Miguel A. García: Jugar con el ruido
EspecialesMiguel A. García

Miguel A. García: Jugar con el ruido

Antton Iturbe — 10-02-2025

El pasado 6 de enero, implacable y cruel en su lento avanzar, la ELA se nos llevó a Miguel A. García aka Xedh (Gasteiz, 1978). No por esperada y anunciada resultó menos dolorosa la pérdida de una persona y artista de semejante envergadura.

La de Miguel es una figura inabarcable, tanto en su obra (un legado que según un recuento que hacía Ibon RG en su artículo obituario para Berria es de 194 referencias repartidas en decenas de sellos diferentes) como en su desbordante generosidad, vitalidad y capacidad de trabajo (llegó a editar 11 trabajos en su último año vida, apurando hasta el último suspiro). Un corpus creativo que se expande aún más en infinidad de colaboraciones, producciones, organización de espacios, eventos e iniciativas artísticas colectivas.

Obviamente resultaría extenuante además de estéril, repasar y recitar una por una todas esas referencias. De hecho, es posible hallarlas perfectamente documentadas y clasificadas en su excelente página web y es allí donde invitaría al lector o lectora interesad@ a sumergirse guiado por su propia curiosidad. Pero sí considero importante recordar y reivindicar su figura determinante en el ámbito de las músicas experimentales o de vanguardia de las últimas décadas en nuestro entorno.

Desde sus primeras grabaciones como Baba Llaga o Xedh hasta sus más recientes y magníficas obras como “Littentula” (Repetidor 2024), Miguel ha partido básicamente del ruido, del deshecho sonoro, del error de lectura digital o del feedback incontrolable de la mesa de mezclas para primero, escuchar con detenimiento y captar sus más microscópicas sutilezas y después ser capaz de moldear un fascinante discurso de sorprendente riqueza y variedad. Su paso por la facultad de Bellas Artes de la UPV impregna de una calidad plástica y visual a sus creaciones, que a menudo se asemejan a “formas en el aire” que Miguel esculpe y acaricia con paciencia y que pueden abarcar texturas que van desde la música atonal, drone, contemporánea, electroacústica hasta el industrial o metal más extremo. Un inmenso talento que alimenta sus propias grabaciones y ha estimulado también la de multitud de artistas con los que colaboró como Kakofunk, Garazi Gorostiaga, Myriam Rzm, Fernando Ulzion, Al Karpenter, Alex Reviriego y tantísimos otros. Me resulta especialmente significativo su dúo Doppelganger con la acordeonista Garazi Navas en el precioso disco “Sainen Hildo” (Hegoa Diskak 2024) y el hecho, como ella misma me relataba en una reciente entrevista, de que Miguel no “toca nada” en el sonido grabado. Tan solo dirige, anima, sugiere y reta a Garazi a probar diferentes alternativas hasta dar con el momento de magia inesperado.

Así era capaz a menudo de conducir a los artistas con los que trabajaba a terrenos totalmente inexplorados y nuevos para ell@s que nunca hubieran imaginado atravesar. Y todo con esa sonrisa juguetona con la que le recuerdan colaboradores muy cercanos a él como Yeray Portillo aka Radithor (Eclectic Reactions) o Mikel Vega, y que hacía imposible negarse. Y así, con esa misma sonrisa y actitud participó junto a Oier Iruretagoiena y Elena Aizkoa, entre muchos otros, en la creación del club Larraskito en Bilbo y del ZarataFest (por donde pasó gente como Ilia Belokurov, Seijiro Muriyama, Chie Mukai, Jean Luc-Guionnet. Rosa Arruti, Agnes Pe…). Un espacio donde fuera posible que l@s artistas expusieran sus obras en total libertad, en un entorno de creación colectiva y de escucha atenta, curiosa y profundamente respetuosa. Un sueño que fue realidad durante varios años y al que buscan ahora dar continuidad iniciativas como Donations Projects o Espora Espazioa.

Quizá hubiera sucedido de igual modo, pero nada de todo esto hubiera sido lo mismo sin Miguel. Su espíritu y su legado aún tiene mucho que ofrecernos tanto en alimento para la escucha como en estímulo para la creación libre, curiosa y exploradora. Eskerrik asko Miguel!

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.