Per se esto no sería un problema, si no fuese por las consecuencias que acarrea. La larga lista incluye falta de inversión pública y privada, falta de infraestructuras (atención primaria médica, colegios), pérdida de la lengua o el dialecto, pérdida de oficios o profesiones antiguas y disminución de la actividad económica. La grave crisis económica que atravesó España hace diez años golpeó con fuerza en estas zonas, y como consecuencia de la falta de inversión, la recuperación está siendo más difícil. Por contrario, en comparación con las zonas exteriores del país, las ciudades siguen creciendo sin parar y la riqueza se ha recuperado.
Todas estas consecuencias afectan a todos los sectores. Nosotros hemos querido hablar con algunos artistas y grupos de música para que nos expliquen cómo les ha afectado a ellos como profesionales y cómo ven el sector cultural.
Ourense, Galicia
En Ourense encontramos a Os Amigos Dos Músicos, una banda de pop folk que escribe sus letras en gallego. Ourense y Lugo son las provincias donde se más nota la despoblación y la falta de servicios, en comparación con Pontevedra y A Coruña. Aun así, nos cuentan que desde hace diez años hay una muy buena unión entre músicos, salas y público en toda Galicia, así que el circuito es razonablemente amplio y se mantiene vivo. En concreto, en Ourense ciudad, hay tres salas que programan de forma frecuente (Torgal, El Pueblo y el Café Cultural Auriense) y hay una tienda de discos, Peggy Records, que lleva treinta años abierta. También hay teatro, cineclub en v.o.s.e. y un ciclo música clásica, y en la provincia se organizan varios festivales de música veraniegos. “Hay muchas cosas en Ourense a nivel cultural y salen adelante por el trabajo de la gente que está involucrada, de las asociaciones culturales, del cineclub…”. Nos retratan una ciudad implicada con la cultura, conque aunque sufran las consecuencias de formar parte de una zona geográfica despoblada, hay espacio para ellos en el circuito.
Para ellos, otra de las claves de la unión es la lengua. “Otra de las cosas importantes que nosotros hemos sentido cuando hemos salido fuera de Galicia, a ciudades grandes o pequeñas del resto del estado, es que nuestra propuesta tenía un carácter diferencial, y eso hemos notado que es algo positivo siempre, que siempre ha sumado. El hecho de cantar en gallego aporta al público y nos aporta a nosotros. Y Galicia, en ese sentido, tiene que cuidar muchísimo su producción cultural, porque hay una identidad muy diferenciada pivota alrededor de la lengua”.
En la misma provincia también se encuentra Mounqup. Nacida en Francia, se trasladó hace unos años a Galicia a través de un proyecto de dinamización cultural: rehabilitaron una aldea abandonada y la convirtieron en una sede cultural donde organizan conciertos, talleres y residencias artísticas. Por falta de presupuesto y de ayudas públicas, han tenido que reducir sus actividades a un evento al año. Mounqup vive lejos de la capital, en una zona rural, y solo cuenta con dos vecinos octogenarios. Para ella, el problema de la despoblación “es muy triste. Cuanta menos gente hay, menos gente quiere venir”. Aunque añade con humor que el hecho de tener pocos vecinos y lejos le permite cantar todo lo fuerte que quiere. Como Os Amigos Dos Músicos, destaca el papel de las asociaciones culturales y de centros como el El Pueblo Café Cultural, que son los que dinamizan más la vida cultural de la ciudad y de la provincia. También destaca la falta de público joven, más fácil de encontrar en las grandes ciudades. Para ella, más que aumentar el presupuesto de cultura, es más importante confiar la actuación a los actures culturales y que éstos sean diversos en edad, formación y clase social.
