Procedentes de Cataluña, ambos constituyen dos de los mejores exponentes del metal estatal, con una evolución dispar pero marcada siempre por la calidad, el perfeccionismo y la emoción. Hace diez años les sentamos en la misma mesa para hablar de sus ambiciones y de la supuesta escena del metal extremo en nuestro país y, a raíz del penúltimo fenómeno viral 10 Year Challenge, se nos ocurrió repetir la hazaña. Pero hay otros motivos de peso: Vidres a la Sang presentan este viernes 8 de marzo en la Sala Bóveda de Barcelona (acompañados por Barbarian Swords) su último disco “Set de sang”, presente en todas las listas del mejor metal nacional de 2018. Foscor, por su parte, ultiman estos días el que será su próximo disco, aún sin título, y que promete depurar aún más la acertada fórmula exhibida en “Les irreals visions”. Lo que sigue es el resumen de una larga y enriquecedora conversación cerca de su base de operaciones en Terrassa, localidad convertida recientemente en uno de los más fructíferos epicentros del metal extremo local.
Mirad esta foto –les enseño la foto conjunta que les hicimos en 2009 para ilustrar nuestro anterior reportaje sobre ambos grupos–. ¿Cómo han cambiado las cosas desde entonces?
(Fiar, Foscor) Si hicimos aquello y nuestra posterior gira conjunta es porque vivíamos en un estado de entusiasmo. Estábamos ilusionados con nuestros respectivos nuevos discos y pensábamos que podíamos dar un salto adelante. A lo largo de la gira aprendimos que las cosas no eran tan fáciles, sino que requieren de un trabajo que en ese momento tampoco controlábamos del todo. Ahora tenemos mucha más conciencia sobre qué supone montar giras, tirar un grupo adelante y promocionar una banda. Creo que tenemos un mayor control de los tiempos y un mejor conocimiento de las herramientas que podemos utilizar. Pero en cuanto al nivel de ilusión, para mí, no ha bajado ni un gramo.
(Eloi, Vidres a la Sang) Lo suscribo todo. Al principio teníamos ambición y ganas de hacer cosas, de crecer, de experimentar, de ver qué nos encontrábamos, porque había muchas parcelas del negocio musical que desconocíamos. De aquél momento surgieron también cosas muy positivas, como es este lazo, esta amistad, las vivencias que tuvimos... Y por otro lado chocamos con la realidad pura y dura de lo que representa esta tan mencionada escena, un término que me empieza a parecer un tanto gracioso. Nos llenamos mucho la boca con cincuenta mil grupos, pero a menudo no son más que ciertos ejercicios de chovinismo, que hacen que nos creamos un poco el centro del mundo. Hay una realidad última, que parece que a veces no queremos ver, y es que somos cuatro gatos. Se hacen las cosas por amor al arte y cada uno tiene su umbral de paciencia. Con esto no quiero decir que Vidres a la Sang haya tenido nunca un fin material, sería absurdo pensar en esta tesitura. Pero sí teníamos cierta ambición de dejar huella y que esto se tradujera en ciertos resultados. Hubo un momento en que sentí que esto ya no me aportaba más. Y ahora, después de todo este tiempo, hemos retomado un poco la marcha con otras ambiciones o, cuando menos, siendo conscientes de que no hay un objetivo claro y definido más allá que el de disfrutar de las cosas mientras las hacemos. Lo que venga pues bienvenido sea, pero con reservas.
¿Cuál crees que fue el detonante para reunir de nuevo a Vidres a la Sang tras ocho años de paro?
(Eloi, Vidres a la Sang) A nivel personal tuve una crisis existencial, estaba un poco enfadado con todo, e intenté transformar esta energía negativa en canciones para, de alguna manera, sentirme mejor. Primero empecé haciendo poemas y me di cuenta de que, de alguna manera, eran como una llamada subliminal a poner de nuevo la banda en marcha. Se lo comenté a los compañeros y nos reunimos, pero sin pensar en el día siguiente. Y aquí estamos (ríe).
