Trece vidas

Cortas se quedan las palabras para hablar de la nueva película de Ron Howard. Si bien conocía el hecho principal que narra "Trece vidas", desconocía mucho de los sucesos ocurridos, más allá de su final y de la muerte de buzo tailandés Saman Kuman, lo que me ha ayudado a que el visionado de la cinta fuese en todo momento con máxima atención. Tras una irregular etapa después del éxito de "Rush" (2013), con películas como "Inferno" (2016) o "Han Solo" (2018), Ron Howard vuelve a la dirección con una cinta la que se podría describir como un docudrama sobre los hechos ocurridos en Tailandia en el año 2018, donde un equipo de fútbol de jóvenes se quedó atrapado en la cueva de Tham Luang junto con su entrenador.

Más allá del reparto nacional es cual está totalmente impresionante, son los buzos británicos interpretados por Colin Farrell (John Volanthen) y Viggo Mortensen (Richard Stanton), los que comandan el film con la ayuda de Joel Edgerton (Dr. Richard Harris), Tom Bateman (Chris Jewell), Paul Gleeson (Jason Mallinson). Con dos horas y media de duración, la película es totalmente inmersiva a la par que claustrofóbica y no se hace pesada en ningún momento, desde el principio va al grano.

En ella se puede ver cómo toda una comunidad y miles de voluntarios de todo el mundo se unieron con un objetivo común, dejándonos ver todas las etapas del rescate, incluida tareas externas a lo ocurrido en el interior de la cueva, pero igual de importantes, como el desvío del agua que se filtraba a la cueva desde la montaña hacía unos campos locales, terminando con la cosecha de sus vecinos.

Definitivamente, "Trece vidas" es una de esas pelis basadas en hechos reales en las que conoces el final, pero es tremendamente imposible quitar el ojo de la pantalla. Sin duda una de las mejores producciones originales del catálogo de Amazon Prime, la cual a priori seguramente esté nominada en la temporada de premios, tanto en su aparato técnico como en sus actuaciones.