Su ídolo era Captain Beefheart y su primera actuación, en abril de 1991, con su banda PJ Harvey Trio, había terminado con el abandono del 99% de la audiencia durante la primera canción y la terrible oferta de una de las dos personas que se quedaron, "¡No os dais cuenta de que no le gustáis a nadie! Os pagaremos, podéis dejar de tocar, ¡os pagaremos de todas formas!".
A pesar de augurios tan poco favorables, menos de un año después de ese concierto la banda tendría un disco de éxito y en agosto de 1992 serían uno de los cabezas de cartel del Festival de Reading...
Pero, para ese momento, toda la fama y atención recibida comenzaría a hacer huella en su cantante, la persona que daba nombre al trío, no habían parado de tocar en ese año, había grabado su disco de debut, su cabeza no podía comprender toda la atención recibida y, para colmo, su primera relación amorosa seria se había hundido. Así que abandonó Londres y volvió al campo, a su Dorset natal, con poco más que una guitarra y una grabadora de 4 pistas.
Canciones escandalosas
Allí, en medio de una crisis nerviosa, buscó hacer canciones capaces de conmocionar y escandalizar a la gente. Poco después, encerrada en su habitación, estaría gritando cosas como "Sí, no te librarás de mí, te haré lamer mis heridas, voy a retorcerte la cabeza hasta que digas que no desearías nunca haberla conocido".
Era parte de la canción titular y era capaz hasta de escandalizarla a ella misma, así que, estaba segura de que el mundo también lo estaría. La canción era una mezcla entre fantasías de una venganza violenta y un desesperado lamento de deseo sexual. La cantante se adentraba en los más oscuros lugares del alma humana (deseo, celos, violencia) en un tema agresivo y brutal que marcaría el tono del resto de nuevas canciones.
"En realidad no escucho cuando la gente dice cosas buenas de mi trabajo porque tiendo a no elogiarme por nada"
Eso sí, no todo es autobiográfico en “Rid Of Me”, sus exabruptos también tenían parte de ficción y exageración, como ella misma afirmaría poco después "tendría que tener 40 años y estar totalmente desgastada para haber vivido todo lo que escribo". Aun así, la imagen de peligrosa come-hombres le acompañará durante esta época.
Sus maquetas de las nuevas canciones, con ella sola y su guitarra, ya eran descarnadas y agresivas, así que para traspasar ese sonido al trío, junto a Ateve Vaughan al bajo y Rob Ellis a la batería, decide contar con Steve Albini a la producción, alguien al que siempre ha admirado por el sonido crudo de sus grabaciones con Pixies, Breeders o Slint. El resultado será eso y mucho más, tanto los temas como la producción de "Rid Of Me" harán que "Dry", su excelente disco de debut, suene casi como un disco pop en comparación.
Y es que "Rid Of Me" es uno de los discos más descarnados, crudos y lleno de asperezas que conozco, es cierto que, a veces, la producción es tan fangosa que se pierde un poco de la rabia de su voz, algo que está mucho más presente en aquellas demos que hizo en Dorset y que verán la luz unos meses después del disco a sugerencia del propio Albini que cayó prendado de ellas.
Un disco difícil
Aun así creo que son dos piezas complementarias que suman entre ellas (y encima "4 Track Demos" tiene "Hardly Wait", una de las mejores canciones de Harvey), pero "Rid Of Me" está un paso por encima porque esas canciones estaban hechas para ser tocadas al máximo volumen y con toda la crudeza posible y a eso es a lo que suena el disco, a una experiencia difícil, con un sonido difícil.
Harvey también es una gran defensora de Albini y su sonido, declarando: "En realidad no escucho cuando la gente dice cosas buenas de mi trabajo porque tiendo a no elogiarme por nada. Pero 'Rid of Me' me gustó mucho. Para esa época de mi vida, era perfecto. Bueno, no era perfecto, pero era lo más parecido que podía conseguir en aquel momento".
Y es que "Rid Of Me" no busca la perfección sino la aspereza, la confrontación, agitar tu conciencia y desestabilizarte y, por ello, no es una escucha fácil, como reconocería la propia Harvey: "No es algo que te pongas para relajarte. Es una fricción, una sensación incómoda. Así es como me siento la mayor parte del tiempo: nunca estoy a gusto". Como tal "Rid Of Me" es una perfecta descripción de la artista en ese momento, eso sí, su honradez la ha llevado a dejar de tocar estos temas en la actualidad porque ya no es esa misma persona.
Pero que nadie se asuste, no todo es confrontación y angustia, "Rid Of Me" también tiene enormes canciones llenas de sentimiento como "Missed", posiblemente la canción más convencionalmente bonita de todo el disco o la intensidad de "Legs", otra de sus grandes canciones.
Claro que los momentos que mejor definen a este disco son los más enervantes como en "Rub 'til It Bleeds", que comienza como un amago de blues, con Harvey invitando a su hombre a descansar mientras ella le frota la cabeza. Pero la tensión sube, la línea de bajo tartamudea y ella se lanza hacia una orgía de angustia: "Lo alisaré bien/Lo frotaré mejor hasta que sangre", posiblemente ya no tenga las manos en la cabeza... Es una especie de canción de cuna pesadillesca.
Y luego están las dos devastadoras versiones de "Man-Size", una con cuerdas que suena como la banda sonora de "Psicosis" y otra con la banda que suena primitiva y cavernícola, aunque, posiblemente, el ataque más frontal a la autoestima de su pareja es la canción que se llama como su disco de debut y que nos deja estos momentos "Estás atrapado en mi cabeza, lados mojados de vez en cuando, pero mayormente estoy seca, me dejas seca". Y en la que su amor por el blues se ve reflejado con el uso del slide.
Una Reina de 15 metros de altura
Aunque el escupitajo más salvaje, con su voz convertida en la cosa más amenazante del mundo mientras define la que será su imagen para todos los 90, sea la icónica “50ft Queenie”: "I'll tell you my name, F-U-C-K, Fifty foot queenie, Force ten hurricane, Biggest woman, I could have ten sons, Ten Gods, Ten queens, Ten foot and risin'". Hasta la mismísima Courtney Love, con un ego también de 50 pies de tamaño tendría que reconocer que su también maravilloso "Live Through This" estaba un escalón por debajo de la fuerza de este disco.
Claro que Courtney no era la única fan de Harvey en su casa y es que Kurt Cobain siempre fue un enorme fan de la británica y sería el trabajo de Albini en "Rid Of Me" el que le llevaría a contar con él para volver a ganar la credibilidad indie con el "In Utero" de Nirvana, un disco en el que una canción como "Milk It" dejaba claro que la influencia de PJ Harvey en Cobain iba más allá del descarnado sonido. Años después el propio Dave Grohl reconocería que siempre se la habían imaginado cantándola y que Harvey fue a una de las primeras que llamaron para cuando Nirvana fue introducido en el Rock and Roll Hall of Fame, aunque, por razones de agenda, no pudo asistir.
Y es que ¡benditos 90's! este disco, hecho para escandalizar e incomodar, también fue un éxito de ventas, colándose entre los 3 más vendidos en el Reino Unido. Eso sí, también fue el fin de PJ Harvey como trío y el comienzo de su carrera en solitario, un paso normal, porque esto era lo más extremo que iban a poder grabar jamás.
Creo que fue un paso acertado y la cantante logró hacer algunos discos incluso mejores que este, (bueno, realmente, solo "To Bring You My Love" y "Stories from the City, Stories from the Sea"), pero nunca se acercó a la intensidad, rabia y desolación del disco que mejor ejemplificó la abrasión que glorificaba el rock alternativo.
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