Zamora, Castilla y León
En Zamora se formaron en 2011 LittleBoca. Según explican, “la despoblación se va notando lenta y paulatinamente, con el paso de los años. La gente joven va a buscarse la vida fuera y, a pesar de que en Zamora hay aún un público fiel y abierto de mente gracias a la buena programación que ofrecen dos salas (Avalon Café y La Cueva del Jazz), lo cierto es que el tiempo pasa siempre su factura y, aun surgiendo hoy en día una buena cantidad de bandas para ser una ciudad tan pequeña, el público se va reduciendo, eso es innegable”. Además, en comparación con las grandes ciudades, “el coste en tiempo, disponibilidad personal y dinero que supone darse a conocer en directo es muchísimo más alto, sin lugar a dudas”.
Como en el caso gallego, la implicación del público y de los actores de la industria cultural es el motor de la ciudad y de la provincia. Además, entre músicos se han organizado: “la inmensa mayoría de las muchas bandas que hay en Zamora estamos en MUBAZA, una asociación que organiza eventos y ofrece ayuda de todo tipo a quienes formamos parte. Una gran iniciativa con muy buena gente a los mandos”.
Creen que el problema de la despoblación es muy profundo, complejo y transversal, y que “requiere de compromisos muy serios y consensuados entre mayorías muy amplias que, en nuestra opinión, la clase política en realidad no está dispuesta a plantearse”.
El Lado Oscuro de la Broca, también zamoranos, tratan de este tema en su último disco, “Salvaje Oeste” (El Genio Equivocado, 2019). Son miembros de MUBAZA y destacan “la ventaja de vivir en una capital de provincia es que hay mejor acceso a locales y el precio del alquiler puede ser incluso tres o cuatro veces más bajo que en Madrid. La cercanía y que aquí todos nos conocemos son factores que generan sinergia entre los músicos, es fácil ver gente que tiene varios grupos de diferentes estilos”. Consideran que hay movimiento y talento, pero que darse a conocer fuera de la ciudad es muy difícil.
Para ellos el hecho de formar parte de una zona despoblada no es excusa. “En Galicia o Granada hay una escena musical consolidada que ayuda a los grupos a posicionarse en el mapa nacional, tal vez Zamora necesite algo así y eso debemos construirlo desde aquí”. Y con este propósito se mueven las asociaciones y los grupos de música. Como Zamora no es parada obligada en las giras de los grandes artistas, “si quieres ver a ciertos artistas te toca convertirte en promotor y crear tu propio festival. Esto no es Barcelona, aquí no puedes esperar a que alguien simplemente venga”.
Valladolid, Castilla y León
El proyecto de música electrónica minimalista Slovenska Televiza tiene su base en Valladolid. Para el dúo “el principal problema es que todavía hoy no se nos considera un activo cultural de la ciudad. Para muchos solo somos unos chavales que buscan diversión y a los que les dejan hacer algo mientras que no molesten”. Además, en su ciudad la despoblación no solamente afecta a nivel de público, sino que también se han perdido “muchos otros artistas y agentes culturales valiosos que podrían haber aportado su talento aquí”. Aun así, los que quedan se conocen entre ellos y han establecido una muy buena relación dentro del gremio.
También nos explican el esfuerzo extra que tienen que hacer para darse a conocer y no pasar inadvertidos por los medios de comunicación, que normalmente nos acabamos centrando en la actividad cultural de las zonas más grandes o pobladas y pecamos de dejar de lado las zonas rurales o las ciudades más pequeñas. Si darse a conocer es difícil, conseguir tocar en una gran capital lo és todavía más. “Resulta complicado que un promotor se quiera arriesgar a llevar a una banda de fuera porque sabe que va a ser más difícil cubrir gastos si hay que pagar el hotel y el desplazamiento”.
A nivel político y legislativo, creen que se tiene que apostar más por las vanguardias y derogar algunas leyes que perjudican el sector, como la ley del ruido de Castilla y León. Esta ley “considera a la música en vivo como un agente contaminante, así que hay miedo a que un concierto pueda ser cancelado e incluso a que se multe al local o a los promotores. Se interpreta de una forma muy restrictiva y disuade a la gente de organizar actividades culturales que podrían ser provechosas”.
