Tal y como la propia película bromea con ello, el año pasado pudimos disfrutar de la recuela –definido como una mezcla entre secuela y reboot– de “Scream” que no fue “Scream V”. Aquella cinta se mantenía fiel a la saga de Wes Craven, pero con el estilo neoslasher de las películas de terror de la actualidad, ironizando fervorosamente sobre lo que se ha dado en llamar terror elevado y, por supuesto, el propio género de los slashers. La película supuso todo un éxito para Paramount que, un año después, lleva a las pantallas la sexta entrega de la saga, esta vez numerada, subrayando que esta cinta es más continuista que la del pasado año.
Como era de esperar, la saga sigue en manos de Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, quienes más allá de firmar la disfrutable entrega anterior de la saga son también los autores de “Noche de bodas” (19), película protagonizada por Samara Weaving, encargada de contestar el teléfono al inicio de esta “Scream VI”. Sin Neve Campbell, la cinta cuenta con gran parte del reparto que ya vimos el año pasado como las hermanas Carpenter, Jenna Ortega y Melissa Barrera, y por supuesto, la incansable Courtney Cox en su rol de Gale Weathers.
En esta ocasión nos trasladamos a la Gran Manzana –aunque tarda casi una hora en llevar a cabo este viaje– como ya ocurría en “Viernes 13. VIII parte: Jason vuelve para siempre” (89), con la intención de convertirnos en testigos de cómo se desata el caos en sus diferentes distritos. Y por muchas reticencias que podamos tener al principio, “Scream VI” acaba sorprendiendo para bien tanto como su predecesora. Quizás lo más decepcionante sea la revelación de quien se encuentra bajo la máscada de Ghostface. Pero incluso así, nos brinda algunas escenas muy potentes como la secuencia del metro, sin lugar a dudas la más salvaje de toda la saga hasta el momento. De todos modos, es muy posible que lo más terrorífico de la cinta sea ver las dimensiones de la desconexión existente entre las personas en plena era tecnológica, plantándonos frente al, por momentos, aterrador individualismo propio de la sociedad actual.
Así que podríamos concluir que “Scream VI” es una película que se disfruta tanto por su valor como homenaje a la franquicia como por su satisfactorio ejercicio de metacine. Y como no podía ser de otra forma, dejando abierta la posibilidad de una séptima entrega.
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