La década de los ochenta del siglo pasado supuso un giro total en el panorama del pop mundial, gracias al eclecticismo y a la multitud de tendencias que nos arrojó la nueva ola procedente, una vez más, del Reino Unido: reggae, after punk, heavy metal y el tecno pop, posiblemente las más innovadora de todas ellas, merced al uso de los sintetizadores.
Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre si el techno pop es un sinónimo de synth pop o no: música electrónica; como la quien venía practicando el grupo alemán Kraftwerk desde los primeros setenta. El caso es que las nuevas tecnologías aterrizaron en el pop con el cambio de década y prueba de ello fue la aparición de canales de televisión consagrados a los videoclips como MTV, cuya primera emisión no pudo ser más reveladora: The Buggles y su “Video Killed The Radio Star”. Y aunque ya sabemos que el vídeo no mató a la estrella de la radio, el álbum que contenía la canción tenía un título bastante significativo; “The Age Of Plastic”, la era del plástico. Sorprendentemente, los Buggles no duraron mucho y sus componentes se integraron en bandas como Yes o Asia.
Tampoco coinciden los Heródoto del pop respecto al momento en el que la electrónica se afianzó como música de vanguardia en lo popular. Algunos apuntan a marzo de 1979 con el lanzamiento de “Pop Muzik”, del grupo británico M. Un tema sencillo, sumamente original y pegadizo. Los más clásicos apuestan por mayo de 1980, fecha en la que se editó “McCartney II”, primer álbum en solitario del ex Beatle, tras disolver su grupo Wings, cuyo último disco “Back To The Egg” merece ser reivindicado. Lo cierto es que Macca, un tipo que las coge al vuelo y que siempre está atento a lo que se cuece en el mundo musical, decidió encerrarse en sus posesiones escocesas y editar un disco en el que no solo tocaba todos los instrumentos, sino que además se dedicaba a experimentar con los sintetizadores; aunque la verdad sea dicha, “Temporary Secretary”, el tema más genuinamente synth pop del disco, resulta un poco estomagante. Aunque en realidad se estaba haciendo música electrónica de vanguardia en los cuarteles generales de artistas y formaciones como Gary Numan, Ultravox y The Human League, auténticos pioneros del pop y el rock electrónicos. Y eso por no hablar de los experimentadores que llevaban años dando pasos adelante en ese sentido.
Precisamente, ahora en octubre, se cumplen cuarenta años de la publicación de "Dare", tercer álbum de The Human League, grupo originario de Sheffield, capitaneado por Philip Oakey, letrista y solista, acompañado siempre de sus dos vocalistas: una morena y una rubia, como en la verbena de la Paloma, Susan Ann Sulley y Joanne Catherall. El disco incluía temas importantes como “The Sound Of The Crowd”, “Open Your Heart”, “Love Action (I Believe in Love)”, en cuyo video clip las chicas bailaban un tanto espasmódicamente; y por supuestísimo, el bombazo de la década: “Don't You Want Me?”, cuarto single del álbum.
Oakey se había convertido en líder de The Human League, una formación que habían creado Martyn Ware e Ian Craigh Marsh a partir de otro proyecto musical previo. Tanto es así, que tuvo que pagarle derechos a sus antiguos compañeros para poder continuar usando el nombre del grupo mientras estos se habían embarcado en otra banda referencial, Heaven 17, en la que combinaban electrónica, pop e incluso funk. Antes del espaldarazo de popularidad que supuso "Dare", The Human League ya contaban con los álbumes "Reproduction" (79) y "Travelogue" (80).
La canción llegó al número 1 de las listas del Reino Unido y de los Estados Unidos, subiendo tan rápidamente como la espuma. Son muchas las claves del éxito: Un inicio trepidante y machacón tal y como solían empezar New Order, una melodía pegadiza y una letra repetitiva que narraba una historia de desamor.
En esta ocasión, Philip Oakey permitió que Susan Ann Sulley (la rubia) le diera la réplica como solista, en plan dúo Pimpinela. Basta con fijarse en la letra para comprobar las similitudes. El resultado: más de un millón y medio de copias vendidas.
También contribuyó al éxito el videoclip, en el que Susan Ann lucía un excitante pelo corto con flequillo, tan propio de las chicas en los primeros ochenta, mientras que a Philip Oakey se le iba la mano con el colorete y los cosméticos; alcanzando cierto parecido físico con Ángel Pavlovsky, conocido showman y transformista de la época, que triunfaba en las salas de fiestas de Madrid y Barcelona.
El grupo entró en un estado de gracia y logró otros dos éxitos consecutivos: "Mirror Man" y "(Keep Feeling) Fascination". A partir de ahí, los éxitos se espaciaron en el tiempo y el grupo entró en una lenta decadencia con entradas y salidas de varios de sus componentes. En 1.995, lograron un nuevo éxito con “Tell Me When”, aunque ya no consiguieron un impacto tan grande como el de “Don't You Want Me?”, tema mil veces remixado y recontramixado, que han bailado ya unas cuantas generaciones y que ha conocido unas cuantas versiones.
Hoy en día, Philip Oakey sigue al frente de la banda; pese a que ya no le queda un solo cabello de aquellos pelazos que gastaba. Ciertamente, durante los ochenta surgieron bandas electrónicas de mayor calidad como Orchestral Manoeuvres In The Dark (OMD) o Depeche Mode, pero debemos constatar que ninguna tuvo un éxito tan permanente como “Don't You Want Me?”.
"Dare" no es el segundo disco de Human League, sino el tercero. Por Satán, viene en wikipedia bien claro. Y Gary Numan no es pionero del Techno, sino de la música electrónica y sobre todo del rock sintético.
Toda la razón Pedro. Lapsus del autor del texto. Gracias por recordárnoslo.