David Weil era un prometedor estudiante de Ciencias Políticas de Harvard. Su sueño era convertirse en redactor de discursos para alguno de los grandes nombres del circo ideológico norteamericano. Todo cambió cuando acudió a Cannes el año 2009. En el festival francés vio “Un profeta” de Jacques Audiard y “La cinta blanca” de Michael Haneke (película, por cierto, que se llevó la Palma de Oro). Regresó a casa convencido de que debía cambiar el mundo de la política por el del cine. Se mudó a Los Angeles dejando atrás toda su vida. A lo largo de varios años trabajó de noche en curros de mierda y escribía durante toda la mañana y toda la tarde. Y al fin llegó el día en el que diversos de sus guiones acabaron en "La lista negra": a pesar de su nombre (que quiere ser, justamente, un tributo a todos los escritores que sufrieron La Caza de Brujas de McCarthty), se trata de una especie de inventario que recoge los guiones que los jerifaltes de la industria cinematográfica consideran más prometedores.
Poco después Weil estaba colaborando con gente del calibre de Darren Aronofsky y J.J. Abrams, trabajo que compaginó con una desastrosa carrera como actor. Pese a reconocerse como el peor actor de la historia, participó en varios capítulos de “The Young And The Restless”, serie icónica que empezó a emitirse en 1973 y que aún hoy, casi cincuenta años después, sigue en antena. Y entonces escribió el piloto de “Hunters”. No solo eso, sino que él, un novato casi sin experiencia, consiguió convencer a los directivos de Prime Video para que tiraran adelante el proyecto (asegura que tiene suficiente material escrito como para rodar cinco temporadas). Mejor aún, también sedujo a Al Pacino para que fuera uno de sus protagonistas. ¡EL PUTO AL PACINO!, uno de los más grandes de la historia del cine que llevaba desde 2003, año en el que formó parte del reparto de miniserie “Ángeles en América”, sin participar en un proyecto para la pequeña pantalla.
Cuando eran pequeños, David Weil y sus hermanos se sentaban alrededor de su abuela y escuchaban entre fascinados y aterrados las historias de drama que les explicaba sobre los años de terror que vivió encerrada en los campos de concentración nazis. Fue la única de su familia que consiguió sobrevivir a Auschwitz y Bergen-Belsen. Aquellos relatos, que a Weil le recordaban a los cómics de superhéroes que tanto le gustaban, han sido la principal fuente de inspiración de “Hunters”. Dividida en diez capítulos ya disponibles en Prime Video, la serie nos retrotrae al Nueva York de finales de la década de los años setenta, donde un grupo de justicieros liderados por un superviviente del Holocausto (el personaje interpretado por Al Pacino) va tras los pasos de los muchos nazis infiltrados en todos los escalafones de la sociedad que conspiran para instaurar en Estados Unidos el Cuarto Reich.
Pese a algunos defectos (el principal es su tendencia a la sobredimensión, empezando por el minutaje, con un primer capítulo que se alarga hasta los noventa minutos) y pese a que no es excepcionalmente sublime ni marcará época, “Hunters” es un disfrute. Entre la comedia, el drama y el producto de acción con violencia sin cortapisas; es un ingenioso mash up de géneros y estilos, trama adictiva y una recreación de época brillante (especial mención para su directora de arte, la española Rosa Callejas) y tiene todos los ingredientes (Tarantino, Kevin Smith, el mundo del cómic, el cine explotation...) necesarios para gustar, y mucho, a cinéfilos y adictos a las series.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.