Rap underground de aquí (Parte 1)

Hijos Bastardos / Nasta

(Madrid)

Para muchos, para la mayoría, Hijos Bastardos ha sido el grupo más relevante que ha dado nunca el rap underground español. Desde que nació en 2002 este combo formado por Nasta y Charlie (y Roca y Dj Bambú en la producción) ha publicado tres maquetas, cada cual superando a la anterior, apoyados sobre un rap oscuro pero positivo, crudo, sincero y constructivo. Y aunque hace tiempo que no publican trabajos como grupo, eso no quiere decir que sus miembros hayan colgado el micrófono. Charlie nos deleita de vez en cuando con alguna colaboración esporádica y en 2014 publicó un EP con tres temas llamado "Patente de corso", muy recomendable. Y Nasta se ha mostrado más activo aún, publicando en los últimos años tres maquetas, dos mixtapes y dos LPs ("Ghetto Quorum" y "Los Pepes"). Además recientemente ha liberado su segunda mixtape, "Los tiempos eternos 2", un adelanto de lo que será su nuevo trabajo que verá la luz a través del sello Grimey Music en 2016.

Su vida (Nasta) ha girado siempre en torno al rap. Lleva más de una década grabando y publicando canciones (casi siempre a través de internet), sosteniendo sus líricas sobre unas ideas y unos principios muy claros; "Nosotros no somos músicos, somos raperos, y desde muy pequeños además. Y nuestro rap simplemente refleja la realidad de cualquier joven madrileño que se busca la vida en el extrarradio". Porque para él, como para muchos otros jóvenes, el rap supone esa vía para desahogarse que no encuentran a través de otros medios. "La música rap es mi vida, casi el noventa por ciento de lo que soy ha sido por militar en esta disciplina. Es diferente a otras músicas porque no hay pudor y es una música versátil; se puede hablar desde el maltrato (protesta), a vender droga (gangsta rap), pasando por el amor y cualquier cosa que veas en el día a día" añade.

Sin embargo, Nasta forma parte de ese elenco de raperos que piensan que rap (música) y hip hop (movimiento) no tienen porqué ir obligatoriamente unidos. Y es que cada vez son más, en su mayoría jóvenes, los que piensan que cada disciplina puede vivir sin depender directamente de las otras. "Nunca he creído en los cuatro elementos. Conozco graffiteros que sólo oyen punk o techno, breakers que bailan con electrolatino o incluso para campañas del PP... Creo que está todo muy distorsionado como para unificar algo en lo que nunca hubo unión, sólo palabrería". Sea como fuere, con o sin hip hop, Nasta, Charlie e Hijos Bastardos son historia viva del rap underground. No se promocionan en exceso, dejan que su música hable por ellos, y han sabido aprovecharse de la "nueva industria musical": "Gracias a la difusión por internet se ha conseguido todo, para nosotros y para muchos grupos. Si no en esto seguirían mandando los cuatro de siempre". Y parece que el futuro pinta en oros para ellos: "La escena está bien: los grupos prosperan, la industria se quiebra,... pinta bien".