La visita de uno de los mitos vivos de la música contemporánea se antoja histórica y, para celebrarlo, recuperamos quince piezas firmadas por el británico al margen de The Beatles.
En la opinión popular y generalista, Paul McCartney vivió durante décadas eclipsado por la alargada sombra de John Lennon, el que fuera su malogrado compañero en The Beatles asesinando en 1980 por aquel tarado de nombre Mark David Chapman. El popero acomodado y blandito versus el roquero auténtico y comprometido. Ese podría ser el argumento popular (y sesgado) habitual, denostando así injustamente al que ha sido uno de los compositores más dotados y brillantes de todos los tiempos.
Una corriente que, sin embargo y afortunadamente, ha virado en los últimos años, con el de Liverpool reverenciado y revindicado sin tapujos como uno de los grandes de la historia por compañeros de profesión, medios especializados y el mismo público. De hecho, Paul McCartney bien podría ser el músico vivo más importante, en pugna con Bob Dylan y, si acaso, Neil Young, Ray Davies o Keith Richards, además de un tipo que parece traer consigo la felicidad de manera natural. Bendito don el suyo.
Motivos suficientes para conjeturar acerca de lo histórico de sus conciertos madrileños al amparo de un recinto como el Wizink Center alejado del estudio de turno y como parte de ese “Got Back Tour” que, presumiblemente (y a sus 82 años), bien podría ser el canto de cisne del británico sobre las tablas. Aprovechamos la ocasión para homenajear a uno de los genios más dotados para la melodía de la historia de la música contemporánea, recuperando en orden cronológico quince gemas perpetradas al margen de The Beatles y en una horquilla estilística que va de la experimentación al clasicismo.
01 – “Maybe I’m Amazed” del álbum “McCartney” (Capitol, 70)
Una de sus piezas más conocidas en solitario. “Maybe I’m Amazed” es pura esencia McCartney: una preciosa tonada de amor, inmediata y de esas en las que apetece quedarse a vivir tras hacer del mundo un lugar mejor durante cuatro minutos. Una de las apuestas fijas que debería sonar en sus próximos conciertos madrileños y que, en su momento, fue el incontestable single principal del que fuera su debut oficial al margen de The Beatles, “McCartney” (Capitol, 70).
02 – “Too Many People” del álbum “Ram” (Capitol, 71)
Lo que en apariencia es una canción facilona (en cualquier caso, ¿qué es el pop sino algo directo y agradable, capaz de generar sensaciones positivas?) podría considerarse en realidad unas de las primeras canciones indie de la historia. El indie antes de que existiera el indie. Una vez más, un Beatle lo hizo primero. La canción abría “Ram” (Capitol, 71), y además de su estribillo luminoso no teme derivar en una considerable experimentación. Uno de esos discos poco menos que masacrado en la época que, recientemente (y con razón), ha sido recuperado con vítores de clásico.
03 – “My Love” del álbum “Red Rose Speedway” (EMI, 73)
Balada cien por cien McCartney. Carne de cañón para los detractores y una delicia para quienes creen que muy pocos han hecho canciones de amor tan bonitas (y, en este caso, explícitas) como el ex Beatle. Amparado ya por Wings como banda de acompañamiento de lujo –este fue el segundo álbum en el que aparece el combo tras “Wild Life” (EMI, 71)–, entre los que destacan la presencia del excelente músico Danny Laine y su mujer Linda McCartney.
04 – “Helen Wheels” publicada como single (EMI, 73)
En una época del todo desbordante a nivel compositivo, McCartney no solo enlaza dos discos de estudio de tanto nivel como “Red Rose Speedway” (EMI, 73) y “Band On The Run” (Capitol, 73), sino que además firma el recordado tema principal de la película de James Bond “Live & Let Die” y se permite sacar singles que no aparecen en sus discos, caso de “Hi, Hi, Hi”, “C Moon” o este maravilloso “Helen Wheels” –aunque fue incluida en la versión americana de “Band On The Run” (Capitol, 73)– sito entre el power-pop y la new wave, con aspecto despreocupado entre el punk y la baja fidelidad. En torno a 1973, el inglés es un todoterreno compositivo definitivamente desatado.
