Arcane
Cine - SeriesAsh Brannom

Arcane

8 / 10
Laura Càmara — 14-12-2021
Fotografía — Frame de la serie

Estas últimas semanas, "Arcane" ha recibido un sinfín de alabanzas, que tildaban a la serie de animación de ser todo un descubrimiento. Sin embargo, las asiduas recomendaciones de quienes ya la han visto siguen recibiendo una respuesta dubitativa, que suele ser algo así como un "pero es que nunca he jugado al LOL". Efectivamente, que la serie esté inspirada en el juego de ordenador League Of Legends suele resultar en cierta reticencia en el momento de verla, pero si el único recelo que le tenéis a "Arcane" es ese, os confesaré algo: no es necesario haber jugado jamás para disfrutarla. De hecho, esa es quizás una de las claves del éxito del lanzamiento de Netflix, y es que es tan apta para los fans del universo LOL como para los aficionados de la acción y las aventuras. Aprovechad ahora que así, cuando llegue la ya confirmada segunda temporada, tendréis los deberes hechos.

Lo primero que agradezco de "Arcane" es que sea una serie de animación. A pesar de que es un riesgo cuando se quiere atraer a un público cuanto más amplio posible —por aquel estigma de que los "dibujos" son para críos—, no hay forma más natural que la mezcla de 2D y 3D que emplea la serie para trasladar el lore de League Of Legends a la pequeña pantalla. Riot Games y Fortiche Productions han logrado que la fantasía intrínseca a Piltover y Zaun —ciudades del mundo donde se sitúa la acción— queden plasmadas a la perfección, en planos pictóricos igual de inmersivos (o incluso más) que si se tratara de un live action. Además, está claro que la animación permite tomarse muchas más licencias en cuanto a libertad creativa se refiere, sin que de ello dependa un presupuesto completamente desorbitado; la locura de Jinx, por ejemplo, gana fuerza gracias a los garabatos explosivos que aparecen mientras charla consigo misma, y la magia de Hextech peligraría, de ser una película con actores de carne y hueso, ante la posibilidad de parecer un tanto "cutre", en lugar del tenebroso "teseracto" que vemos en "Arcane".

Así pues, asistimos a la historia saturada —tanto a nivel cromático como en lo que la trama se refiere— de Vi (con la voz de Hailee Steinfeld) y Powder , dos hermanas huérfanas que se las apañan como pueden en las siniestras The Lanes. Acorde con la dicotomía tradicional en las series distópicas que contraponen clases sociales, los más privilegiados de "Arcane" viven "arriba" —bañados constantemente por tonalidades doradas y cálidas—, mientras que los más desfavorecidos habitan el subsuelo, malva y frío en el que abundan las cicatrices. Si bien Vi y Powder son los personajes principales, la dualidad característica en el universo de "Arcane" es visible también nivel de tramas; en Piltover, la "zona alta", Jayce y Viktor protagonizan otra línea de la historia.

Algo que me sorprendió fue que, a pesar de que el LOL es un MOBA —juego multi-jugador de arena de batalla en línea—, esta adaptación no destaca por enfrentamientos especialmente violentos. Sí que es verdad que abundan en la serie las luchas y los duelos, y que en ellos está presente un particular esmero por parte de los animadores, pero todos los combates distan de ser sangrientos. De hecho, la mayoría omiten el desenlace trágico de quienes pierden la lucha, sin ensañarse en detalles gore. Todo muy PG friendly, vaya.

Los villanos de la serie son complejos y están bien construidos, pero el parecido insólito de Jinx con la Harley Quinn de DC me chirría un poco. Antes de que los amantes del personaje se me echen encima, dejad que me explique; sé que los orígenes de sus respectivas conductas maníacas no se asemejan en nada, pero a nivel estético podrían ser perfectamente hermanas. Las trenzas azules de Jinx conforman, junto con su atuendo escarlata, un binomio cromático sospechosamente cercano al que caracteriza a Harley, y ambas son tan caóticas e histriónicas como ingenuas e infantiles. Además, el símil no termina aquí; aunque cierto es que la conexión de Jinx con el villano por excelencia de "Arcane", Silco, no es como la de Joker y Harley Quinn —paterno-filial más que tóxica y romántica—, sí que es verdad que ambas relaciones se parecen, si las observamos bajo el marco de creador y criatura. De hecho, una de las escenas de la serie es casi paralela a aquella en la que el Joker y la Harley de "Suicide Squad" saltan a una piscina de ácido (en "Arcane", un lago) en un acto que determina la metamorfosis final de Harley Quinn cómo villana. Aún así, solo recalco esto como algo curioso que, claro está, no afecta a mi percepción de que la serie es genial.

"Arcane" logra darles a los personajes del LOL un trasfondo complejo y profundo, y con las adiciones de personajes originales igualmente sólidos consigue dar más forma a un universo que está lejos de pecar de plano. Y es que aunque es cierto que que una serie de Netflix se viralice rara vez es sinónimo de que se trata de una masterpiece, estamos ante una de las pocas excepciones. Visión obligada si queréis pasar un buen rato.

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