30 años de “Soziedad Alkoholika”, su debut homónimo
EspecialesSoziedad Alkoholika

30 años de “Soziedad Alkoholika”, su debut homónimo

Jesús Casañas — 17-05-2021

Se cumplen 30 años de “Soziedad Alkoholika”, el LP homónimo con el que la banda de Vitoria-Gasteiz debutaba allá por 1991. Canciones como “Nos vimos en Berlín”, “S.H.A.K.T.A.L.E.”, “Perra vida” o “Cienzia asesina” les catapultarían a la primera línea de la escena punk hardcore dentro y fuera de nuestras fronteras.

Canciones a toda hostia. Una voz tan agresiva que había que hacerse con las letras para poder descifrarlas. Un logo con las siglas “S.A.”. que, poco tiempo después, inundaría camisetas, pegatinas, pintadas en los baños de cualquier antro punki que se preciase y hasta tatuajes. Animalismo, feminismo, respuesta contra la violencia machista, apoyo al pueblo palestino, denuncia contra la precariedad laboral… Un mensaje contundente, sin pelos en la lengua, que no dejaba títere con cabeza y que caló hondo entre toda una generación de jóvenes inconformistas en aquellos años noventa para seguir haciéndolo durante las décadas posteriores.

“Fumábamos bastante hachís y se nos ocurrían muchas historias”.

Para ahondar en los orígenes del disco debut de Soziedad Alkoholika debemos remontarnos a la maqueta “Intoxikazión etílika”, registrada en 1990 en los estudios Arión de Pamplona. Lo hacemos de la mano de Jimmy, guitarrista de la banda desde sus inicios en 1988 hasta el día de hoy. El músico recuerda que aquel primer contacto con un estudio fue “muy positivo. Después de varias grabaciones muy caseras había ganas de grabar los temas que teníamos en plan más profesional, con mejor calidad. Al terminar la grabación nos quedamos muy contentos, seguramente fue la vez que más hemos flipado con el resultado de un trabajo nuestro”.

Aquella maqueta ya hizo el ruido suficiente para que fichasen por la discográfica Overdrive. Apenas un año después, en enero de 1991, entraban a grabar su primer disco. “El técnico fue Kaki Azkarazo. Después de firmar el contrato con la compañía discográfica, ésta nos planteó ir a grabar a I-Z a Donosti, pero no había productor artístico, simplemente nos convocaron en una fecha y allí estaba Kaki en la mesa. La grabación se hizo de una manera muy estándar, primero la batería, después guitarras, etcétera, y las voces al final. La producción, aunque es cierto que en muchos sitos aparece que la hizo Kaki, no es correcto. Obviamente él estuvo durante la grabación y mezcla, así que está claro que él influyó en el resultado. Él eligió la microfonía y estuvo mezclando junto a nosotros, pero no ejerció el rol de productor artístico como tal. Desde un principio nosotros decidimos casi todo, los temas que iban a entrar y cómo los íbamos a interpretar. Así como los instrumentos y amplificadores que usaríamos, o qué tomas eran las buenas. Él estuvo durante todo el proceso de grabación y mezcla asesorando, pero no produciendo. Al final, por una cosa o por otra no nos quedamos satisfechos con el resultado. No por Kaki, él hizo su trabajo, pero realmente no salimos tan contentos como esperábamos con el sonido”, reconoce Jimmy.

“Dimos un paso hacia algo más bruto, saltándonos los supuestos límites entre algunos estilos”

El álbum constaba de un total de catorce temas, de los cuales solo tres se rescataban de la maqueta: “S.H.A.K.T.A.L.E.”, “Nos vimos en Berlín” y “Kontra la agresión kastrazión”. Temas que, a la postre, se convertirían en verdaderos himnos generacionales, asentándose (sobre todo los dos primeros) de forma perpetua en su repertorio. “Seguramente esas tres canciones ya eran importantes para nosotros, y pensamos que debían estar en nuestro primer LP. Elegimos los catorce temas que entraron porque creímos que eran los mejores de nuestro repertorio, nada más”, apunta el guitarrista.

El tracklist incluía también algunas gamberradas como la intro “Ni por favor ni oxtias”, la broma “¿De qué murió mi abuela?” o el final instrumental, “Rokamblus”. “Alguna gilipollez sí que se nos ocurrió en el estudio. Pero hay que tener en cuenta que teníamos muy poco tiempo para hacer el disco: cinco días para la grabación y otros cinco para mezclar catorce temas. No había mucho tiempo para chorradas improvisadas. Es cierto que fumábamos bastante hachís y que se nos ocurrían muchas historias, pero éramos muy conscientes de que no sobraba tiempo, y casi todas las chorradas ya las teníamos pensadas. Puede ser que “De que murió mi abuela” sí que se nos ocurriese esa semana de grabación, pero todo lo demás estaba premeditado”, asegura.

