Crítica de 'Mil golpes', la nueva serie del creador de 'Peaky Blinders'
Cine - SeriesSteven Knight

Crítica de 'Mil golpes', la nueva serie del creador de 'Peaky Blinders'

6 / 10
Raúl Julián — 03-03-2025
Empresa — Disney +
Fotografía — Cartel de la serie

Sobre el papel, las premisas no podían pintar mejor de cara a esta nueva propuesta por parte de la plataforma Disney+: una serie inspirada por hechos históricos y surgida de la mente de Steven Knight –creador de ese clásico moderno que es “Peaky Blinders”–, ambientada en el Londres de la época victoriana y con la excusa del inminente negocio/deporte del boxeo como telón de fondo. Sin embargo y en la práctica, el cúmulo de elementos no termina de cristalizar en torno a una estructura determinada (ni determinante), con el argumento de “Mil Golpes” bifurcado en dos historias paralelas que, en su afán por entremezclarse, generan un desequilibrio consecuencia directa del interés que una y la otra pueden despertar en el espectador.

Por un lado, el foco cae sobre el personaje imprescindible de Sugar Goodson, interpretado magistralmente por ese todoterreno (ahora musculado) que es Stephen Graham. Un boxeador de suburbio plagado de contradicciones y abonado a la violencia, además de en constante lucha contra sus propios demonios y que asume sin pestañear la parte del guion con mayor poso. Sugar encontrará su némesis en el recién llegado desde Jamaica Hezekiah Moscow (papel ejecutado por Malachi Kirby), iniciando una rivalidad que trascenderá el ring hasta prender en lo personal. Por otro lado, aparece la historia de la banda delictiva femenina “Los 40 elefantes”, quienes, entre hurtos y chanchullos de todo tipo, planean el que será su golpe maestro.

El propio Moscow –un personaje basado en la historia real de este hombre que llegó con una oferta para domar leones en el zoo londinense y terminó inmerso en el circuito del boxeo– hace las veces de nexo de unión entre ambas líneas argumentales, en este caso apostando por una relación de amor/desconfianza con la reina de la banda, Mary “Polly” Carr, interpretada por Erin Doherty. El resultado de aunar todos los ingredientes en la misma marmita es la primera temporada de “Mil golpes”, una serie bien ambientada y con actores inspirados (también destacan Jason Tobin, Francis Lovehall o James Nelson-Joyce), que trata de frente temas como el racismo, la lucha de clases, la amistad o el mismo papel de la mujer en la época.

En ese empeño por entreverar materias, la serie parece quedarse un poco a medio camino de ninguna parte, dejando (de paso) un puñado de tópicos y moralejas, así como cierto romanticismo disfrazado de una crudeza no siempre creíble. La temporada termina con un adelanto de lo que será la continuación de la serie, en el que parece intuirse que derivará sin remisión hacia la lucha de bandas organizadas y que, atendiendo al currículo de Steven Knight, bien podría así ver potenciada su pegada. Claro que también cabe la posibilidad de que “Mil golpes” quede como refrito menor de “Peaky Blinders” y evite sumar para la causa. Margen de mejora tiene, desde luego, pero será el tiempo (y esa anunciada segunda temporada) quien dicte sentencia.

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