(Fiar, Foscor) Creo que hace diez años ambas bandas estábamos en un momento muy similar. Cada una tenía su zona de confort y encontramos un punto en común para crear algo juntos, como fue la gira conjunta "Fosc Negre Metall Mort". Creo que hoy la zona de confort de unos y otros no tiene nada que ver, sobre todo porque Foscor ha seguido trabajando sin pausa en una estrategia y una búsqueda continuas. Desde fuera, creo que en el caso de Vidres ha habido una voluntad por parte de Eloi de expresar un momento vital, de nuevo, a través de la música. Y lo mejor de todo es que el grupo humano que tenía alrededor en su momento se ha sentido cómodo y ha recogido el guante.
¿Os veríais en estos momentos protagonizando una nueva gira conjunta como la "Fosc Negre Metall Mort"?
(Eloi, Vidres a la Sang) Esa gira la bautizamos, en pequeño comité, como la gira bipolar. Pasábamos de la euforia a la depresión en cuestión de un kilómetro de carretera. En las mismas condiciones, yo, personalmente, no repetiría una gira así.
(Marcos, Vidres a la Sang) Yo, incluso en peores condiciones, sí repetiría. Simplemente para compartir la experiencia con mis compañeros y con Foscor. Para mí, la carretera, los escenarios y, sobre todo, los amigos y la música son lo mejor. El resto me importa poco. Debo reconocer que algunos conciertos, como el de Sevilla, fueron un fracaso estrepitoso y volvimos hundidos. Pero, aún así, a mí eso me dura cinco minutos. Luego ya vuelvo a tener ganas. Yo me tiro por un barranco detrás de ellos.
(Eloi, Vidres a la Sang) Aquí también se debe tener en cuenta el hecho de que muchos seamos padres, que es un factor importante más allá de que nos vamos haciendo viejos. Esto nos hace pedir ciertas comodidades que antes no contemplábamos. No se trata de pedir whisky y cava en cada ciudad, aunque tampoco le haríamos un asco (ríe).
En este tiempo de pausa, y en especial en el caso de Eloi, ¿has seguido un poco lo que se está haciendo en el género metal, tanto en Cataluña como en el resto del mundo?
(Eloi, Vidres a la Sang) En honor a la verdad, no. No me considero una persona muy participativa, y lo digo más como un auto reproche, porque al final que una escena se solidifique depende también de la cooperación entre grupos, de un cierto espíritu colectivo del que no me siento partícipe. Me cansa un poco todo este rollo. Vidres me absorbe ya gran parte del tiempo y se me hace un poco pesado escuchar otras músicas, tanto de aquí como a nivel global. Me aburren la mayoría de propuestas, no sé si puede ser producto de la edad. Me cuesta maravillarme o sorprenderme ante cosas nuevas y no encuentro nada que me haga tambalear. Hay algunas excepciones, claro, pero me parece que hay más grupos que afición, al menos en el metal. Me alucina que haya tantos y tantos grupos.
Os he preguntado por la escena metálica actual porque parece que últimamente ha habido un cierto auge de grupos de metal que cantan en catalán. ¿Este factor os ha alentado a reuniros o, en cierto sentido, a reivindicaros?
(Eloi, Vidres a la Sang) Vidres a la Sang es un grupo absolutamente independiente de lo que sucede a su alrededor. Hemos vuelto, sencillamente, porque sentía la necesidad de hacerlo.
(Albert, Vidres a la Sang/Foscor) Ver tantos grupos extremos cantando en catalán sí que te da un punto de orgullo. Quizás a partir de nosotros algunos de ellos se han atrevido a dar el paso, pero la vuelta no es una reivindicación de nada de esto.
(Fiar, Foscor) La magia es que, sin conocer el entorno, Vidres consigue un reclamo brutal. Y eso creo que es algo impagable y que no todo el mundo puede conseguir. Tiene un plus de especialidad que en cierto momento generó un cambio de chip.
