Motörhead estaban en su mejor momento. Una máquina de hacer ruido perfectamente engrasada. La demostración de que no hacían falta más que tres personas para facturar rock de primera división. Lemmy Kilmister (bajo y voz), que había creado el grupo en 1975 al ser despedido de Hawkwind (el space rock no era lo suyo), había encontrado sus otras dos patas del banco en Phil ‘Philthy Animal’ Taylor (batería) y Eddie ‘Fast’ Clarke (guitarra), con los que se cerraría la formación clásica de la banda. La idea era que Clarke le doblase las guitarras a Larry Wallis, pero este último abandonó durante las audiciones y la cosa se quedó en el power trio que acabaría convirtiéndose en leyenda.
Siempre les gustó denominarse unos “bastardos”. De hecho Bastard era el nombre original de la banda, pero tal y como explica Ted Carroll en el libreto de la edición de 2001 de “Motörhead” (su ópera prima homónima), Lemmy cambio de idea “después de que el manager de Hawkwind, Doug Smith, sugiriera que este nombre podría no ayudarlos a salir en la radio y la televisión”. El caso es que su sonido se movía en un terreno desconocido hasta entonces, a medio camino entre la suciedad del punk, la pesadez del heavy y la simpleza del rock & roll más clásico, lo que les abriría el camino hasta los oídos más ortodoxos de estos tres estilos y del rock en general. No tocaban ni una nota de más, ni una floritura innecesaria. Con una distorsión omnipresente, igual tiraban de un riff demoledor a base de escala pentatónica que de tres quintas. Si había que meter solo de guitarra se metía, y si no pues no.
Sus tres primeros álbumes iban por el buen camino. Atendiendo a los datos, “Motörhead” (Chiswick Records, 77) había alcanzado el número 43 en las listas británicas. “Overkill” (Bronze Records, 79) había avanzado hasta el 24, y “Bomber” (Bronze Records, 79) se había quedado en el 12. No obstante, el mayor éxito comercial lo había conseguido “The Golden Years”, un EP en directo que Bronze Records había lanzado al calor del éxito de “Bomber” y que se había colado en el número 8.
Las grabaciones previas y las giras promocionales les habían dado el rodaje suficiente como para entrar a tiro hecho al estudio. Y así lo harían entre el 4 de agosto y el 15 de septiembre de 1980, cuando se encerrarían junto al productor Vic Mayle a registrar su cuarto álbum. El resultado fue “Ace Of Spades” (As de picas), lanzado el 8 de noviembre por Bronze Records. La edición original contenía estas doce canciones: "Ace Of Spades", "Love Me Like A Reptile", "Shoot You In The Back", "Live To Win", "Fast And Loose", "(We Are) The Road Crew", "Fire, Fire", "Jailbait", "Dance", "Bite The Bullet", "The Chase Is Better Than The Catch" y “The Hammer”.
La portada
En la portada desaparecería por primera vez del primer plano (sí que aparece en la chapa que lleva Phil) Snaggletooth, la mascota del grupo diseñada por el artista Joe Petagno, que recordaba en esta entrevista la génesis de la criatura: “¡La inspiración vino porque soy un bastardo cabreado! ¡Y Lemmy es igual! Por lo tanto, estaba destinado a ser una boda alquímica de una “naturaleza más primitiva”. Investigué mucho sobre los tipos de calaveras y descubrí que una combinación de gorila-lobo-perro de raza X funcionaría bien con algunos cuernos de jabalí de gran tamaño. Lemmy añadió casco, cadenas, saliva, púas y arena”.
En su lugar aparece una foto del trío, posando al más puro estilo cowboy como si estuviesen en mitad el desierto de Arizona. En realidad estaban en una cantera de arena de Barnet, municipio al norte de Londres. Lemmy bromeaba con la idea de que allí se podrían haber fingido todos los alunizajes en esta entrevista de 2004 con Dr. Rock, donde además asegura que el cielo que vemos “es cielo real. Era uno de esos raros días soleados al final del verano. Fue una buena sesión de fotos. Realmente se parecía al puto Arizona, ¿no?”.
El single
El 27 de octubre de 1980, pocos días antes del lanzamiento del álbum completo, se publicaba a modo de anticipo “Ace Of Spades”. Era sin duda la niña bonita: primera canción, daba título al disco completo y fue el primer y único single del trabajo. Se editó en vinilo de doce pulgadas, y como cara B contenía el tema “Dirty Love”, descartado del tracklist original del álbum e incluido como bonus track en ediciones posteriores.
El single consiguió alcanzar el puesto 15 en las listas. Tuvo su respectivo videoclip, donde vemos al trío defender el tema en un falso directo con sus melenas al viento. Pero pasará a la historia por ser la canción más recordada y representativa de Motörhead. David Konow la considera el “himno definitivo de la banda” en su libro “Bang Your Head: The Rise And Fall Of Heavy Metal” (01). El canal de televisión estadounidense VH1 la puso en el número 10 de su lista de las mejores canciones de heavy metal de la historia, y mismo puesto en las mejores canciones de hard rock de la historia. La revista Q la incluye en el puesto 27 de las mejores canciones para guitarra. Ha sido versioneada hasta el infinito por infinidad de grupos, desde Metallica hasta Slash, Ween o X Japan, pasando por Inconscientes (el grupo que Iñaki ‘Uoho’ Antón tiene al margen de Extremoduro), por poner solamente unos pocos ejemplos.
La recepción del álbum
El álbum de “Ace Of Spades” consiguió posicionarse en el número 4 de las listas británicas. Llegó a ser disco de oro, algo que Bronze Records celebró lanzando una edición limitada en vinilo de color dorado. Dentro de los actos promocionales, en octubre de aquel 1980, la banda apareció un par de veces en el famoso programa de la BBC Top Of The Pops para tocar el single. Y hasta serían entrevistados por Sally James en el programa infantil Tiswas.
A finales de aquel mes se enrolarían en la gira promocional de presentación. La web especializada BNR lo considera “uno de los mejores álbumes de metal de cualquier banda y época”. Muchos lo consideran el precursor de otros subgéneros del metal como el thrash o el speed metal. No obstante, Lemmy siempre ha defendido que Motörhead es una banda de rock’n’roll. En esta entrevista con Jeb Wright de 2006, ante la pregunta de si tenía algún problema en considerar a Motörhead una banda de metal, el músico contestaba: “Vengo mucho antes del metal. Estoy tocando rock’n’roll y creo que el rock’n’roll debería ser sagrado, lo es para mí. No veo por qué no debería ser para todos los demás”. Amén.
El 40 aniversario
Las celebraciones del 40 aniversario del álbum en este extraño 2020 han sido diversas. Para empezar, y tal y como se hizo el año pasado con los discos “Overkill” y “Bomber”, el pasado 30 de octubre se lanzó una reedición de “Ace Of Spades” con todo tipo de detalles y formatos. Doble CD, triple LP y la caja Deluxe para los bolsillos más solventes, el material extra incluye desde un concierto inédito de la gira “Ace Up Your Sleeve” a libretos de tapa dura con la historia del grupo y fotos inéditas, y la versión de lujo incluye además un total de 42 canciones inéditas entre caras B, tomas descartadas y rarezas varias.
La edición española incluye además una edición limitada de ciento cincuenta unidades que incluyen ilustraciones exclusivas (de 50x70 cm) del ilustrador Álvaro Pérez Fajardo. A las acciones promocionales se suman la experiencia 360 reality audio, el entretenimiento online para visitar la Mansión Motörhead o los podcasts donde amigos y profesionales cercanos a la banda recuerdan las batallitas de Kilmister, Taylor y Clarke.
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