Entrevista con Fernando Navarro, co-guionista de la película “Segundo Premio”

“Super 8”, el debut largo de Los Planetas, se publicó en 1994, lo que significa que este año celebra sus tres décadas de vida. Coincidiendo con ello se estrena “Segundo Premio”, película que narra el camino a otro de sus discos, quizás el más importante, “Una semana en el motor de un autobús”.

Dirige Isaki Lacuesta (en su siguiente proyecto tras la estupenda “Un año, una noche”) con la ayuda de Pol Rodríguez, mientras que el guión lo firman entre Lacuesta y Fernando Navarro, con quien pudimos charlar un rato.

A Fernando Navarro, la relación con el cine le viene de largo. Llevaba mucho escribiendo guiones de largos cuando le llegaron oportunidades como la serie “Hispania”, y desde luego dos puntos importantes en su carrera fueron “Verónica”, la película  de Paco Plaza que nos descubrió a Sandra Escacena y cuyo guion lleva su firma, que se fue prácticamente de vacío en los Goya (“no pienso mucho en eso, la mayoría de mis películas favoritas han sido ignoradas en premios y listas”), y otro en su primera serie como creador, “Romancero”, que pudimos ver el pasado año: comenta, no obstante, que fue más escritor que productor ejecutivo, y que no guarda el mejor recuerdo de este proceso, “bastante tormentoso”. Pero, ¿en qué momento se metió en este proyecto? “Jota y Los Planetas formaban parte de mi entorno personal y, cada vez que yo me juntaba a tomar cañas con ellos, Jota me decía, medio en broma medio en serio, que hiciera una película sobre Los Planetas, que ‘Una semana en el motor de un autobús’ contaba una historia, y que por qué no la contaba. Al final me decidí a hacerlo junto a mi amigo el productor Cristóbal García, y se lo propusimos a Jonás Trueba, que es casi familia. Estuvimos trabajando en el proyecto, pero Jonás, agotado por algunas dinámicas complicadas, decidió no seguir adelante con la película ya financiada, y propuso a Isaki, al que yo conocía de nochecitas sanjuaneras en Madrid”, nos cuenta. “Lo que nos ha mantenido tanto tiempo en pie a pesar de los problemas de la producción fueron las canciones. Las canciones nos cambian la vida, ¿no? Y al final esta película es sobre todo eso: un homenaje a un montón de buenas canciones”.

“La película es un homenaje a un montón de buenas canciones”

Ciertamente la película da mucha importancia al poder de las canciones, como cuando May dice que Jota y Florent hablaban entre ellos a través de las canciones. De hecho, queda la duda de si hay cierto homoerotismo latente entre ellos, o más una amistad íntima en la que, quizás por sus personalidades, por el corsé de la masculinidad o por ambas, no saben expresarse su afecto. “Es que la película es realmente una historia de amistad. Y la amistad es una forma de amor, ¿no? Quizás, la forma más bonita de amor”, comenta Fernando, analizando también el plano que conecta a Jota y Florent entre dos océanos, y en el que Florent aparece desnudo. ¿Simboliza cómo se siente sin Jota? ¿Hay una asimetría entre ellos? “Ese plano forma parte de los muchos aciertos visuales inventados por el gran Isaki, que es único para resumir en un solo plano una idea: que en una banda, en nuestra banda, no existen las individualidades, que uno sin el otro no son nada”.

Desde luego este desarrollo de los personajes está reforzado por la entrega de su reparto, especialmente de unos brillantes Daniel Ibáñez y Cristalino. “Encontrar los actores fue un reto, fue imprescindible la ayuda de Marichu Sanz, nuestra directora de casting. Además, muchos eran músicos de Granada sin experiencia previa en una película... y ahí creo que Maripaz Sayago echó un cable, aunque yo no estuve, en alguna de las fases del entrenamiento de actores”, me revela también, al preguntarle por el rol tan distinto que tiene aquí la destacada actriz. El reparto principal tiene un reto doble, porque son los que cantan las canciones: “nunca nos planteamos usar el playback, siempre tuvimos claro que la música la tocarían los intérpretes, costara lo que costara”. ¿Saldrá un disco con estas versiones? “No tengo información al respecto, pero no creo”.

El caso es que “Segundo Premio” no es un biopic de banda al uso en el que vemos cómo se van conociendo sus integrantes, sino que, al estilo de los que se está marcando Larraín, se centra en un momento concreto. “Fantaseamos en torno a ciertas leyendas sobre algunos miembros y exmiembros de Los Planetas para narrar una historia: un canto a la amistad y al proceso creativo desde distintas voces... y escogimos ese momento porque ahí estaban las mejores canciones, y por la tensión dramática que tenía”. Este componente de “leyenda” es por el que hay tantas voces en off (“lo más coherente era que pareciera a ratos una historia oral sobre los recuerdos de los implicados, ya que defendíamos la creación como algo colectivo”), y también tiene relación con el punto onírico tan marcado. “Yo vengo del cine de terror, que son pesadillas filmadas, en casi todos los guiones que he escrito la realidad se distorsiona, y no sabes si lo que estás viendo puede estar siendo soñado por uno de los personajes”.