una masacre al uso, también se toparán con una sublectura como poco mañosa y dispar. Un propuesta con coraje que subraya el buen estado de salud del cine de terror en 2024 y nos demuestra que el slasher con éxito ha dejado de depender oficialmente de las franquicias más comerciales.

 

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