(Albert, Vidres a la Sang/Foscor) La música de Vidres tiene sus raíces en el death y el black metal, pero también parte de muchas cosas diferentes, como las letras de Miquel Martí i Pol, que es un acierto que hace que líricamente tenga mucho jugo; las composiciones enganchan, son canciones más comerciales que un grupo de death metal estándar. Y creo que eso el oyente lo agradece.
En "Set de Sang" habéis incorporado voces limpias, que tienen una gran presencia. ¿Cómo decidisteis dar este paso?
(Eloi, Vidres a la Sang) Queríamos hacer algo un poco diferente, añadir algún elemento para que nuestras familias nos tomaran un poco más en serio (risas). Afortunadamente, es un honor y un privilegio ver que hay un cariño y un apoyo de un sector del público del metal que ha conectado profundamente con nosotros. Yo siempre digo que, de alguna manera, Vidres es un grupo demasiado underground para el rollo comercial, y demasiado comercial para el rollo underground. Quizás este hecho de estar en terreno de nadie ha motivado que nuestro público sea bastante fiel, porque sienten Vidres como algo muy especial y muy propio. Pero más allá de esto, el grupo no nos ha sacado ni mucho menos de pobres. Nos alimenta el espíritu y con eso ya vamos haciendo.
Foscor ya hizo el cambio a voces limpias hace un par de discos. Eloi, no sé si llegaste a escuchar “Those Horrors Wither” o “Les irreals visions” o si llegaste a comentar este aspecto con Fiar, de cantante a cantante...
(Eloi, Vidres a la Sang) Comentarlo directamente no, pero es muy probable que de alguna manera fuera una inspiración no consciente y que el ejemplo de Foscor nos abriera puertas a la hora de plantearnos esta posibilidad. No lo he analizado en profundidad, porque, de hecho, en otros proyectos ya había cantado con voces limpias. Llega un momento en que te quieres probar a ti mismo y ver si eres capaz de cantar de maneras diferentes.
Los músicos que estáis en ambas bandas, ¿cómo veis una y otra? ¿Qué os aporta cada una?
(Albert, Vidres a la Sang/Foscor) Me costó un poco más entrar en las dinámicas de Foscor, pero ambas son completamente distintas, tanto a la hora de hacer un disco como de ensayar. No tienen nada que ver.
(Eloi, Vidres a la Sang) En nuestros orígenes, Vidres veníamos más del death metal y Foscor del black metal, pero cada una ha evolucionado hacia terrenos más diferenciados, y esto afecta a la naturaleza y al día a día en la banda.
Jordi (Vidres a la Sang/Foscor) La naturaleza de Foscor los lleva a experimentar hacia terrenos más modernos, buscar una nueva perspectiva en cada nuevo trabajo, y terminar de depurar el camino que ya han encontrado. Y Vidres está más marcado por el trabajo y el carácter de Eloi.
(Eloi, Vidres a la Sang) Me parece que el trabajo en Foscor es más cooperativo. Dicho de otro modo: Foscor es una democracia y Vidres una dictadura (ríe).
Falke, en tu proyecto Soul Aside experimentas con otros estilos musicales. ¿Crees que esto puede haber afectado al sonido de Foscor?
(Falke, Foscor) Era la idea. Aplicar una vertiente externa al metal e intentar abrir la mente sin dejar de ser Foscor pero con matices diferentes. El metal cada vez nos influencia menos en favor de estilos como el post-rock.
(Albert, Vidres a la Sang/Foscor) La sensación es que Foscor ha cambiado mucho, y sí, ha cambiado, pero sobre todo se percibe en las voces. Si escuchas sólo las guitarras, yo creo que ahora son mucho mejores. Y siguen siendo Foscor.
(Eloi, Vidres a la Sang) Si volvieran a poner voces black metal, seguramente el cambio no sería tan chocante. Pero mucha gente, a veces, no suele ver estos detalles.
Ahora que ya ha pasado un tiempo, como creéis, desde Foscor, que el público ha recibido vuestro cambio musical? ¿Pensáis que cierto os ha dado la espalda?
