Aprovechando la ocasión, le preguntamos a su guitarrista Dan Hawkins por cuáles han sido los discos que más le han marcado a lo largo de tu vida.
Queen - Live At Wembley Stadium (1992)
Creo que mi hermano me dejo la cinta de este disco. Cuando abrí la cubierta había una foto aérea del grupo flotando sobre el estadio de Wembley abarrotado en su propio helicóptero adornado con el logo de Queen y en el interior había una toma increíble de Roger Taylor con un look jodidamente genial, con gafas de sol, tocando una batería enorme frente a cien mil personas. Antes de escuchar la primera nota a) Ya me había convertido en un gran fan de Queen y b) Ya tenía claro que iba a dedicar mi vida a convertirme en una estrella del rock. Ayudó que se tratase de probablemente el mejor disco en directo de todos los tiempos.
AC/DC - Powerage (1978)
Este es el disco que me hizo descubrir mi papel como guitarrista. Nunca he tocado mucha guitarra solista y cuando lo hago suele ser muy simple, teniendo en cuenta que aprendí de forma autodidacta con una acústica (yo era un batería que quería aprender cómo estaban escritas las canciones), y técnicamente un montón de mierda. Pero puedo escuchar a Malcolm tocando esos grandes acordes abiertos y esos riffs intrincados basados en afinaciones estándar abiertas y al instante descubrí que la simplicidad y la agresividad me ayudarían a salir adelante. Me convertí en un adicto de por vida a Malcolm Young y me dediqué a girar el altavoz completamente hacia la izquierda para estudiar cómo tocaba hasta que estuve muy cerca. Con “Powerage” aprendí que podía ser guitarrista sin necesidad de hacer cosas llamativas. Rock’n’roll total.
Led Zeppelin - IV (1971)
Llegué tarde a Led Zeppelin, pero, cuando por fin descubrí su genialidad, este disco se convirtió en una gran influencia para mí. Como he dicho antes, empecé siendo batería y dediqué muchas horas nocturnas borracho haciendo air drumming con baquetas escuchando este álbum. John Bonham suele considerarse uno de los más grandes baterías de todos los tiempos por un simple motivo... porque lo es.
Teenage Fanclub - Bandwagonesque (1991)
Teenage Fanclub fueron mi puerta de entrada a Neil Young, The Beatles o Big Star, por citar unos pocos. Yo estaba fascinado por sus armonías vocales y quería aprenderlas eligiendo una cada vez que escuchaba el disco, lo cual hice aproximadamente unas dos mil quinientas veces. Raymond McGinley es uno de los más infravalorados guitarristas de todos los tiempos. Es como Neil Young, Richard Thompson, George Harrison y Lindsey Buckingham revueltos en uno. Siempre valoro mis solos atendiendo a que me hagan sentir algo emocional, y eso es lo que él siempre hace. Un guitarrista genial y una banda genial.
Swervedriver - Raise (1991)
Este disco es una joya oculta. Se les etiquetaba en la prensa como una banda indie por la cruda barrera de ruido de guitarras que creaban, pero me parece una descripción muy vaga. Los riffs de Swervedriver están por encima de cualquier comparación. Suponían una forma de escapismo muy necesaria para mí que me permitía huir de la mierdad suburbana llevándome a carreteras desérticas. Pasé parte de mi vida intentando descubrir cómo grabaron esas guitarras y cómo lograron mezclarlas tan fuerte en una pista si ahogar las voces.
The Beatles - White Album (1968)
Lo que amo de este disco en particular es que todas sus canciones son completamente diferentes. Da la impresión de que se lo estuvieron pasando realmente bien experimentando con una paleta sonora y ver que encontraban, empujando los límites de lo que era aceptable en la música pop sin que les importase una mierda. Estando obsesionado con este disco desde pequeño, me sorprendió descubrir recientemente que no se soportaban durante la grabación. ¡Suena exactamente como lo contrario! Este álbum me enseñó que nunca debes tener suficiente y que un disco es mucho mejor si es ecléctico y experimentas. The Beatles nunca se quedaron en el mismo carril y “White Album” es testimonio de ello.
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