Sin embargo, los siguientes pasos dados por el grupo y su frenética actividad hasta el día de hoy nos han llevado a otra cuestión: ¿Estamos ante lo versión soñada de Radiohead?
Abajo diez razones para explicar por qué el mono de Radiohead se cura con The Smile:
1.- La primera y más importante razón para no echar de menos a Radiohead Gracias a The Smile es que la energía con la que Yorke y Greenwood se han agarrado a este proyecto. Es como si tuviesen ansiedad por mostrar todo lo que no pueden hacer a través de una travesía guadianesca como la que corresponde a la nave nodriza, con cuatro LPs en los últimos veinte años y el último de 2016. Con The Smile, llevamos tres LPs en apenas dos años.
2.- Mucho se habla a la hora de buscar diferencias entre Radiohead y The Smile… Sinceramente, ¿los propios Radiohead no han sido siempre una banda con alergia al continuismo? ¿En qué se parecen “Ok Computer” (1997) y “Kid A” (2000)? ¿Y “The King Of Limbs” (2011) a “A Moon Shaped Pool” (2016)? Básicamente, en algo también presente en The Smile: la necesidad obsesiva de autodescubrimiento. No hay más que escuchar los tres singles de adelanto de “Cutouts”, su tercer LP, en los que caben referencias que van del Bowie berlinés a Burial, pasando por la hipnosis sinte de los Boards Of Canada más orgánicos y las derivas progresivas.
3.- En realidad, tanto “A Light for Attracting Attention” (2022) como “Wall of Eyes” (22024) se pueden contemplar como la continuación natural de “A Moon Shaped Pool”, último LP de los de Abingdon hasta la fecha. En el primero de ellos, la mano a la producción de Nigel Godrich sigue tan presente como en cualquiera de sus aportaciones como miembro fantasma del grupo en la producción desde “The Bends” (1995) en adelante. Por su parte, el segundo LP de The Smile rota sobre obsesiones del grupo tan habituales en Radiogead como su predisposición a armar canciones mutantes sin guion lógico, aparte de ahondar en su incesante búsqueda de la fusión entre disonancia, acústica, pulsión electrónica y progresiones de intensidad inesperadas.
4.- Con The Smile, estamos ante una nueva nueva edad dorada de Yorke y Greenwood, no comparable en influencia a los años que van de 1997 a 2001, pero sí en resultados. ¿O acaso hitos como “The Same”, “Skirting on the Surface”, “Pana-vision”, “Friend of a Friend”, “Wall Of Eyes” o “Foreign Spies” no son pruebas irrefutables del estado de gracia que están viviendo? Eso sí, bien es cierto que trabajos como “Anima” (2019), de Yorke en solitario, o las propias bandas sonoras de Greenwood reducen al máximo el porcentaje de casualidad.
5.- El apartado videográfico de Radiohead siempre ha sido uno de los puntos gravitatorios de su identidad, uno para el cual el director Paul Thomas Anderson ya nos dejó para la posteridad un vídeo como “Daydreaming”, aunque también su trabajo en “Anima”, con quince minutos de belleza experimental sofocante. En este sentido, la simbiosis entre el cineasta más cercano a Kubrick de nuestro siglo, Yorke y Greenwood (encargado de bandas sonoras de Paul Thomas Anderson) prosigue en The Smile por medio de milagros del celuloide como el videoclips confeccionado para “Wall of Eyes”, el cual representa el punto álgido de la comunión músico-visual kafkiana del universo Radiohead y sus diferentes extensiones. Con The Smile, las necesidades expresivas visuales también se centran en seguir rasgando las claves del futuro con sus videoclips realizados por Weirdcore, tal como queda de manifiesto en el reciente “Don’t Get Me Started”.
6.- En directo, Yorke y compañía están ofreciendo los conciertos más memorables de toda su trayectoria. La inclusión del batería Tom Skinner como tercera parte de la ecuación está proporcionando una agilidad rítmica sin precedentes que, sin entrar en odiosas comparaciones con Philip Selway, está ofreciendo la suficiente soltura como para que se atrevan hasta con actuaciones en festivales de jazz con la solea del Montreux Jazz Festival.
7.- Hablando de conciertos como el de Montreaux, The Smile nos ha proporcionado pruebas demoledoras de su necesidad por encontrar el punto continuo de metamorfosis en su música por medio de radiografías discográficas altamente reveladoras como “Live at Montreux Jazz Festival, July 2022” (2022), Ep que ha tenido continuación en 2023 con “Europe: Live recordings 2022” (2023).
8.- Con The Smile, han aflorado renovadas vías críticas en las letras de Yorke. Él mismo explica lo siguiente para Uncut este año a raíz de “Free in the Knowledge”, uno de los mensajes más bellos y contundentes, al mismo tiempo, que ha escrito nunca: “¿Qué te da esperanza actualmente? Los demás. Tú lo sabes, la gente común. No los payasos de extrema derecha que alimentan el miedo y odio que han tomado a nuestros gobiernos como prisioneros. Quizá lo hemos olvidado, pero mucha gente salió a la calle durante la pandemia – se formó un enorme movimiento femenino y el Black Lives Matter. Participé en una protesta enorme anti-Brexit en Londres con mi familia. No recuerdo ver tanta gente junta en un solo lugar antes. Dicen que fueron cerca de un millón. Esto me produjo una gran impresión. Los idiotas extremistas pueden inventar mentiras para engañar a la población durante cierto tiempo. De todos modos, sus promesas vacías y el uso de la fuerza pierden fuerza cuando miles salen a la calle, como pasa actualmente”.
9.- La sensación de que la química en cada disco es mayor proviene de la gran cantidad de conciertos que The Smile ha ofrecido desde que son grupo oficial. Adiós a las giras espaciadas en el tiempo, hola a un grupo que, a pesar de la grave enfermedad sufrida por Greenwood hace unos meses, parece estar siempre en la carretera. Los de The Smile, no son discos surgidos de la necesidad de romper un silencio de años, ni de un trabajo sesudo en estudio, sino de canalizar directamente lo que interpretan, improvisan y crean durante y entre cada concierto. Y esa energía es de las que traspasa la mera reproducción musical.
10.- La última razón proviene de la sensación de estar ante una formación que, a pesar de su bagaje con Radiohead, está compuesto por tres almas que han recuperado la ilusión de tocar en grupo, como no les pasaba a Yorke y Greenwood desde hace décadas, lo cual se puede rastrear desde una sensación recurrente: la sensación de estar contemplando el proceso creativo durante la escucha de sus discos. No en vano, cortes como “Bending Hetic” y “Don’t Get Me Started”, entre otros, parecen subrayar lo que Greenwood comentó para Uncut este mismo año respecto a la génesis del grupo: “Cada canción ha sido diferente, algunas ya estaban compuestas – pero en general, nacieron de la frustración de no poder componer o tocar con alguien, combinado con tener muchas ideas sin terminar. Poder tocar con Thom y Tom de pronto fue una liberación gloriosa. Llevó a que la música tomara vida. Son una compañia muy inspiradora. Todo sucedió muy rápido”.
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