Black Mirror
Cine - SeriesCharlie Brooker



Black Mirror

8 / 10
Fran González — 20-06-2023
Empresa — Netflix
Fotografía — Cartel de la serie

A nadie le sorprende que los culpables del gran fenómeno distópico y seriado de la década hayan requerido de un amplio y prudencial hiato de espera desde su última incursión audiovisual hasta su anhelado regreso. ¿Quién sería capaz de volver a sobrecoger a la sociedad presente a partir de ficción, cuando la realidad de los últimos tres años ha sido lo más parecido al apocalipsis en el primer mundo que muchas generaciones vivirán? Una compleja cuestión a resolver que ha obligado a Charlie Brooker y a su retorcida psique a dar con la estrategia idónea que le permita renovar sus merecidos votos como relator referente del futuro más aterrador e incómodo de la mano de los cinco nuevos episodios que comprenden la sexta temporada de “Black Mirror”.

Tras una poco memorable quinta remesa de episodios, “Black Mirror” regresa con todo su arsenal de recursos bajo el brazo, no sin estar exenta de puntuales altibajos y desaceleres argumentales, como desgraciadamente hemos ido presenciando en anteriores temporadas. Los picos se suceden desde bien pronto, con una generosa retahíla de caras populares en su elenco (Salma Hayek, Michael Cera, Aaron Paul, Zazie Beetz) y un renovado surtido de tramas que lograrán esquivar el ya trillado uso de la tecnología y su maligno reverso como únicas herramientas narrativas. Por medio de exageradas formas de aleccionar al espectador sobre la importancia de ser dueños de nuestra imagen en la edad de oro de la mercantilización de datos, pasando por críticas a la normalización del sensacionalismo y el amarillismo, el vigente hartazgo del populismo tory, un inédito intento de slasher rural o unos aún más insólitos coqueteos con lo fantástico y lo sobrenatural, la temporada trata de demostrarnos sus soberanos esfuerzos por barajar a la vez y con éxito las diversas y ricas ramas de su registro –aunque ello suponga que el resultado, puntualmente, termine siendo más cuestionable que acertado–.

Capaces de darnos lo mejor y lo peor en una misma temporada, los diferentes responsables de los nuevos episodios de “Black Mirror” nos entregan algunos de los relatos más reseñables que la citada antología de Netflix nos haya ofrecido desde su lanzamiento (los golpes de comedia oscura dentro de ese mar de metalenguaje emocionante en “Joan es horrible”, el inapelable deseo de que “Loch Henry” dure por lo menos media hora más, o la brillante manera de recuperar el espíritu de “San Junipero” en el formidable “Beyond The Sea” son una buena prueba de ello). Sin embargo, también les vemos tropezar con insalvables pasajes de difícil remontada (“Mazey Day”) y actos que convencen hasta cierto momento, pero sin terminar de subir del todo al podio (“Demonio 79”).

Con todo, lo que es innegable es que esta es una de las apuestas menos convencionales y más heterogéneas de la saga, combinando entre sí escenarios que van desde una revisitada “2001: Odisea en el espacio” hasta un homenaje al grindhouse en época pre-Tatcher. Sabiendo que el dedo no saldrá de la yaga durante todo su metraje, “Black Mirror” vuelve a cumplir con nota en su cometido por removernos por dentro y no dejar indiferente a aquel que tiene a bien adentrarse en su abc de cabecera. Con ello, se logra que volvamos a ser testigos de su manera única de retratar las miserias y bajezas humanas de la mano de maravillosas alegorías contra el capitalismo y el esclavismo moderno con las que, nuevamente, Brooker y compañía logran sacarle los colores a nuestra sociedad.

 

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