Bien entrado el otoño, esta época desprende un aire distinto; el paisaje se tiñe de un color rojizo anunciándonos, entre otras cosas, el inicio de Halloween. Por la razón que sea, aunque esta festividad importada se enfrenta constantemente a otras tradiciones autóctonas, celebrarla con un maratón de películas de terror es ya costumbre.
En Mondo Sonoro sabemos lo complicado que es decidirse por un buen film del género, así que nos hemos adelantado preparando una lista de diez películas ideales para disfrutar del día más espeluznante del año. Esta es nuestra selección, pero puedes encontrar muchas más en páginas como la referencial www.rottentomatoes.com
Así que ya sabes: decora algunas calabazas, cuelga telarañas por la casa y busca los mejores disfraces de películas de miedo.
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(Ti West, 2022)
Primera cinta en la que Ti West trabaja con Mia Goth –le han seguido "Pearl" (2022) y "MaXXXine” (2024)– y un homenaje en toda regla al cine de explotation de los años setenta. Un enfrentamiento entre generaciones –con unos ancianos realmente aterradores, uno de ellos la propia Goth caracterizada– con sexo crudo y sucio y una violencia in your face que puede remover estómagos, pero que resulta ideal para ver en grupo. Por el camino se nos habla del miedo a envejecer y de la velocidad a la que se evapora nuestra juventud sin que podamos hacer nada para remediarlo. Se recomienda ver las tres películas de una sentada... Siempre y cuando estéis preparados para una experiencia así.
Halloween
(John Carpenter, 1978)
(Rob Zombie, 2007)
(David Gordon Green, 2018)
El clásico entre los clásicos. Los cuarenta años de vida no han impedido que la cinta original del maestro John Carpenter siga siendo una de las cintas más influyentes del género de terror; definió las bases del slasher a ritmo de una inolvidable banda sonora sustentada en el minimalismo compositivo. Carpenter solo necesitó un psicópata inestable, Michael Myers, aterrorizando a una jovencita para cambiar la perspectiva que se tenía de este tipo de películas. Su impacto atrajo una amplia audiencia, incrementando el número de producciones durante los ochenta. Las claves: la tensión y el suspense por encima de la violencia gráfica y la icónica interpretación de Jamie Lee Curtis en su papel de final girl. Fue, además, el inicio de una larga lista de secuelas y reboots. Al margen de todas las secuelas de los ochenta y los noventa, cabe destacar la actualización que han firmado en los últimos años el también músico Rob Zombie –quien filmó también "Halloween II” en 2009– y David Gordon Green –responsable también de "Halloween Kills” de 2021 y "Halloween Ends" de 2022–, quien recuperó nada menos que a la propia Jamie Lee Curtis para su trilogía. Eso sí, el encanto de la cinta original seguirá siendo imbatible.
Donnie Darko
(Richard Kelly, 2001)
De contenido contemporáneo y enfoque filosófico, nos presenta a Donnie Darko (Jake Gyllenhaal), un adolescente que escapa de la muerte y conoce a Frank, un conejo siniestro que predice el futuro. La salud mental o el destino son tópicos recurrentes en el film; enfatiza la inseguridad de un niño en su paso a la adultez. Richard Kelly priorizó el horror psicológico para retratar, a través de una narrativa compleja, la lucha interna del protagonista. Dio visibilidad al cine experimental y terminó considerándose película de culto. A día de hoy sigue siendo una referencia fundamental para muchos jóvenes.
El silencio de los corderos
(Jonathan Demme, 1991)
Ganadora de cinco premios Óscar, incluyendo Mejor Película. Puso cara al Hannibal Lecter de Thomas Harris y, desde entonces, ha sido uno de los villanos más memorables de la historia del cine, en parte por la soberbia interpretación de Anthony Hopkins. Cuenta el caso asignado a Clarice Starling (Jodie Foster), una agente del FBI en formación encargada de entrevistar al asesino caníbal con la esperanza de que sus conocimientos en psiquiatría forense arrojen luz a un misterioso crimen que deja cadáveres despellejados. Destaca por la fortaleza de su protagonista, capaz de enfrentarse a hombres dominantes en un entorno mayoritariamente masculino. Jonathan Demme explora la interacción cazador-presa manteniendo una sensación de peligro constante.