(Fiar, Foscor) Somos una banda muy abierta a cosas distintas porque nuestra manera de vivir la música es muy permeable a cualquier estilo. Siempre ha habido en el corazón de la banda esta inercia de buscar un lenguaje propio. Por otra parte, considero que desde hace unos años el público en general bascula hacia una nueva forma de entender la música que vuelve a ser bastante más abierta, y esto también ocurre en el mundo del metal. El problema es que aquí siempre hemos ido a remolque de lo que ocurre en el resto del mundo. No creo que seamos pioneros en nada, pero creemos que hay una vía que avanza hacia aquí y que, para nosotros, es la más interesante.
(Falke, Foscor) Con el fichaje por Season Of Mist y la publicación de “Les irreals visions” nos planteamos cambiar de nombre. De hecho, de puertas afuera, somos casi una banda nueva, pero el lenguaje del grupo, en el fondo, sigue siendo el mismo.
Ahora voy a leer algunas frases que dijisteis en el reportaje de hace ahora diez años, a ver si os seguís identificando con ellas. La primera es de Vidres a la Sang: “Vivimos, respiramos y comemos esto. Nuestra vida gira en torno a la música y el grupo, y sin esto no seríamos los mismos”.
(Eloi, Vidres a la Sang) Lo único que puedo decir es que si dije eso, mentí (ríe). Dicho de otro modo, me engañé a mí mismo. Nunca lo he sentido así. Mi compromiso con la música es innegociable. Esto abarca una serie de cosas, como la inquietud compositiva en busca de mis propias verdades musicales, subjetivas. Por lo demás, todo me parecen simplemente condimentos de la ensalada. Nunca he sentido que Vidres fuera, de alguna manera, el único motor sobre el que gira mi vida. Sigo vibrando igual, pero las expectativas han cambiado.
(Marcos, Vidres a la Sang) Yo sigo pensando igual. Evidentemente no es el único motor, ni antes ni ahora, pero sí es un pilar fuerte. Exista o no el grupo, siempre me seguiré considerando un soldado de Vidres a la Sang (risas).
Otra cita de Vidres a la Sang en referencia al disco de 2009 “Som”: “Con este disco hemos querido disfrutar tocando y no tanto demostrar hasta dónde llega nuestra técnica, pero lo primero ha sido reinventarnos”.
(Eloi, Vidres a la Sang) Sí, totalmente. Considero “Som” como el primer disco maduro de Vidres a la Sang. Me cuesta escuchar los anteriores discos, me pongo las manos a la cabeza al comprobar cómo hacíamos las cosas, como ejecutábamos los temas, no tanto su esencia. A partir de “Som” creo que empezamos a aprender algunas cosas y por eso empezamos a disfrutar un poco de lo que hacemos. Creo que “Set de sang” es realmente la propuesta más madura que Vidres a la Sang es capaz de ofrecer a día de hoy. Creemos en este disco. Es un ejercicio de conciencia sobre nuestra propia música, sobre nuestros límites y sobre los horizontes que nos quedan por explorar.
Pregunta para Foscor: ¿Estáis de acuerdo con que “Set de sang” es el disco más maduro que Vidres a la Sang puede ofrecer?
(Fiar, Foscor) Es un discazo. La madurez y el control de las herramientas es evidente. Creo que es un disco muy pensado. Aquí hay un gran ejercicio de maduración y de concreción de ideas. No creo que sea lo mejor que pueden ofrecer porque conozco el potencial de todos ellos y estoy convencido que aún tienen mucho más que ofrecernos en el futuro. Pero es un gran disco, maduro y muy concreto.
Les podéis devolver el cumplido. ¿Qué pensáis de “Les irreals visions” de Foscor?
(Eloi, Vidres a la Sang) ¿De quién? (risas)
(Fiar, Foscor) De “fortor”... (“hedor” en catalán, que rima con foscor).
