Enrique y Ana
En 1977, mientras el rey Juan Carlos I inaugura las Cortes Constituyentes, surge sin hacer ruido Enrique y Ana, el dúo musical más improbable formado por una niña de ocho años y un veinteañero (esto sí que es punk y no La Polla Records). Hispavox hizo el agosto con trallazos subnopop como "La gallina co-co-uá" o "El superdisco chino". Incluso se adelantaron a Joy Division lanzando "Mi amigo Félix", una de las canciones más bajoneras de la historia.
Milli Vanilli
En 1988 a la gente le dio por escuchar r&b contemporáneo, uno de los géneros que menos apetecen. Pero Milli Vanilli sí que molaban porque grabaron un disco en el que no cantaron ni una sola nota. Fue el primer grupo en la historia de los Grammy al que le fue retirado el galardón. Al final uno de ellos terminó en la caja de pino porque se dio a la mala vida (vandalismo, drogas, cárcel, tatuajes...). Es uno de nuestros dúos fetiches ya que demostraron que existe el doble fondo y que se puede tocar.
Jonas Brothers
Reconozcamos que, aunque sean tres, el guitarrista Joe Jonas es inmune al carisma, y, por tanto, no cuenta. Por eso para nosotros es un dúo. Llevaban un rollo muy Disney y erotizaban a las adolescentes. Luego llegó nuestro giro favorito, en el que el más guapo del grupo hace marcha aparte para ganar más perras que los otros. Nick Jonas peta fuerte, pero siempre a la sombra de Bieber o Timberlake (quizá le faltó ponerse de nombre Justin). Al final se volvieron a juntar y han vuelto a sacar otro disco súper feo, como los anteriores.
Amistades Peligrosas
Un poco antes de que Madonna lanzara Erotica, los españoles tuvimos a Amistades Peligrosas, nuestro propio dúo de alta tensión sexual. Canciones como "Estoy por ti", donde Alberto y Cristina tuvieron los santos cojones de rimar "escalera" con "cadera" o de cantar "hoy voy a ir al grano te voy a meter mano", los catapultaron a la primera línea del subnopop. Varios discos después la temática sexual fue apartada en favor de temas sociales y políticos (menudo rollo). Luego llegó el mestizaje. De eso ya ni hablamos.
Álex Ubago y Amaia Montero
"Me muero por conocerte... Sentir cada día ese flechazo al verte... Besarnos hasta desgastarnos nuestros labios...". No hay más palabras, señoría. Una sola canción bastó. Luego ya cada uno por su lado y si te he visto no me acuerdo. Pero qué canción. Qué ripios tan insólitos. Qué innecesaria intensidad. Qué poca vergüenza. Qué regalo. En cuanto hagamos una playlist con las mejores canciones subnopop de la historia, "Sin miedo a nada" sonará en bucle.
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