La portada consistía simplemente en el logo de la banda en blanco sobre un fondo negro, dejando el título homónimo de “Soziedad Alkohólika” y haciendo que se le llame comúnmente como el “disco negro” (igual que al “Black album” de Metallica, publicado aquel mismo año). “El diseño de portada se nos ocurrió a nosotros, pensando en el local. Teníamos muy claro que queríamos que fuese negro con el logo blanco, el único debate fue si poníamos las líneas blancas o no, pero el diseño básico lo tuvimos claro desde el principio”, señala el músico.

El álbum se publicó de la mano de Overdrive en 1991, pero no hay registro de la fecha exacta, dato que tampoco recuerdan los miembros de S.A.. “Eso sí, el día que nos lo trajeron a la banda fue después de un concierto en Arrasate. El CD salió a la venta bastante más tarde, ni siquiera ese año, en principio solo se editó en vinilo y casete”.

“En los conciertos veíamos a gente de todo tipo liándola, salían de nuestros conciertos magullados pero felices”

“Soziedad Alkoholika” supuso todo un trallazo. La contundencia del thrash metal con el carácter reivindicativo y la mala hostia del denominado “Rock Radical Vasco”. Una mezcla de metal y punk que todavía no se había visto mucho por estos lares y cuyo resultado no se hizo esperar: “La maqueta nos desapareció de las manos en nada, tres ediciones seguidas. Estaba claro que había gente con gustos muy variados que les atraía lo que estábamos haciendo. Dimos un paso hacia algo más bruto, saltándonos los supuestos límites entre algunos estilos, y nos llegaban buenas criticas de la gente”. Beneplácito del público, pero no de la crítica, ya que como admite Jimmy “los medios tenían bastante peso por aquel entonces. Y la verdad que no nos ponían muy bien, o directamente nos ponían a parir. Pero sí, en los conciertos veíamos a gente de todo tipo liándola, salían de nuestros conciertos magullados pero felices. Parecía que se lo pasaban bien, así que entendimos que la cosa molaba”.

Sesión#2

En 2009 la banda volvió a grabar la mayoría de las canciones del disco en “Sesión#2”. El guitarrista explica que lo hicieron “por dos razones muy definidas. Primero, porque el sello que lo editó en un principio dejó de distribuirlo apenas cinco años después. Nadie podía comprar el disco desde hacia demasiados años, a día de hoy sigue igual, no se puede encontrar ni en físico ni en digital. Y segundo, porque nunca nos quedamos muy a gusto con el sonido. En 2009 habíamos aprendido mucho, tocábamos mejor y sonábamos mejor, queríamos plasmar aquellas canciones en una grabación nueva, con más experiencia y mejores medios”.

“En 2009 habíamos aprendido mucho, tocábamos mejor y sonábamos mejor, queríamos plasmar aquellas canciones en una grabación nueva”

De paso, aprovecharon para cambiar aquello de “judío cabrón” por “jodido cabrón” en la nueva versión de “Nos vimos en Berlín”. Algo que, según nos cuenta el guitarrista, no ha valido para saldar las acusaciones de antisemitismo que arrojó sobre la banda: “Siempre nos van a venir con hostias, pero pensamos que no era coherente decir lo de “judío cabrón”. Con el tiempo nos dimos cuenta que no habíamos conseguido expresar correctamente lo que queríamos decir en esa canción. Si hubiésemos dicho en su día “sionista cabrón” lo hubiésemos mantenido, pero la perspectiva del tiempo nos hizo entender que “judío cabrón” no era realmente lo que queríamos expresar. “Sionista” tiene más silabas que “judío”, no encaja en la métrica del tema, “jodido” sí que encaja. Ahora cuando decimos “jodido cabrón” se entiende perfectamente que nos referimos solamente a los judíos que apoyan los asesinatos y la masacre del pueblo palestino, y que excluimos a los judíos que no apoyan esa mierda”.

“Soziedad Alkoholika” prendió una llama que perdura hasta el día de hoy. Jimmy admite que “ni de coña” pensaban por aquel entonces que Soziedad Alkoholika seguiría en activo treinta años después de aquel disco debut. Con respecto a celebrar el aniversario de algún modo, bromea con que “cualquier día nos vendremos arriba y nos tomaremos unas ipas en un bar”. ¡Salud!

 Tracklist de “Soziedad Alkoholika”:

«Ni por favor ni hostias»
«Perra vida»
«Pelota»
«Nos vimos en Berlín»
«Como una piedra»
«Que no te hagan llorar»
«¿De qué murió mi abuela?»
«Ciencia asesina»
«Civilización degeneración»
«Abre la boca»
«Contra la agresión, castración»
«Amnesia»
«S.H.A.K.T.A.L.E.»
«Rockanblues»

Tracklist de “Sesión#2”:

«Ni por favor ni ostias»
«Perra vida»
«Pelota»
«Nos vimos en Berlín»
«Como una mierda»
«Que no te hagan llorar»
«Ciencia asesina»
«Civilización degeneración»
«Abre la boca»
«Contra la agresión castración»
«Amnesia»
«S.H.A.K.T.A.L.E.»
«Intoxikazion etilika» (Bonus track)
«Padre Black & Decker» (Bonus track)
«La última partida» (Bonus track)

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.