Palencia, Castilla y León
Larah Fémina forma parte de la escena urbana palentina. Nos cuenta que aunque “en Palencia se ha propuesto en varias ocasiones, pero no existen espacios públicos de ensayo o grabación. Hace pocos años, varios grupos de ciudadanos y ciudadanas, junto con un partido político propusieron la reconstrucción de la antigua cárcel (Lecrác) como espacio cultural dotado de locales de ensayo. Finalmente el ayuntamiento no tuvo en cuenta la demanda”. Como Slovenska Televiza, también destaca el papel de los medios de comunicación, que no dedican mucho espacio o tiempo a provincias como Palencia. Y aunque es consciente que no se pueden tener las mismas oportunidades o recursos en una ciudad de 80.000 habitantes que en otra de tres millones, nos cuenta que detrás también hay un tema de prestigio cuando sale de Palencia a dar un concierto. “Tanto en Madrid como en Barcelona me ha sucedido que, al ir a dar un concierto, me han puesto la primera por el mero hecho de ser de Palencia, sin tener en cuenta mi experiencia o carrera musical”. Su música está dirigida principalmente a un público joven, así que la despoblación, agravada en esta franja de edad, afecta directamente a sus oportunidades profesionales. “Estamos un poco condenados a migrar, aunque no queramos”.
Destaca la actividad cultural que está habiendo en los últimos años en Palencia como el Palencia Sonora, Urban Plaza o Palencia en negro. “Aunque la variedad y oferta es amplia, la verdad es que pocas veces suelen dar oportunidad a grupos o artistas palentinos y, mucho menos nos respaldan desde el ámbito público”. Como los demás artistas, resalta el papel de las iniciativas ciudadanas, como Las que habitan, que dan visibilidad a artistas femeninas castellanoleonesas.
Teruel, Aragón
Los turolenses Chocabeat tuvieron unos inicios difíciles, como la mayoría de bandas, y están muy agradecidos a la mítica El Sótano. Allí, gracias a los propios músicos que actuaban en las jam sessions y que les invitaban a subir, pudieron ir moldeando lo que más adelante sería un proyecto profesional. Valoran positivamente el hecho de que en una ciudad pequeña el boca oreja funciona muy bien y el público les sigue de una forma más cercana, pero por otro lado "si das 3 conciertos en 2 meses corres el riesgo de saturar. En definitiva, en una ciudad pequeña no hay ni por asomo las mismas oportunidades de crecimiento que en las grandes urbes, que acogen el sonido como un vecino más. Esto nos lleva a pensar que en aquellas zonas más afectadas por la despoblación, la gente no puede llegar a sonar de una manera más profesional". Como indicaban Slovenska Televiza y LittleBoca, "también es más costoso conseguir sonar en grandes núcleos".
Destacan la actividad cultural de la ciudad (Festival Ilustrado, MIL FEstival, Jam On Fest, Desafío Buñuel...), "pero nos encontramos en las de siempre: somos los mismos grupos y pocas giras de artistas hacen visita por aquí a lo largo del año. Tras el cierre de El Sótano, la última sala de conciertos de la ciudad con programación periódica, hemos notado una bajada impresionante en lo que se refiere a alternativa musical, ya que nos hemos quedado sin un espacio en el que ver música en directo de forma más o menos constante sin tener que esperar a fiestas".
Aunque en otras zonas de Aragón existen programas públicos, como el ArtLab o las casas de juventud de Zaragoza, en Teruel no han recibido ningún tipo de ayuda. La centralización a la que tienen muchas comunidades autónomas agrava el problema de la España vacía, puesto que priva a muchas zonas de visibilidad, así que la descentralización, junto con la dotación de más medios públicos, es una de las principales propuestas que esperan de los políticos.
En los últimos meses han conseguido arrancar su carrera y últimamente tocan tanto en Zaragoza como en Huesca, y están trabajando para conseguir salir de Aragón a tocar.
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