Carrie
(Brian De Palma 1976)
Piensa en hemoglobina y acertarás. Adaptación cinematográfica de la novela de Stephen King; la primera de muchas. Su argumento le sirvió a Brian de Palma para mostrar en la gran pantalla las dificultades vitales de Carrie White, una chica inocente víctima de acoso escolar y maltrato familiar ¬–por parte de una madre obsesionada con la religión– que descubre cómo dominar la telequinesis. Con ella, de Palma nos propone un comentario social sobre el sufrimiento y la venganza que abrió la puerta a personajes femeninos más allá de la simple “chica en peligro”. El profundo desarrollo emocional de Carrie, junto al clima paranormal, culmina en la magnífica escena del baile de graduación que la convirtió en una joya del cine.
Pesadilla en Elm Street
(Wes Craven, 1984)
Un grupo de adolescentes son acechados por Freddy Krueger, un ser maligno que los persigue en sueños y de los que deben despertar si quieren seguir viviendo; morir en el plano onírico significa morir también la realidad. La simplicidad de su atuendo compuesto por un sombrero, garras de metal, jersey a rayas y cara quemada queda grabada en nuestra mente, haciendo que sea uno de los disfraces más asequibles para la ocasión. El secreto está en jugar con la vulnerabilidad del espectador, ya que el sueño es una necesidad biológica. Asimismo, los ingeniosos efectos especiales le añadieron un uso creativo al cine de terror. No olvidemos que esta película fue el debut de Johnny Depp, así como el inicio de una larga serie de largometrajes.
Suspiria
(Dario Argento, 1977)
(Luca Guadagnino, 2018)
Dos visiones distintas a cargo de dos verdaderos maestros del cine italiano, cada uno bastión de un cine muy personal. De visión obligada es la obra maestra del italiano Dario Argento, conocido por su estilo propio del cine de autor. Una experiencia sensorial en toda regla gracias al uso de colores vibrantes y la banda sonora compuesta por Goblin, combinando sonidos inquietantes y melodías hipnóticas reconocibles en el tema homónimo “Suspiria”. En ella, la estadounidense Suzy Bannion debe desentrañar el oscuro secreto de una prestigiosa escuela de danza alemana tras la desaparición de una compañera. La versión de Guadagnino cuenta nada menos que con Dakota Johnson, Tilda Swinton o también Mia Goth entre sus protagonistas y sustituye a Goblin por nada menos que a Thom Yorke de Radiohead y The Smile.
Chucky, el muñeco diabólico
(Tom Holland, 1988)
Sencilla pero efectiva. Las buenas intenciones de una madre regalándole a su hijo el regalo que tanto pedía provocan un reguero de atroces incidentes. Chucky, un juguete infantil, se convierte en el muñeco diabólico por culpa de Charles Lee Ray, un asesino en serie que utiliza la magia vudú para transferirle su alma. Divertida por la personalidad carismática del antagonista que sumerge todos y cada uno de los diálogos en el ingenio del sarcasmo. Además, lo de combinar un peto vaquero con un suéter multicolor sí que es un auténtico crimen.
Los mundos de Coraline
(Henry Selick, 2009)
Antes que nada, no, está película no es de Tim Burton. A pesar de su parecido estético con “La novia cadáver” o “Pesadilla antes de Navidad”, este film fue también dirigido por Henry Selick. Recuperó la historia de Neil Gaiman en la que Coraline Jones descubre un mundo alternativo tras una pequeña puerta de su nueva casa. Entristecida por la falta de atención parental, encuentra una realidad paralela (aparentemente perfecta) en la que pronto descubrirá que no es oro todo lo que reluce. Más allá de ampliar el espectro del cine familiar, la película demuestra que la animación también es capaz de tratar cuestiones profundas: muestra lo macabro de una forma accesible para los niños, priorizando el deseo de pertenencia que sentimos en la infancia.
Bitelchús Bitelchús
(Tim Burton, 2024)
Tim Burton (ahora sí) firma una esperada segunda parte del que fue su ensayo visual sobre la muerte desde una perspectiva desenfadada. Precisamente, la originalidad reside en el tono humorístico con el que toca temas tan complejos como el fin de la vida. El personaje de Beetlejuice (Michael Keaton), debido a su personalidad excéntrica, se ha vuelto un icono de la cultura popular y lo cierto es que mantiene el tono en esta secuela. “Beetlejuice, Beetlejuice” –en España “Bitelchús Bitelchús”– es la secuela oficial, pero siempre está bien revisitar las entregas originales así que si te apetece échale también un vistazo a "Bitelchús", la película original de 1988, también firmada por Burton.
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