(Eloi, Vidres a la Sang) Reconozco que en un primer momento me chocó, sobre todo por el cambio de registro vocal. No me esperaba una apuesta total y absoluta por las voces limpias, pero, como todas las grandes propuestas musicales, al final me fue entrando y fui comprendiendo. Para mí, Foscor es el único grupo con cara y ojos que ha habido en el conjunto del estado en cuanto a coherencia, inquietud creativa, buen gusto y conocimiento de sus limitaciones y virtudes, que han sabido explotar sin ponerse barreras. Un gran disco. Aunque, y ahora aparco la diplomacia, yo soy de los que me gusta más el rollo trve! (risas).
(Fiar, Foscor) Que en diferentes épocas, diferentes oyentes le encuentren ciertas virtudes a cada disco y a cada etapa del grupo, es algo realmente impagable.
Volviendo a las citas, hace diez años, Foscor afirmabais: “La música extrema tiene una parte de performance obligada” y “la densidad y la emoción son la base de toda nuestra música. Y en este caso hemos buscado también más ritmo”.
(Falke, Foscor) Hemos intentado llevar todo esto a un nuevo terreno pero volviendo al mismo tiempo a las raíces. Queríamos recuperar cierto lenguaje, buscando fórmulas nuevas pero recobrando la atmósfera, la emotividad y la grandeza de siempre, sin duda.
(Fiar, Foscor) Esta premisa estaba en el anterior disco, “Les irreals visions”, y creo que sigue muy vigente. En cuanto al concepto de performance, tenemos un punto de vergüenza o timidez que nos impide ir más allá, pero sí es un aspecto en el que intentamos poner mucha atención. Intentamos construir un show que pueda ligar con una idea, un concepto o una emoción pero que al mismo tiempo sea lo más cercano a como somos en el día a día.
Si pudierais elegir un festival donde tocar, que creáis que os representa como grupo, y una banda con la que salir de gira, dejando de lado cualquier limitación económica, ¿qué festival y qué grupo elegiríais?
(Albert, Vidres a la Sang/Foscor) A mí me gustaría el Download porque tocan Tool (ríe).
(Fiar, Foscor) Hablando claro, el Roadburn o el Prophecy Fest. Creo que Roadburn es la madre del cordero de una actitud hacia la música, de ir más allá y mezclar música emocional con nuevos lenguajes. Además, es un punto de encuentro importante de la industria mundial del sector: mezcla una oferta artística excelsa con un gran marco de posibilidades.
(Eloi, Vidres a la Sang) De bandas, Iron Maiden. Es el único grupo con el que realmente me haría ilusión tocar. Todo lo demás me importa una mierda (risas). O Judas Priest.
(Albert, Vidres a la Sang/Foscor) A mí me gustaría mucho tocar en el Doctor Music Festival. Es un cartel tan loco que me encanta. Y no entiendo las críticas, porque siempre ha sido así. O en el Primavera Sound.
(Eloi, Vidres a la Sang) Exacto, en un lugar donde no pintemos nada (ríe).
(Esteban Portero. Foscor) En cuanto a bandas, más allá de fantasías como tocar con Iron Maiden, yo creo que algo que nos beneficiaría y que a mí personalmente me gustaría mucho, porque me parecen un referente, sería una gira de Foscor con Deafheaven.
(Eloi, Vidres a la Sang) ¿Quiénes son estos?
Una banda norteamericana que mezcla black metal con shoegaze...
(Eloi, Vidres a la Sang) ¿Con showgirls? (risas)
¿Qué nos podéis adelantar del nuevo disco de Foscor?
(Fiar, Foscor) Podemos contaros que saldrá este año, que es un disco mucho más concreto que “Les irreals visions”, que vamos mucho más al grano y que hemos pretendido hacer un disco pop, en el sentido de que es muy escueto, con siete temas de estructuras, melodías y recursos lo más reconocibles posible. Es un trabajo de síntesis que esperamos que guste y enganche a la gente.
(Jordi, Vidres a la Sang/Foscor) Es una evolución más radiofórmula de “Les irreals visions”.
