¿Quién creó Psylocibenea? ¿Existía una filosofía y unos objetivos iniciales? Y en ese caso, ¿Cómo diríais que ha evolucionado en estos años?
Psylocibenea nació en 1993 cuando unos cuantos jóvenes del pueblo entre los que estaban miembros de Sorotan Bele, Beti Mugan, The Illusions, Orgasmic Toothpicks, etc., empezaron a solicitar al ayuntamiento unos locales para poder ensayar. Los objetivos iniciales eran tan simples como eso, poder tocar sin recibir quejas de los vecinos y sin tener que ocupar el garaje familiar. En estos 25 años, algunos de los objetivos siguen siendo los mismos, es decir, tener un lugar adecuado donde ensayar, pero también ampliar la oferta musical de la localidad y de la comarca, ofreciendo conciertos de calidad con una sala profesional gestionada por voluntarios de la asociación.
Evidentemente en 25 años ha habido muchos cambios. Han entrado miembros nuevos y algunos de los que empezaron ya no están, sin embargo algunos de los que empezaron siguen trabajando como el primer día. Durante estos años ha habido años con entrada de muchos miembros jóvenes y otros con menos, pero es cierto que en estos últimos años hemos notado menor afluencia de gente joven. Algunos entramos en la asociación con 16-17, que por aquella época era la media. Hoy por hoy, yo diría que la media está más cerca de los 25-30. Ese sería el reto más importante al que nos enfrentamos, buscar un relevo generacional, atraer a todo aquel ciudadano de la comarca que esté interesado en la creación musical y cultural fuera de los márgenes más tradicionales o clásicos.
M: ¿Recuerdas cuál fue el primer concierto que programasteis? Y por otro lado, ¿Cuáles destacaríais de manera especial en estos 25 años?
E: Sinceramente no podría decirte cuál fue el primer concierto que la asociación programó, ni siquiera recuerdo cual fue el primero que programamos en Psilocybenea (la sala). Los primeros recuerdo que se programaron en lo que entonces era el Gaztetxe de Saindua. Por aquel entonces ya teníamos una programación internacional y de calidad. Entre los que destacaría en estos 25 años, está la primera vez que vino Helmet, o JD McPherson, también la primera vez que vino Valient Thor. Recuerdo también un concierto de The Hangmen en el que sólo éramos 50 personas en el público y ofrecieron un concierto increíble. Pero han sido muchos y la gran mayoría espectaculares.
M: Si pusieras alguno de vuestros primeros conciertos frente al último que hayáis organizado, ¿qué diríais que ha cambiado a todos los niveles (local en sí, medios técnicos, actitud de los artistas y público, características de ese mismo público)? En referencia a este último aspecto, ¿sentís que el público ha ido “envejeciendo” con vosotros o ha habido cierta renovación?
E: Hombre, creo que durante estos años hemos ganado en calidad, no tanto en lo referente a los grupos, que siempre han sido de gran calidad, sino en los medios técnicos. Los primeros conciertos los hacíamos en una sala que no estaba acondicionada para dar conciertos y con unos medios técnicos muy limitados. Hoy contamos con una sala diseñada para conciertos y con unos medios técnicos y humanos profesionales, aunque los que trabajamos en ello no cobremos. Todo el que viene a tocar dice que la sala suena muy bien, y es verdad. Siempre lo ha hecho y esperamos que siga así. También creo que otra característica que nos hace especiales es el trato que damos a las bandas, ya sean grandes o pequeñas. Tratamos a los artistas como lo que son, personas. Las tratamos como nos gustaría que nos trataran a nosotros cuando tocamos en otras salas.
En referencia al público, lamentablemente creo que sí ha envejecido. Es verdad que de vez en cuando uno se lleva sorpresas, pero la verdad es que la media de edad es más alta de lo que lo era hace diez años. Ese es un reto al que tenemos que enfrentarnos, atraer a gente joven, pero no sólo a la sala, sino a los locales de ensayo. Ellos son quienes nos dirán qué es lo que le gusta a la gente de su edad y qué es lo que tenemos que programar. Pero yo me niego a ser pesimista, creo que pronto veremos a una nueva generación hastiada de grupos ready-made y que buscan algo más auténtico.
M: Ciertamente, se habla mucho de la crisis de asistencia a los conciertos, como consecuencia de la falta de interés de los más jóvenes. Pero esto no sé si está tan claro. El número de salas con programación en directo no decrece y la oferta es realmente amplia y roza incluso la saturación en algunos casos. Eso significaría que hay público y que hay interés. ¿Por qué hay a veces esa sensación? ¿Cuál es, en cualquier caso, la vuestra?
E: Nuestra percepción no difiere mucho de esa sensación generalizada. Creo que sí existe un exceso de oferta y eso perjudica a todos los que ofrecemos conciertos. También creo que los más jóvenes apuestan a caballo ganador, es decir a lo que es más mainstream o está más de moda. Sin embargo, no quiero sonar pesimista, llevamos haciendo esto durante 25 años y vamos a seguir haciéndolo porque nos gusta y sabemos que hay a mucha gente que le gusta. Durante la larga historia del rock ha habido épocas mejores y peores, pero cuando oyes las reacciones de la gente ante lo sucedido en el Mad Cool y similares festivales masivos, sabes que sus días están contados. Porque la gente quiere experiencias más auténticas, más reales, y esas sólo las ofrecemos las salas pequeñas. No podemos olvidar también que el acceso a la música ha cambiado mucho durante estos 25 años y eso también ha influido, pero siempre va a haber gente que quiere estar cerca del músico, cerca del artista y eso sólo se puede hacer en salas como la nuestra.