05 – “Let Me Roll It” del álbum “Band On The Run” (Capitol, 73)
Asumido (con razón) como el mejor trabajo de McCartney al margen de su banda madre, “Band On The Run” es una obra maestra mutante en la que, junto a unos Wings asentados y en estado de gracia, el autor apuntala su visión poliédrica de la música. Un disco vanguardista y plural que, a día de hoy, continúa resonando moderno, inquieto y, lo que es más importante, atemporal. “Let Me Roll It” es un hipnótico medio tiempo con un riff de guitarra histórico en primer plano, pero cualquiera de las nueve piezas del elepé en cuestión hubiera valido para ilustrar una referencia clásica en la década de los setenta.
06 – “Mull Of Kintyre” publicada como single (Capitol, 77)
El folk y la música tradicional escocesa (gaitas incluídas) conforman la nada velada base del que es uno de los singles más vendidos de la historia en Reino Unido y el más facturado por un autor acostumbrado a ver su nombre en las listas de éxitos. Un sentido y bonito homenaje de Paul McCartney y Danny Laine a la península de Kintyre, ubicada en el suroeste de Escocia, que va ganando en épica a medida que avanza, hasta alcanzar su definitiva explosión final, que fue lanzado en formato de sencillo de doble cara A junto al tema ‘nuevaolero’ “Girls' School”.
07 – “With A Little Luck” del álbum “London Town” (EMI, 78)
“London Town” es ya el sexto disco de Macca junto a Wings y también uno de los mejores del grupo. Un trabajo en los que la tradicional niebla londinense puede palparse desde la misma portada, envolviendo de bien entendida nostalgia buena parte del álbum. “With A Litlle Luck” desprende optimismo, pero sin renunciar a esa parte melancólica que potencia emociones mientras desprende un aroma muy británico a largo de seis minutos que cuentan con un generoso desarrollo final en el que merece la pena recrearse tanto como los propios autores.
08 – “Coming Up” del álbum “McCartney II” (EMI, 80)
Finiquitada la jugosa etapa junto a Wings, Paul McCartney lanza el segundo volumen de la serie bajo su propio nombre, tras tomar las riendas de la totalidad del proyecto (la tercera llegará en 2020). De nuevo, el músico vuelve a adelantarse a todos y firma una single imbatible de electro-pop vacilón con voz distorsionada... cuando ese tipo de maniobras todavía estaban en pañales. Como muestra de que el artista era capaz de ver el futuro e interpretarlo bajo su propia óptica también hubieran valido, dentro de la misma referencia, “Temporary Secretary”, “Frozen Jap” o “Front Parlour”.
09 – “Figure of Eight” del álbum “Flowers In The Dirt” (Parlophone, 89)
“Flowers In The Dirt”, el título que echaba el cierre a los ochenta, fue un álbum en el que la colaboración de Elvis Costello resultó determinante, co-autor de varias canciones y presente durante buena parte del disco. No es el caso de “Figure Of Eight”, una pieza de querencia roquera que se cuela entre los múltiples singles en potencia de una obra que, de algún modo, marcaría el inicio de una nueva etapa para McCartney. Y todo ello, a pesar de que la química con Costello en el estudio parece ser que no fue todo lo buena que cabría haber esperado.