(Esteban Portero, Foscor) Pero a la vez creo que es un disco más cañero que el anterior. Tiene más velocidad, más blast beats, aunque las guitarras son más post-rock. Hemos intentado hacer una amalgama entre la potencia del metal y la atmósfera del anterior disco.
Para despedirnos, una pregunta para Vidres a la Sang: ¿Qué esperáis de este regreso a los escenarios, el próximo 8 de marzo en Barcelona junto a Barbarian Swords?
(Albert, Vidres a la Sang/Foscor) Tenemos mucha curiosidad por comprobar la reacción de la gente. Es una gran incógnita.
(Eloi, Vidres a la Sang) Esperamos que sea una gran noche y que la gente se emocione al máximo, tanto como creo que lo haremos nosotros. Estamos nerviosos porque hace tiempo que no subimos a un escenario y nunca sabes cómo reaccionarás cuando estés allí. Pero podemos garantizar que lo daremos todo. Vamos con un técnico de sonido propio y ayudantes en el backline, cosas que nunca antes habíamos tenido en cuenta. Todo ello debería permitirnos ofrecer un concierto más profesional. Pero la prioridad, como siempre, será emocionar a través de nuestra música. Tenemos muchas ganas de mostrarnos, de dar un grito al cielo y de disfrutar en comunión de un momento que creemos que será especial.
Javi Félez, el relator
Si el metal estatal cuenta con algo remotamente parecido a la figura del productor estrella, este es Javi Félez. Miembro de grupos como los death metaleros Graveyard y Korgull The Exterminator, por los controles de su estudio Moontower Studios, ubicado también en Terrassa, han pasado bandas como Avulsed, Crisix, Altarage, Insulters, Teitanblood, Memest, Ataraxy, Cuzo y un larguísimo etcétera que incluye, por supuesto, los últimos discos de Foscor y Vidres a la Sang.
¿Qué semejanzas y diferencias destacarías entre ambas bandas?
(Javi Félez) Sinceramente, son dos bandas con un modus operandi, una sensibilidad musical y una profesionalidad muy similares. Al ser bandas con gente de cierta edad y experiencia, no se pierde tiempo con cosas básicas que ralentizan la grabación. También ayuda que tanto Eloi de Vidres a la Sang como Falke de Foscor tengan nociones de producción, Pro Tools, etcétera. Facilita mucho las cosas, ya que hablamos el mismo idioma. Cuando trabajas con bandas que no controlan nada de esto, la comunicación se hace compleja y a menudo es fácil malinterpretar lo que quieren realmente en términos sonoros. Destacaría también su nivel musical. Seguramente, de los últimos veinte o treinta discos que he hecho, producido o mezclado, los de Foscor y Vidres sean los que han requerido menos edición, por no decir ninguna, un hecho que creo que se nota escuchando los discos: suenan reales, naturales, con imperfecciones humanas propias de personas que tocan instrumentos en lugar de robots. Como ves, hay más paralelismos que diferencias (sonríe).
¿Cuál ha sido tu papel en ambos casos? ¿Tenían las ideas muy claras desde un principio?
El disco de Vidres a la Sang lo grabó Eloi en el estudio que tiene en casa, y yo me encargué de la mezcla y la masterización. En el caso de Foscor, me he hecho cargo de la grabación y de la mezcla. Realmente no diría que los he producido, ya que son gente que llega al estudio con pre-producciones ya hechas, lo que recomiendo, siempre que sea posible, para obtener una imagen sonora de los temas y ver sus virtudes y defectos antes de entrar en el estudio. Ambos grupos tienen las ideas muy claras, por lo que mi input se limita básicamente al aspecto sonoro.
Si tuvieras que definir a los dos grupos con pocas palabras o adjetivos, ¿cuáles serían?
En el caso de Foscor: profesionalidad a todos los niveles, ideas claras y bien trabajadas, amantes del riesgo sonoro y la experimentación. Si hablamos de Vidres a la Sang: pasión desmedida en cada nota y golpe de voz, y credibilidad para con todo el proyecto. Leaders, not followers!
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.