M: Aun así, ¿Hay quizá un excesivo apego a unos esquemas que ya han quedado obsoletos no se termina de aceptar? Quiero decir, que la experiencia de la música en directo ha cambiado, hay otros paradigmas, que pueden gustar menos a las “viejas” generaciones pero que no por ello son menos válidos. Pienso en concreto en la evolución del esquema pop-rock-hc-punk-heavy con banda de bajo/bateria/guitarra tocando sus instrumentos y un público entregado a las canciones a otro esquema más próximo al hip-hop, al baile, al uso de elementos visuales, a una participación más lúdica quizá del público, pero a lo mejor, no menos comprometida ¿Cómo lo veis vosotros?
E: Yo siempre he sido un clásico, me gusta el formato clásico de banda. Pero yo no soy más que un miembro de la asociación, y nuestra asociación, al igual que la sociedad, cada día es más heterogénea. Este último año hemos programado, reggae, sound systems, rap, peleas de gallos, etc., y yo lo alabo. Cuanta más diversidad mejor, siempre hay un lugar común, que es poder crear la música que te gusta y poder verla cerca de tu casa. Eso es lo que ofrece Psilocybe, y es lo que siempre ha querido ofrecer. Para lo demás ya están las salas comerciales
M: ¿Hay algún tipo de sinergia con el resto de salas de la zona a la hora de funcionar, programar, recomendar…? ¿Con cuáles sentís mayor afinidad?
E: Creo que con la sala que más sinergias ha habido durante estos años ha sido con Bonberoenea, pero básicamente porque creemos que tienen una filosofía similar. Nuestra peculiaridad es que no somos salas comerciales al uso, nuestro objetivo no es ganar dinero, tampoco perderlo obviamente. Si al final de año nos salen las cuentas a cero, es una buena señal, puesto que quiere decir que hemos usado todos nuestros recursos en ampliar nuestra oferta lo máximo posible a precios asequibles. Eso sólo se puede hacer con gente comprometida a la que le gusta la música y trabaja para que en su localidad haya una oferta musical de su gusto. En psilocybe por suerte tenemos a mucha gente trabajando durante todo el año, que no cobra y que lo hace por amor al arte. Eso es lo que nos diferencia de otras salas y lo que nos acerca a colectivos como el de Bonberoenea u otros que hay en Euskal Herria.
M: Cuando uno sale fuera de Euskadi y habla con bandas y promotores de otras regiones percibe una sana envidia por la de red de locales alternativos y más o menos autogestionados que hemos sido capaces de crear y la salida que eso da a muchas de las bandas de la zona. ¿Habéis recibido vosotros también ese feedback? Yo pienso que es un motivo para sentirnos orgullosos, y una especie de tradición viene desde los míticos tiempos de los gaztetxes de los 80. ¿Cómo lo sentís vosotros? ¿Os veis como parte y como continuadores de una tradición?
E: Sí. Yo creo que Psilocybe es claro ejemplo de esa tradición. Durante estos años hemos ofrecido una programación musical de alta calidad a precios asequibles porque hemos sido parte de esa generación que creció alrededor de los gaztetxes. También tenemos que decir que nosotros contamos con el apoyo del ayuntamiento de Hondarribia, que a pesar de que las relaciones no siempre han sido fáciles, no podemos obviar que Psilocybe y este 25 Aniversario no serían posibles sin su ayuda. Pero también tenemos que decir que hemos puesto a Hondarribia en el mapa, que hay giras en el Estado de ciertos grupos de carácter internacional, que sus conciertos son, Madrid, Barcelona y Hondarribia. Madrid y Barcelona, tienen millones de habitantes y nosotros contamos con 18.000 habitantes. Además, de Psilocybe han salido grupos que han sido que nos han puesto en el mapa, como Beti Mugan, Dut, Kuraia o Gorpuz Kings entre muchos otros.
M:¿Qué planes tenéis tanto para la celebración del aniversario como para el futuro de la sala?
E:Nuestros planes son los mismos que eran cuando empezamos, disfrutar y hacer disfrutar con la música que nos gusta. Para este 25 aniversario hemos elaborado una programación muy amplia que se alargará durante todo el verano y en la que destacaría la actuación de Eilen Jewell en el Auditorio municipal el 29 de julio y el Festival de dos días organizado para el 24 y 25 de agosto en los que veremos a bandas como Cápsula, The Mighty Diamonds o Belako. No obstante, no me quiero olvidar de otros eventos que tendremos como el concierto de Horzdun y EKTZ del 20 de julio y otras dos sesiones de DJs de la casa que haremos el 4 y el 10 de Agosto. En lo que respecta a la sala queremos seguir ofreciendo una programación de calidad tanto con grupos internacionales como de la zona, pero lo que sobre todo queremos es que la gente que no nos conoce y a la que le guste el rock se acerque, no salga defraudada.
Programación del 25 aniversario de Psilocybenea:
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