10 – “C’mon People” del álbum “Off The Ground” (Capitol, 93)
“Off The Ground” fue un disco optimista, de aroma clásico y aparente trazo sencillo, en el que la voz del inglés lucía espléndida y plagada de matices en numerosos singles en potencia. Un cúmulo de virtudes que, visto en perspectiva, funcionó como paradigma de todo aquello que un pedazo de pop debe sugerir: elegancia, estribillos pulidos y buenas vibraciones. “C’mon People” fue el épico final de casi ocho minutos que finiquitaba uno de los discos de perfil más Beatle firmados en solitario por Macca, en el que también se incluían “Hope Of Deliverance”, la propia “Off The Ground”, “Looking For Changes” o “Biker Like An Icon”.
11 – “Young Boy” del álbum “Flaming Pie” (Parlophone, 97)
Paul McCarney volvió a reivindicarse con la publicación de “Flaming Pie”, uno de sus mejores discos que llegó poco después del enésimo repunte de la Beatlemania gracias al proyecto “Anthology” (95). De nuevo un sonido muy Beatle, en un conjunto en las que destacaban “The World Tonight”, “Beautiful Night” o “Calico Skies”, además del que fuese segundo sencillo extraído de la referencia: este contagioso “Young Boy” que cuenta con la colaboración de Steve Miller y en el que la voz del protagonista suena encantadora, mientras juega con el poder de la nostalgia (videoclip incluido) en la enésima gemita pop con sus maneras que sumar al catálogo.
12 – “Lonely Road” del álbum “Driving Rain” (Parlophone, 01)
El inglés suena maduro y bastante menos abierto a concesiones en esta canción que abría el que era su duodécimo álbum de estudio en solitario (sin contar los grabados con Wings). Una apertura sensiblemente más cruda y roquera de lo que el músico solía acostumbrar para inaugurar de este modo un trabajo ambicioso que, si bien contenía los habituales medios tiempos primorosos (“From A Lover To A Friend” es una preciosidad de canción), dejaba entrever entre sus líneas otro tipo de prioridad menos consensuada.
13 – “Ever Present Past” del álbum “Memory Almost Full” (Parlophone, 07)
McCartney vuelve a acercarse al indie-pop con esta vivaracha canción que fue uno de los singles extraídos de “Memory Almost Full”, álbum que llegaba a tiendas sólo dos años después de su anterior trabajo, “Chaos And Creation In The Backyard” (Capitol, 2005) y que en principio vio la luz en, ejem, la cadena de cafeterías Starbucks. La pieza juega con un estribillo tan meloso como, en realidad, del todo irresistible, mientras que un buen número de detalles y adornos engalanan el tema en su misión de no dejar escapar al oyente.
14 – “Sing The Changes” del album de The Fireman “Electric Arguments” (ATO, 08)
Paul McCartney unió fuerzas con el reputado productor Youth, en una sinergia denominada The Fireman y que dejó como resultado hasta tres discos de estudio. “Sing The Changes” se incluía en el último de ellos (al menos hasta la fecha), y luce como una canción soltada en la lejanía que, según avanza, va resonando cada vez más cerca del oyente. Un temazo en el que la voz de Macca convive con el halo de experimentación (bastante accesible, en este caso) propuesto por Youth. Una vez más, clasicismo y vanguardia van de la mano y maridan a la perfección, en una composición bastante más representativa del universo McCartney de lo que un primer vistazo podría sugerir.
15 – “Find My Way” del álbum McCartney III (Capitol, 20)
Macca cerraba la trilogía iniciada medio siglo antes con el tercer volumen de su disco homónimo, en el que volvía a tocar todos los instrumentos y con el que, definitivamente, refrendaba estatus y vigencia en la actualidad. No en vano, el disco tendría al año siguiente una versión denominada “McCartney III Imagined” (Capitol, 21). “Find My Way” (la canción fue reinterpretada por un tal Beck en la mencionada referencia) es uno de esos éxitos instantáneos, atemporales e irresistibles que el vocalista lleva acumulando a lo largo de toda su vida, en un haber que ya nadie osa cuestionar y que, quién sabe si por última vez en nuestro país, quedará desplegado sobre el escenario los días 9 y 10 de diciembre.
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