Pero ahora le toca el turno de desvelarnos los seis discos de su vida.
Lady Gaga - "The Fame Monster" (2009)
El primer disco que recuerdo haber escuchado con fervor religioso. Lady Gaga fue la primera icona pop con la que me topé en mi adolescencia. Con unas letras que no entendía a pesar de traducirlas una y otra vez y unos looks más incomprensibles aún. Ella me demostró que es mucho más interesante y divertido prescindir de la lógica y pasar de la razón. Fue un referente bestial a la hora de dedicarme en cuerpo y alma a ser excéntrica y absurda por puro entretenimiento. De este disco mamé el pop y de Lady mamé el espíritu del show.
Madonna - "Confessions On A Dance Floor " (2005)
Descubrí este disco hace mucho tiempo, pero ha sido este año cuando lo he descubierto de verdad. La cronología de las divas del pop en mi caso particular ha funcionado un poco a la inversa, porque primero conocí a la Gaga y después a Madonna y lo mismo ocurrió por mi devoción a estas dos figuras del hall of fame de las pop stars. Lady me abrió los ojos y Madonna me escupió dentro. Después me agarró la boca con las manos y se meó en mi faringe cuando presté atención a “Confessions On A Dancefloor” y me dediqué a ver los directos de la gira en bucle noche tras noche. Una obra maestra, un hit, un impacto y un must para cualquier momento de la vida.
VV. AA. - " ElectroSpain" (2004)
Escuché este recopilatorio de Subterfuge cuando tenía trece años. Fue la primera vez que el electroclash y yo hicimos manitas. Verborrea, grupos icónicos, mucho sintetizador y, en definitiva, bien de música molona. El álbum que me animó a cantar. Quién me iba a decir que unos años más tarde formaría parte del sello que lo lanzó. ¡Viva mi disquera!
Objetivo Birmania - "Los hombres no ligan" (1991)
Una completa declaración de intenciones y una soberbia obra de arte. Desde “Y yo con estos pelos”, pasando por “Baila que te baila” hasta “Nacida para comprar”. Objetivo Birmania es posiblemente mi grupo favorito y cuando oigo las letras de este disco, irremediablemente vivo un a catarsis y empatizo hasta la médula. Todas hablan de mí y eso, bajo mi punto de vista, es lo más chulo que puedes sentir por un tema.
Les Biscuits Salés - "Ese pedazo de onda" (1999)
Mi amigo Vicente me enseñó a Les Biscuits en un after que hicimos en su casa. Yo me sentí la tía más tonta del mundo por no haberlas descubierto antes. Este es su único álbum pues, si mal no recuerdo, después de disolvieron como una aspirina sabor naranja y formaron Feria (que también es un grupo chulísimo, por cierto). Sin embargo, y a pesar de solo tener tres canciones, considero que es uno de los discos que más me ha influido en toda mi vida ¡Y eso que lo escuché por primera vez hace un año! Es la definición de tías chulas, los temas más molones del mundo y las letras más gamberras del universo. Quiero ser ellas todo el rato. Realmente, “Ese pedazo de onda” sirvió una doble ración de coño gordo y eso no es algo que ocurra muy a menudo.
La Prohibida - "Ruido" (2019)
También muy reciente pero es lo que tiene ser tan moderna, que tus influencias nunca superan los tres años. Una producción musical excelente y unos temones que te caes de culo tres veces. La Prohibida está estupenda y el rollito soviético travestorra-brutalista con esos tonos grises y caobas… Un sí rotundo. Ella la verdad es que siempre bien, siempre en la onda. Es un disco que me pongo para limpiar y eso a mi parecer es algo precioso.
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