Cuando un nuevo proyecto televisivo arranca sus primeros compases referenciando de forma explícita a “Rick & Morty” y “Futurama” como principales puntos de ubicación para el espectador, algo nos empuja a pensar que desde ahí solo se puede ir hacia arriba. “Farzar” nos recordará sin duda a múltiples e icónicas incursiones de la animación para adultos reciente, pero nos sorprenderá estirando los extremos de la zafiedad y dándole la vuelta a los límites de la corrección política como pocas series actuales hacen.
La nueva y descacharrante propuesta animada para Netflix de Roger Black y Waco O'Guin (responsables de otras barbaridades como “Brickleberry” o “Paradise Police”) se propone meternos de una patada en un universo de ciencia-ficción e irreverencia protagonizado por un déspota y ególatra Renzo, su poco espabilado hijo Fichael, y un variopinto pelotón de guardianes intergalácticos (denominados el equipo C.A.C.A., y qué bien podrían ser el resultado de haberle proporcionado droga caníbal al elenco de “Enano Rojo”), quienes juntos lucharán contra el oscuro y malévolo Lord Bazarack (el supuesto villano de esta trama, si es que no lo son todos los involucrados en esta demencia).
Atrapada en una dinámica de gags incómodamente ordinarios que obligarán al espectador a llevarse irremediablemente las manos a la cabeza y envuelta en ese halo de nostalgia estética que nos remite inevitablemente a “Masters Of The Universe”, “Farzar” nos demuestra que, a pesar de lo trillada que la temática espacial pueda estar a estas alturas, aún quedan vueltas que darle al asunto (aunque para ello haya que retorcer en exceso un humor no apto para estómagos sensibles ni conciencias de fácil ofensa). Desmembramientos, aberraciones científicas, chistes capacistas, crueldad alienígena, y un desmedido uso de la escatología harán de nuestra descacharrante estancia en La Cúpula un tiempo en el que las carcajadas a mandíbula batida no cesarán a lo largo de sus diez episodios.
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