Los discos de mi vida según The Limiñanas
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Los discos de mi vida según The Limiñanas

Redacción — 09-03-2025
Fotografía — Archivo

Los franceses The Limiñanas acaban de publicar su nuevo trabajo, “Faded”, un álbum que presentarán en nuestro país y en el que cuentan con colaboradores de lujo como Bobby Gillespie (Primal Scream), Jon Spencer o Pascal Comelade.

Aprovechando la ocasión y su próxima visita a Barcelona (29 marzo, Razzmatazz 2; junto a Exnovios) les preguntamos por los seis discos de su vida y es Lionel Limiñana quien nos comenta los suyos. 

(Puedes adquirir la entrada para su concierto al final de este artículo)

The B-52’s - "B-52’s" (1979)

Cuando era niño, The B-52’s me fascinaban. Eran como personajes de dibujos animados. Me conocía sus nombres y sabía que este disco lo habían grabado en Nassau, en Bahamas. El guitarrista, Ricky Wilson, era un genio, como podía apreciarse. También sabía que su guitarra Mosrite "Venture" tenía solo cuatro cuerdas. Murió muy joven. Nadie toca como Ricky Wilson. Sigo escuchando este disco muy a menudo y puedo decirte que tuvo una gran influencia en nosotros. Es el sonido del futuro.

The Fleshtones - "Roman Gods"(1982)

Con The Limiñanas le hemos robado todo lo posible a “Roman Gods”. El sonido fuzz de “The Dreg”, el tono de Keith Streng, todo está ahí. La diferencia entre The Fleshtones y los demás es ese algo especial. “Roman Gods” te hace querer bailar, romper todo lo que hay en tu habitación. Este disco en John Belushi en “Animal House” (“Desmadre a la americana”, 1978). The Fleshtones son soul y garage al mismo tiempo. Este es el disco de un grupo de amigos de Brooklyn que eligieron un estilo de vida y nunca lo traicionaron.

The Clash - "London Calling" (1979)

Éramos teenagers cuando “London Calling” nos dio el coraje suficiente para enfrentarnos a nuestro día a día, a la escuela, a los idiotas, a los profesores, a los padres, al aburrimiento... Yo era un teenager que no se sentía bien en su propia piel, pero era pinchar “London Calling” en mi tocadiscos y todo estaba bien. Fueron mis héroes.
Cierto día, pusieron “Rude Boy” (80) en la televisión francesa y descubrimos Inglaterra, el punk, las protestas, a los skinheads y a Joe Strummer. Este disco no ha envejecido ni un ápice, y los temas que trata tampoco... Por desgracia.

The Stooges - "Funhouse" (1970)

El segundo disco de The Stooges es el más grande disco de rock de todos los tiempos. Mi disco favorito. Iggy Pop canta increiblemente bien, las letras son brillantes... Nadie escribe como ellos. El sonido de la guitarra de Ron Asheton es salvaje, saturado, puro Napalm. Es precioso. El wah-wah y el fuzz. Y la producción de Don Gallucci. La banda ensayó, modificó y esculpió el sonido en el estudio hasta lograr capturar la toma perfecta en vivo –como bien muestran las tomas alternativas del boxset “Funhouse”–. Una auténtica obra maestra.

Otis Redding - "Otis Blue" (1965)

“Otis Blue” es una obra maestra compuesta por once clásicos, once piedras preciosas. Cuando Marie y yo nos conocimos, este fue nuestro disco. Lo llego escuchando desde siempre y me sigue emocionando. Adoro la voz de Otis, el sonido de la banda y, por encima de todo, amo a Steve Cropper, mi guitarrista favorito. Steve toca acordes sencillos y elegantes, pequeños licks y riffs impecables. Siempre lo clava. Steve Cropper es el mejor.
El disco incluye muchas versiones, entre ellas tres de Sam Cooke y una de The Stones, pero también composiciones del propio Otis, como la más preciosa balada, “I’ve Been Loving You Too Long”: la canción para los desesperados, los amantes, los románticos... “Otis Blue” combina la melancolía con momentos heroicos como “Satisfaction”, “Respect” o “Down In The Valley”.

The Cramps - "Songs The Lord Taught Us" (1980)

Este disco de The Cramps es brutal. Un disco salvaje con un sonido único, extremadamente bien producido por Alex Chilton. Es el álbum de la locura, de la serie B, de los freaks y de los marginados. También cuenta con un sonido de guitarra y una guitarrista, Poison Ivy, que es preciosa y no alguien con quien meterse. Lux, el cantante, era la pareja de Ivy y una suerte de clon de Frankenstein de la era de la Universal. Y también había un segundo guitarrista, Brian Gregory, que es aterrador. Este disco es rockabilly, garage, música primitiva con un sonido único, cavernoso y proto-punk. Hay temas originales y versiones, incluyendo la legendaria “Strychnine” de The Sonics. Mi hermano solía poner en su habitación “TV Set” a todo volumen antes de irse a la escuela. Tuve suerte. Este año vamos a tocar una o dos canciones de este disco en nuestros conciertos.

Agenda de conciertos:

Sábado 29 mar 20.30h 28€

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